Impresiones de Killzone: Shadow Fall. A la cuarta parece que va la vencida

Killzone-Shadow-Fall

El juego que claramente más llama la atención de los dos grandes exclusivos para el lanzamiento de Playstation 4 (en el mercado físico, que en los descargables hay más) es sin duda Killzone: Shadow Fall, que por primera vez pude probar en la Madrid Games Week, y todavía sigo contando los días para poder jugar más.

Al contrario de lo que esperaba, para la gran feria madrileña no trajeron el modo multijugador, sino una demo del modo campaña. En el nivel disponible, nos tocaba rescatar a unos rehenes que habían tomado los Helghast en un edificio, y con los que estaban haciendo demandas públicas que no gustaban nada a los ISA. Así que dirigiremos el escuadrón dispuestos a acabar con el enemigo y rescatar a todos los civiles que estén capturados.

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Lo que más me gustó de esta situación es la libertad que nos daban para afrontar el rescate. Podíamos ir en plan sigilosos por un conducto de ventilación y un arma con silenciador. Así, iríamos despejando cada habitación sin hacer ruido y sin alertar a los demás soldados, lo que no complica mucho las cosas si se hacen bien. Para este enfoque, el escáner de la zona se convertía en algo esencial, ya que así podíamos marcar durante un tiempo a los enemigos y aliados, para ver su silueta incluso a través de las paredes. Y si vemos que hay que abrir una puerta a la que están mirando, nos metemos un chute de adrenalina para ralentizar el tiempo y se mata a los soldados antes de que se enteren de qué ha pasado.

Otra opción es ir directos, bajando en rápel desde una claraboya o a una terraza del nivel inferior del edificio, y a partir de ahí, ir con el resto de soldados acabando con toda resistencia que se nos ponga por delante. Un aliado esencial es el robot OWL que nos acompaña, ya que usando el panel táctil, le podía decir que atacara a los enemigos o guardara mi retaguardia. Al ser espacios tan cerrados, no lo usé demasiado, pero seguro que para niveles más abiertos vendrá de perlas. Al menos, su mayor utilidad estaba en que, si éramos abatidos y todavía nos quedaba adrenalina, nos podía reanimar para volver a la lucha.

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Los tiroteos son muy emocionantes, ya que hay muchas opciones para usar una cobertura, y los escenarios son muy interactivos. Por ejemplo, si vemos que los enemigos ya están alerta y protegiendo la puerta, como estamos en un edificio en obras, las paredes que unen las habitaciones no son muy resistentes. Así que vamos por uno de los lados, y entramos pegando tiros por ahí. Combinando el radar y el modo secundario de disparo del arma principal, una especie de rifle con disparos cargados, se podía hacer mucho daño a los Helghast. En definitiva, era una delicia que nos dieran libertad para afrontar el nivel exactamente como quisiéramos, y no tener que esperar a la IA a que nos abran las puertas y cosas por el estilo.

Eso sí, la IA de los Helghast dejaba bastante que desear, habiendo momentos en los que se quedaban quietos o apenas suponían una amenaza. Espero que se deba a que es una demo antigua y lo han pulido, porque quedaba bastante mal.

Al liberar a todos los rehenes, tocaba seguir descendiendo por el edificio para capturar al líder de este ataque terrorista. Tras una cinemática, toca perseguirle, saltando y corriendo por alguna que otra grúa y más habitaciones, hasta ver cómo se marcha en una nave. Pero como nuestro héroe se ve que es muy intrépido, no se lo piensa dos veces y salta a una cuerda que habían dejado para que subiera nuestro objetivo.

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Así llegamos a la escena que se vio en el primer gameplay del juego, en el que el protagonista está agarrado a esa cuerda mientras la nave va por toda la ciudad, hasta que finalmente se ve obligado a soltarse tras unos cuantos Helghast asesinados con una sola mano. Este es el final de la demo, dejando un muy buen sabor de boca en lo jugable ante la libertad que dan, algo que no había estado presente en la saga, aunque con la pega de una IA enemiga que espero sea mucho mejor en la versión final.

En lo que sin duda no decepcionaba era en los gráficos, disfrutando de unas vistas increíbles mientras estábamos liberando a los rehenes, y siendo todavía más increíble al estar «subidos» a la nave. Vamos, que el juego entraba por los ojos en menos de un segundo. El sonido sigue siendo una incógnita, ya que los auriculares no funcionaban, por lo que aún toca esperar para ver el trabajo en los disparos o la banda sonora.

En definitiva, Killzone: Shadow Fall me ha dejado unas primeras impresiones muy positivas, ya que se aleja del «pasillismo» de muchos otros FPS y de anteriores entregas para dar pie a más libertad por parte del usuario. Todo aderezado con unos gráficos de auténtica aúpa. Sé que por lo demás, estamos ante un shooter más y que no trae nada realmente novedoso, pero la demo era divertida y espectacular, con que se nota que vamos a estar ante un auténtico torrente de acción y diversión en este gran exclusivo de lanzamiento.

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