
Cuando vi por primera vez Denshattack!, lo único que podía pensar es: «¡NECESITO PROBARLO!». Lo nuevo de Undercoders es básicamente una combinación de algunos de mis juegos favoritos y con un tono arcade fantástico muy de la era Dreamcast o incluso de las recreativas que echo en falta hoy en día. Así que por supuesto, Denshattack! se ha convertido en uno de mis juegos favoritos de esta Gamescom 2025, y con diferencia.
¿Cuáles son los ingredientes de esta combinación tan ganadora y única? Para empezar, la estética de Jet Set Radio. El cel-shading me puede, y al sumar el musicote de Tee Lopes, estaba totalmente dentro, incluso durante las simpáticas secuencias y diálogos que cuentan la historia. ¿Jugablemente? Estamos ante un Sonic mezclado con Tony Hawk. Sólo hay una diferencia: en vez de una tabla, pilotamos trenes. Ver a una locomotora hacer un kickflip es mágico, y ya hacerlo mientras vamos a toda pastilla y esquivamos desprendimientos de rocas o huimos de un volcán en un erupción, ni digamos. Sí, es todo tan loco como suena, porque Denshattack! abraza la ley «si mola, pa’dentro», justo como en la época dorada de los juegos arcade de Dreamcast.
Derrapa o descarrila
Pero vamos a ir más despacio con los trenes, que antes de saltar a la epilepsia, hay que empezar por lo más básico. El mundo de Denshattack! nos traslada a un futuro donde los ricachones viven en urbes aisladas, con un sistema de trenes subterráneo que cubre sus necesidades. Esto ha dejado la red ferroviaria de la superficie lista para que los Denshattackers se disputen su control a partir de competiciones basadas en el estilo y la velocidad.
Nuestra protagonista es la típica joven con talento de los animes que vive tranquila haciendo sus repartos con su trenecito, hasta que le dicen que hay una competición, y claro, ¡a participar se ha dicho! Los diálogos y escenas derrochan tanto carisma como los demás apartados del juego, y me gusta cómo nos van introduciendo a las mecánicas, el mundo, las partes de Japón que iremos visitando, y llegado el momento, introducirnos a nuestros fieros rivales.
Como Denshattack! tiene muchas mecánicas, las primeras fases sirven de introducción a todas ellas. Podríamos decir que estamos ante un juego sobre raíles… Ya que el tren descarrilaría sin ellos. Pero estos raíles no siguen las rutas aburridas a las que estamos acostumbrando. Harán loopings, tendrán saltos constantes, zonas con turbo, etc. ¿Llega una curva cerrada? Nada de frenar, que esto no es Renfe y tenemos que ir a toda pastilla para mantener la eficiencia japonesa. Así que nos toca inclinar el tren en la dirección indicada y «frenar» con uno de los gatillos para el derrape, pudiendo obtener un turbo si lo hacemos bien. Es algo que me recordó a Thumper, pero sin ser giros «violentos», pero molón.

Una tabla de unas cuantas toneladas
También podemos saltar, manteniendo el otro gatillo, y soltándolo… Justo como si tuviéramos una tabla a lo Tony Hawk haciendo un ollie. En el aire es donde podremos hacer varios trucos con el stick derecho, pero sin olvidarnos de la infinidad de obstáculos que nos esperan por el camino. Cómo no, siempre debemos de ir cambiando de carril entre los cercanos o mediante saltos para evitar caminos cortados o coger unos cuantos turbos.
Por separado, estas acciones son ya divertidas, pero al combinarlas, se obra la magia de Denshattack!. Las fases de repente van ganando en complejidad, siendo una gozada ir encadenando acciones, saltos y demás para ir a toda pastilla todo el rato. ¿Es fácil? No del todo, ya que cuesta un poco acostumbrarse a pensar en hacer los trucos, derrapar, saltar y no descarrilar en el intento. Es cierto que hay checkpoints cada dos por tres, para que un fallo no nos castigue mucho… ¡pero ya es algo que nos aleja de la mayor clasificación?
Y vaya si no me piqué para intentar conseguir una «S» o «S+» en todo lo que pude. Incluso hay varios coleccionables en caminos más complicados que requieren que hagamos un «culetazo» (¿o un «trenazo»?) acortando un salto, yendo por carriles más alejados antes de volver al que continúa de verdad, tomando caminos alternativos que fomentan la rejugabilidad, etc. Cuando al final me hice con los controles, ya en el último nivel, estaba totalmente «en la zona», haciéndome uno con el tren. Trucos sin parar, musicote para ir más engorilado todavía y disfrutando de la locura y el espectáculo que iba ocurriendo en la fase sin parar.

Llegando a la estación con estilo
Sólo en unos pocos niveles Denshattack! me tiene totalmente enamorado. He huido de un volcán mientras esquivaba rocas de magma, he aterrizado en una noria que he llevado por el mar mientras arrasaba con todo a mi paso y he llegado a la estación de destino con estilo para gritar un «Fuck yeah!» bien grande.
¡Y esto es sólo el comienzo! Habrá jefes finales, más bandas contra las que enfrentarnos, mecánicas como el grindeo y el wall running. La locura que Undercoders tiene entre manos me encanta, y nunca pensé que diría esto tras cogerle hincha a la Renfe durante años, pero… ¡me gustan los trenes! O bueno, me gustarán cuando Denshattack! salga a la venta, lo que debería ocurrir en primavera de 2026 en Steam, PS5 y Xbox Series X/S, con el billete de Game Pass listo para que todo el mundo pueda disfrutar a todo tren.
Deja una respuesta