Con el predominio actual de los shooters militares más «holywoodienses» a lo Call of Duty o con los rivales de turno de EA y demás, no era de extrañar que la gran mayoría de juegos de acción táctica se acercaran más a la acción directa. Es por eso que tras tanto retraso y cambio con Ghost Recon: Future Soldier, uno ya no sabía muy bien qué es lo que nos encontraríamos. Si recordamos Splinter Cell: Conviction, la acción tipo película dejó casi en un segundo plano el sigilo característico de la saga, por lo que ¿el regreso de los Ghosts habrá corrido la misma suerte y por tanto, perdido parte de su seña de identidad por el camino?
El juego se sitúa en un futuro relativamente cercano. Un equipo de los Ghosts es asesinado tras detener un convoy que llevaba una gran bomba hacia EEUU, por lo que otro escuadrón tiene que tomar el relevo para acabar con el grupo detrás de este atentado y vengar así la muerte de sus compañeros.
El argumento intenta humanizar a los cuatro protagonistas con pequeñas escenas entre misión y misión de una forma que me ha recordado ligeramente a la serie de televisión «The Unit», lo cual es una gran idea. Por desgracia, su ejecución es lamentable, y nos quedamos con una historia muy básica, poco atractiva y que no es más que una excusa para ir por todo el mundo para acabar con los malos de turno.
Jugablemente, ese componente táctico característico de la franquicia se ha visto reducido todavía más. Si en Jungle Storm (el primero de la franquicia que probé) había infinidad de comandos, en Ghost Recon 2 se vieron simplificados, algo que aumentó en Advanced Warfighter, pero siempre manteniendo la necesidad de planear al dedillo cada movimiento para no acabar abatido a las primeras de cambio.
Pues bien, en esta entrega directamente no podemos dar órdenes a nuestros compañeros salvo en los momentos de sigilo, un aspecto que se ha comido a la planificación táctica. De esta forma, y gracias a múltiples gadgets como drones aéreos y terrestres para localizar enemigos, sensores, visión magnética o la posibilidad de ser casi invisibles, el pasar desapercibido se convierte en algo imprescindible para pasar algunos de los niveles con mayor facilidad, siendo incluso un requerimiento en algunas ocasiones.
Junto a los ataques cuerpo a cuerpo sigilosos o los disparos a bocajarro, tenemos la opción de realizar ataques coordinados para acabar con hasta cuatro enemigos al mismo tiempo y que los demás soldados cercanos no se den cuenta. Ésta es la única orden que podemos dar a los compañeros, lo cual resulta bastante decepcionante teniendo en cuenta el pasado de la saga.
Quitando esta decepción, el modo campaña es realmente bueno y muy variado, ya que a lo largo de las 12 misiones (que nos durarán unas 8-10 horas y presentan múltiples desafíos para aumentar la rejugabilidad) pasaremos de una zona de sigilo a otra de acción pura y dura a otros momentos de película como sacar a un rehén disparando a los montones de enemigos que nos rodean con explosiones de fondo por doquier. Incluso en una fase contaremos con un tanque con patas bastante compacto en nuestro escuadrón para indicarle los objetivos a los que disparar.
Para ayudar al dinamismo en los tiroteos y la infiltración, el juego cuenta con el mejor sistema de coberturas que nos podemos encontrar en cualquier shooter en tercera persona. Con apuntar al siguiente parapeto y mantener pulsado el botón «X» (o «A» en Xbox 360), nuestro personaje irá corriendo para ocultarse. Así, la acción se mantiene en constante movimiento.
Algo muy importante a la hora de afrontar cada nivel es el armamento que llevamos, teniendo infinidad de opciones para personalizar cada arma hasta el detalle más enfermizo, como el gatillo, el cañón, el sistema de cases, mirilla, etc. Todo se realiza desde «Gunsmith», algo que también se puede hacer desde la aplicación del juego para Android e iOS. Además, las pruebas de las mejoras y la completa personalización se puede hacer con Playstation Move en PS3 o Kinect en 360.
La IA aliada es muy buena, ya que es efectiva, si somos abatidos nos irán a reanimar al poco tiempo, y nunca serán descubiertos si es que no lo queremos. Aun así, hay algunos problemas bastante frustrantes, ya que hay momentos en los que hay que esperar a que los cuatro Ghost estén en una posición concreta para poder pasar a la siguiente zona del nivel. Pues bien, no será demasiado raro que algún compañero no llegue y se quede atascado si es que hemos ido demasiado rápido, o incluso que el juego no nos devuelva el control una vez acabada la pequeña cinemática de transición. Sin duda, es algo que debería estar más cuidado, y aunque se puede solucionar reiniciando el punto de control, sigue fastidiando a lo grande cada vez que sucede. Por suerte, para paliar el primero de los problemas tenemos la opción de jugar toda la campaña con otros tres amigos a través de internet.
