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Metal Eden

Está muy bien vivir grandes historias, salvar interesantes mundos lleno de personajes memorables… Y otras veces, sólo apetece liarse a tiros contra montones de cyborgs con el musicote sonando de fondo. Esto es lo que me ha pasado con Metal Eden, el nuevo título de Reikon Games (autores del genial RUINER) donde combinan esencialmente el parkour de Titanfall con la intensidad de DOOM y ofrecen unas mecánicas únicas de camino.

Es la clase de shooter que hace falta, que sabe ir al grano, y aprovecha su faceta de AA para ofrecer una experiencia intensa a más no poder. Así que preparad vuestro jetpack y arsenal, que la lucha por la humanidad en el espacio da comienzo.

¿A alguien le importa la historia?

Siempre suelo intentar prestarle atención a la historia en los juegos. Incluso cuando es mediocre, quiero enterarme de lo que está pasando e intentar conectar con el conflicto o los personajes. ¿En Metal Eden? Ni un poquito. La premisa es que debemos salvar a la humanidad, cuya mente digitalizada está en una especie de prisión con varios cyborgs impidiendo su liberación… O algo así.

El juego claramente quiere intentar contar algo, ya que hay varias escenas CGI de grandes valores de producción, e incluso hay montones de diálogos entre las arenas de combate. Pero mi cerebro no le prestó ninguna atención, sólo disfrutaba de las frases edgy que soltaban los personajes, y cuando en la escena final parece que de repente todo había cambiado porque patata, me quedé con cara de idiota pero habiendo disfrutado de la batalla final.

¿Va a afectar a nuestra experiencia? Ni un poquito, ya que aquí lo importante es la acción, con toda la trama siendo casi un ruido blanco que nuestro cerebro omitirá por completo. Al menos, sirve para llevarnos por varios escenarios entre ciudades súper futuristas o planetas arenosos, que nos proporcionan combates tan variados como espectaculares.

¿Por qué luchar contra las máquinas malas? Porque es divertido. Cualquier otro motivo sobra

Protege tu núcleo

Nada más empezar, se ve que la movilidad es increíble en Metal Eden. Como si esto fuera Titanfall, podremos correr por las paredes o incluso usar el jetpack para planear o realizar esquivas. Así que nada de quedarnos quietos, o nos dejarán como un colador en los combates. ¿Las armas? Increíblemente satisfactorias. Incluso el subfusil inicial tiene una pegada espectacular, y ya ni digamos de la escopeta, recibiendo una inyección de serotonina en nuestro cerebro tras cada disparo.

Esto ya da de por sí una combinación de parkour e intensidad a lo DOOM, pero es sólo la base sobra la que el título construye sus mecánicas únicas. En Metal Eden podremos arrancar el núcleo de nuestros robóticos enemigos, matando automáticamente al rival, y pudiendo usarlo como una granada improvisada. Su otro uso es potenciar nuestra velocidad, acabando el efecto tras unos segundos o al lanzar un súper puñetazo.

¿Cómo aprovechar al máximo esta mecánica? Con enemigos que son débiles a estas habilidades. Los cyborgs con armadura apenas recibirán daño de nuestras balas, teniendo que primero quitarles el escudo, y para ello el súper puñetazo es de las mejores tácticas. Combinando las diferentes armas con la mecánica del núcleo y nuestra alta movilidad, se consiguen unos tiroteos frenéticos a más no poder, que se vuelven todavía más espectaculares gracias al musicote rollo tecno que sonará. La unión de estímulos visuales, sonoros y jugables es increíble, dando algunos de los mejores momentos que he vivido en un shooter desde DOOM Eternal o Destiny, y eso son palabras mayores.

Llevar estas bombas en su interior me da que no es muy seguro. ¿Pasó la cadena de montaje la inspección correspondiente?

