Dragon’s Dogma parece, a priori, el intento de cautivar a los mercados occidentales que se resisten a los encantos de la saga Monster Hunter, pero que en Japón goza de hordas de fans. Aún es pronto para emitir un veredicto del juego, puesto que sólo hemos tenido acceso a la demo del mismo (lanzada el día 24 en Xbox LIVE y el día 25 en PlayStation Network), pero aquí os dejo con las impresiones que he podido sacar del juego tras haberla completado en varias ocasiones.
Como comentaba en la introducción, Dragon’s Dogma bebe de Monster Hunter, una de las sagas estrella de Capcom y que goza de muy buena salud en Japón. Pero claro, la gente del País de las Maravillas del Sol Naciente tiene unos gustos diferentes a los occidentales, y por ello los juegos que allí arrasan no tienen por qué triunfar en nuestras fronteras (algo que también sucede a la inversa, obviamente). De hecho, aunque Monster Hunter se defiende por estas tierras, los resultados que cosecha son muy distintos a los de su país natal, por lo que es lógico que Capcom quiera seducir a los jugadores del resto del globo con una propuesta que resulta familiar, pero distinta a la vez. Pero dejemos tanta palabrería y pasemos a lo que importa, que es lo que encontraremos en esta demo: dos escenarios jugables y un editor de personajes.
En el primer escenario, que servirá de tutorial, se nos pondrá en la piel de un caballero con la misión de acabar con el dragón que está aterrorizando a una ciudad cercana. Esto, por cierto, pertenece al prólogo del juego y se sitúa años antes de la aventura principal. Una vez empecemos a jugar, se nos enseñarán los conceptos básicos (cómo usar la lámpara, nociones básicas de combate, etc.) y deberemos acabar con diferentes bestias enemigas con la ayuda de nuestros seguidores (inicialmente contamos con uno pero tras avanzar un poco y ver por primera vez al dragón podremos convocar dos peones más para que nos ayuden) y servirá para familiarizarnos con los controles, que debo decir que si bien no son muy confusos (ayuda bastante tener los botones en pantalla con la acción que realiza, tal y como sucede en Assassin’s Creed), pero sí son algo complejos.
Eso sí, esta versión no nos dejará enfrentarnos al dragón, pero en su lugar nos dejará con un duelo contra una quimera. Lo más interesante de este enfrentamiento es que dependiendo de qué zonas ataquemos, provocaremos más o menos daño a nuestro oponente y, lo más importante, dañaremos unas partes de su cuerpo u otras, pudiendo eliminar primero el cuerpo de león (para acabar con sus ataques físicos), la cabeza de cabra (para terminar con su magia) o la cola de serpiente (para dejarla indefensa ante los ataques traseros y laterales).
Por contra, en el segundo de ellos, controlaremos al personaje que hemos editado anteriormente para acabar con un grifo (no, no me refiero al de vuestro lavamanos, sino a la bestia mitológica con cuerpo de león y cabeza y alas de águila), y esta será la verdadera prueba para el jugador. En esta ocasión estaremos en una pradera de grandes dimensiones, pero que no podremos visitar completamente (la demo no nos dejará avanzar pero nos dice que comprando el juego completo podremos visitar más partes del escenario). En ella nos enfrentaremos a un pequeño grupo de goblins y, después, al grifo que comentaba anteriormente. Para ello podremos usar el nuevo equipo del que disponemos (dos espadas cortas muy veloces y un arco, en lugar de la espada y el escudo que usábamos en la primera parte de la demostración), así como beneficiarnos de las habilidades de nuestros peones (especialmente útil resulta una habilidad del mago que nos acompaña, que dotará de fuego nuestros ataques, elemento al que el grifo es más vulnerable). Muy espectacular todo, sobretodo si decidimos agarrarnos al grifo antes de que empiece a surcar los cielos con nosotros a sus espaldas mientras le golpeamos ferozmente.
Para terminar con estas impresiones, comentar que el editor se muestra bastante completo, pudiendo crear multitud de personajes gracias a los diferentes parámetros a modificar (sexo, altura, peso, peinado, rasgos faciales…). Aquí editaremos nuestro protagonista y al peón que nos acompañará, pero todo de un modo sencillo. Lo mejor de esto, sin duda, es que los personajes que creemos en la demo podremos importarlos a la versión final del juego, así que os animo a toquetear las características de los avatares.
Recordad que Dragon’s Dogma se pondrá a la venta el próximo día 25 de mayo para PlayStation 3 y Xbox 360. Yo no me lo perderé… ¿y vosotros?
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