En cuanto a los enemigos, suelen actuar en equipo, se mueven eficientemente entre las coberturas e intentan flanquearnos a la más mínima ocasión. Aun así, hay momentos en los que cuando nos han rodeado por completo y se han colocado literalmente a nuestra espalda, por alguna extraña razón se quedarán parados y no nos atacarán. Vale que eso facilita las cosas, pero como que rompe la intensidad de los tiroteos de una forma brutal.
Junto al modo campaña tenemos el modo Guerrilla, que es en esencia el modo Horda al estilo Ghost. De nuevo, podemos jugar con hasta tres amigos (o incluso con uno a pantalla partida desde la misma consola) para sobrevivir a oleadas cada vez más complicadas de enemigos. Aunque antes de los tiroteos, siempre tocará hacerse con una zona de forma sigilosa, para luego aguantar frente a todo lo que nos lancen. Para lograr este objetivo dispondremos de rachas al superar rondas, recargas de armas y granadas entre oleada y oleada. Es un modo muy entretenido, y duradero si nos proponemos superar las 50 oleadas.
Pero la verdad es que el modo multijugador principal es el competitivo para hasta 12 jugadores, que ya demostró lo bien que funcionaba en su beta hace unos meses. En esencia, contamos con cuatro modos de juego: Conflicto (los dos equipos luchan por completar varios objetivos), Señuelo (un equipo ataca y otro defiende varios objetivos, siendo uno el verdadero que activa el objetivo verdadero), Sabotaje (el típico modo de plantar una bomba en la base enemiga) y Asedio (un equipo ataca unos objetivos que el otro defiende con vidas limitadas para los atacantes). La cifra de modos es realmente decepcionante tras la ingente cantidad que había en Advanced Warfighter 2, pero al menos son la mar de divertidos.
Como en los shooters online, todo lo que hagamos nos hará ganar experiencia, con la que subir de nivel las tres clases disponibles (explorador con los rifles de francotirador, ingeniero con las escopetas y fusilero con los rifles de asalto). Lo bueno es que al subir de nivel únicamente nos darán puntos de desbloqueo con los que comprar los accesorios que queramos para nuestras armas (además de ir desbloqueándolas, claro está), haciendo que la evolución de cada clase sea más bien decidida por nosotros.
Algo que me ha gustado mucho del multijugador es que los modos están diseñados para que, o jugamos en equipo, o podemos darnos por muertos. Por ejemplo, si vamos en plan Rambo, es muy probable que un rival nos elimine, o peor, nos noquee temporalmente para piratear nuestra base de datos y dar al enemigo la localización de todos nuestros compañeros durante un breve espacio de tiempo. Así que aunque le falten modos de juego, el multijugador es una verdadera delicia que se ve muy beneficiado de la gran conexión y estabilidad durante las partidas para ofrecernos unos tiroteos muy emocionantes.
Gráficamente, el juego luce la mar de bien, pero hay momentos en los que se ven fallos bastante graves. Por un lado, los Ghosts y los personajes principales tienen unos modelos y unas animaciones muy cuidadas. Sin embargo, cuando llega la hora de mostrar algún que otro ciudadano en los poblados que visitamos, vemos los mismos civiles una y otra vez, y con una calidad muy cuestionable. Lo mismo pasa con las texturas y efectos, pudiendo ser muy espectaculares en su mayoría, para de repente encontrarnos con algunos elementos del escenario que son demasiado pobres. Pero claro, eso no es nada con las cinemáticas entre misiones, que tienen unas caídas de frame brutales, no son del todo fluidas, y presentan algún filtro extraño que hace que luzcan realmente mal.
El sonido sale mucho mejor parado, con unas buenas melodías para hacer más intensas las escenas de acción, y un gran doblaje al castellano de todas las voces.
Conclusión
Ghost Recon: Future Soldier es una gran shooter, pero no tanto un gran Ghost Recon. Si bien es cierto que el modo campaña es largo, variado y muy divertido, la enorme reducción de las opciones tácticas a favor del sigilo (no paro de preguntarme por qué no le dieron este énfasis en Splinter Cell: Conviction) hace que el juego pierda parte de la seña de identidad de la franquicia, y eso es lo que más decepcionará a los seguidores de la serie.
Si no os importa este aspecto, os encontraréis con un genial juego con múltiples opciones para pasarlo en grande por uno mismo o a través de internet con los modos cooperativo y competitivo, ya que aunque no es un Ghost Recon al 100%, sí que se trata de algo ligeramente diferente a la gran mayoría de shooters, y eso es algo muy de agradecer en un género tan sobreexplotado como lo es este.
Lo mejor
- Modo campaña largo, variado e intenso.
- La IA aliada y el sistema de coberturas.
- Los gadgets que hay nuestra disposición.
- Los modos multijugador…
Lo peor
- … aunque sean más reducidos que en la anterior entrega.
- Pésima historia.
- Errores gráficos y cuelgues.
- La gran reducción del componente táctico del juego a favor del sigilo.
Ficha
- Desarrollo: Ubisoft
- Distribución: Ubisoft
- Lanzamiento: 24/05/2012 (28/06/2012 en PC)
- Idioma: Castellano
- Precio: 69,95 € (59,95 € en PC)
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