El problema de la energía

Durante la campaña, hay una buena progresión a nivel de desbloqueos para ir añadiendo nuevas herramientas para el combate. Pronto recibiremos las granadas congelantes, ideales para mantener a raya unos cuantos enemigos mientras priorizamos otros. O incluso recibiremos las armas de energía… que también son capaces de aniquilar los escudos enemigos.

Aquí Metal Eden nos da más formas de luchar contra los enemigos con escudo, lo cual está bien, pero acaba canibalizando la mecánica del núcleo. Si podemos hacer lo mismo con unos cuantos tiros, ¿para qué liarnos con el súper puñetazo? Sobre todo cuando conseguimos el arma que es una especie de arco de energía, ya para la mitad de la aventura. Al menos, el título nos sigue animando a ir cambiando entre las armas físicas y de energía para hacer más daño a la salud o la armadura, para así ir usando todo nuestro arsenal.

El diseño de las arenas de combate es excelente, recordándonos a los arena shooters de antaño, con la armadura, salud o munición reapareciendo a los pocos segundos, y motivándonos a ir luchando a su alrededor para mantenernos con vida. Los diferentes tipos de enemigos nos muestran rápidamente si tienen armadura o no, con que la legibilidad es máxima, y todo se convierte en un brillante baile de balas, puñetazos, núcleos, granadas y rayos de energía.

Nada da más gustirrinín que un escopetazo y ver cómo el enemigo sale volando por los aires entre montones de partículas

El arte de seguir matando

Aunque las armas en su estado básico son ya de por sí la mar de potentes, con el polvo que consigamos al acabar con los enemigos y explorando los escenarios, podremos mejorar las armas en varias tiendas que aparecerán a lo largo de los niveles. Estas mejoras no serán sólo una mejora en las estadísticas, sino que cambiarán por completo su aspecto y nos darán una nueva funcionalidad. La escopeta podrá añadir un disparo concentrado capaz de aniquilar el escudo de los rivales, mientras que la pistola lanzará misiles teledirigidos o una de las armas eléctricas podrá sobrecargarse para luego liberar esa energía en forma de poderosa onda.

Al tener dos maneras de evolucionar cada arma, nos permite cierto grado de personalización. Lo mismo ocurre con el árbol de habilidades de Metal Eden, potenciando las habilidades de la mecánica del núcleo, la potenciación o la movilidad de nuestra heroína. Así podremos recuperar munición o salud al usar los núcleos (recuperando algo de su utilidad tras la aparición de las armas de energía), reducir a la mitad el tiempo necesario para arrancar más núcleos o mucho más. Son mejoras sustanciales y que nos animan a ser todavía más agresivos, aumentando nuestra potencia de fuego junto a la de los enemigos a medida que avanzamos en la historia.

Los momentos de fantasía de poder máxima con la gatling son oro

Otro aspecto que me ha gustado es cómo, a pesar del frenetismo en general del título, también hay momentos más «tranquilos». La exploración en busca de más polvo, módulos de mejora o incluso vidas extra (todo muy arcade, sí), nos anima a salir del camino principal, con recompensas jugables en vez de piezas de un lore que no le interesa a casi nadie. Al combinarse con secuencias de plataformeo para romper el dinamismo de los tiroteos constantes, momentos más de chapa mientras disfrutamos de grandes vistas, pequeños rompecabezas o escenas de acción que cambian la dinámica ligeramente (no siempre con acierto, todo hay que decirlo), se consigue un ritmo impecable, que nos motiva a seguir avanzando un nivel tras otro hasta llegar al final a las 6-8 horas.

Incluso hay un par de niveles donde se introduce una mecánica nueva, y se ve que la protagonista de Metal Eden es una fan de Samus Aran de Metroid… ¡nos podemos convertir en bola! En estos mapas algo más amplios se introducen nuevas mecánicas y tipos de enemigos para que vayamos cambiando entre la forma de bola y la de humana, de nuevo, aportando variedad para que no hagamos lo mismo siempre, y haya cambios en nuestra constante matanza de cyborgs.

Y el premio para el mejor cosplay de Samus Aran va para…

La belleza del futuro

Lo que es una constante en Metal Eden es lo rematadamente bonito que se ve. Su mundo futurista que mezcla las ciudades más modernas y «limpias», con la suciedad de otras zonas más oscuras o la parte «minera» de uno de los planetas, crea un mundo del que igual no nos hemos enterado nada, pero que da gusto ver. Pese a no estar ante un AAA, la dirección de arte y los valores de producción son sorprendentes.

Porque sí, los momentos en los que nos sueltan la chapa al ir deslizándonos entre zonas puede que no sean los más divertidos, pero justo suelen aprovechar para mostrarnos entornos que ayudan a crear una mayor escala para este conflicto. La iluminación, el uso de materiales metálicos por todas partes y las partículas crean un universo que entra por los ojos, con esa ciencia ficción dura al estilo de RUINER, pero sin ser tan cyberpunk.

Ni idea de por qué estamos aquí, pero a disfrutar de tremendas vistas

Algo también fundamental es que, pese a todo lo que habrá en pantalla siempre entre enemigos, efectos y el propio entorno, todo resulta increíblemente legible. Sabremos rápidamente qué enemigos tienen escudo, las zonas por las que correr por la pared, las plataformas de salto o los puntos de reaparición de la salud o munición. Esto ayuda a que el brilli-brilli mejore la acción en vez de ponerse en medio de nuestro disfrute, y sólo faltaría que el rendimiento fuera perfecto. En PS5, con el modo Rendimiento activado, los 60 FPS no son constantes. Hay alguna caída en los momentos más intensos, y si bien no es algo grave, estaría bien que terminara de pulirse en este aspecto.

La parte sonora también es excelente. Los actores de voz en inglés lo bordan, y aunque no les atenderemos mucho, mola coger alguna de sus frases sueltas, que son intensitas, edgy y muy de los 2000. Lo mejor es, cómo no, la banda sonora y los efectos de las armas. Son piezas fundamentales para darle más intensidad al combate, ya sea dando más peso a cada uno de los disparos para reforzar el gunplay, o para que entremos en «la zona» y sólo queramos seguir matando con estilo al ritmo de tremendos temazos.

Conclusión

Metal Eden es fácilmente de los mejores shooters de este 2025. A nivel de gunplay es increíblemente satisfactorio, al hacernos rotar entre todo nuestro arsenal mientras no paramos de volar por el escenario haciendo frente a cyborgs a los que llenamos de plomo, arrancamos el núcleo o una mezcla de todo. Audiovisualmente es un espectáculo, y su frenético ritmo te atrapa desde el principio hasta el fin.

¿Hay aspectos que se podrían mejorar? Desde luego, como una narrativa mejor integrada o contada, para que no se convierta en ruido blanco entre las partes realmente buenas. O aprovechar mejor su mecánica central de los núcleos, en vez de dejarla algo de lado cuantas más herramientas para la masacre robótica nos van dando. Pero son detallitos que no quitan que Metal Eden sea una increíble combinación de parkour, tiros y robots que no os podéis perder, capaz de enamorar a los aficionados a los shooters basados en movimiento y de los arena shooter por igual.

8

  • Visualmente es especacular
  • Gunplay impecable, con incluso el arma básica sintiéndose contundente y poderosa a más no poder
  • Música increíble y que nos hace querer seguir jugando con estilo
  • La mecánica de los núcleos…
  • … Aunque la presencia de ciertas armas acaba restando importancia al elemento más diferenciador del juego
  • La historia es un caos que ni atrae ni parece tener sentido
  • Algunos problemas de rendimiento en PS5

Análisis realizado gracias a un código para PS5 ofrecido por PLAION.

Ficha

  • Desarrollo: Reikon Games
  • Distribución: PLAION
  • Lanzamiento: 02/09/2025
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
  • Precio: 39,99 €

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