Dentro de los juegos narrativos, es imposible no destacar al estudio Quantic Dream. Ya en la generación de PS2 nos trajeron Farenheit (o Indigo Prophecy en EEUU), que fue bastante revolucionario, para continuar en PS3 con el genial Heavy Rain y (personalmente) el más fallido Beyond: Dos Almas. Gracias a estos dos últimos proyectos, el estudio se ha convertido en uno de los más importantes dentro de Sony, y con una mayor presencia de las aventuras narrativas, hay muchas expectativas puestas en Detroit: Become Human.
Para ir calentando motores, el guionista principal del juego, Adam William vino a España para presentar el título y contarnos muchas novedades interesantes antes de poder probar el juego para comprobar lo que nos esperará el próximo 25 de mayo.
Estamos en el año 2038. En este futuro cercano ha habido un gran avance para la tecnología que ha cambiado toda la sociedad: los androides. Gracias a los avances de la IA estos androides pueden realizar todo tipo de trabajos, cuidar la casa como si fuera una chacha, ayudar a criar a los niños, mandarles a hacer recados, cuidar enfermos, etc. Este avance ha hecho que en el mundo de Detroit: Become Human muchos puestos de trabajo se hayan perdido, lo que ha creado un clima social algo tenso entre los que creen que el avance traído por los androides es necesario, y los que están claramente en su contra.
Al inicio del juego, varios androides empiezan a tener consciencia prácticamente humana, siendo este suceso el principal eje narrativo del juego. ¿Se les puede considerar humano, o se debe eliminar a estos androides divergentes? Cómo verá la sociedad y el mundo a los androides a partir de estos eventos dependerá por completo de las acciones del usuario, algo en lo que Adam hizo mucho hincapié. Por este motivo, considera que Detroit: Become Human es un drama interactivo, teniendo mucha repercusión todo lo que vayamos haciendo durante la aventura. De hecho, al acabar cada escena veremos una especie de diagrama de flujo donde podremos comprobar las opciones adicionales que podemos tomar, para así tener un mayor entendimiento de la importancia de nuestras acciones y cómo se va ramificando la trama. Tranquilos, que aunque veamos ramas, si no la hemos desbloqueado no veremos lo que ocurre en cada posibilidad, lo cual es algo que me preocupaba bastante cuando nos hablaron de esta opción.
Nosotros controlaremos a tres androides divergentes que tienen sus propios objetivos. Por un lado tendremos a Markus, que se convertirá en un revolucionario a favor de los derechos de los androides. Luego está Kara, que tratará de hacer todo lo posible por proteger a la niña Alice. Por último está Connor, un androide de última generación de CyberLife (la compañía que se ha hecho rica por fabricar androides), que tiene como objetivo acabar con los androides divergentes, por lo que a través de él veremos el mundo desde la perspectiva humana que quiere mantener el status quo de humanos y máquinas.
La diferencia entre los tres protagonistas de Detroit: Become Human no está solo en sus respectivos objetivos, sino en muchos aspectos técnicos. La cámara empleada se centra en la temática de cada trama individual, usando algo más personal como una cámara cercana a la de un móvil para las secciones de Kara, una muy fría con Connor, y una más épica para Markus. Incluso cada personaje tiene un compositor para su banda sonora, por lo que habrá diferencias notables entre cada uno.
A pesar de tantas diferencias, las decisiones con un personaje pueden afectar a otro. El ejemplo que nos puso es que si con Markus logramos que la sociedad acepte a los androides divergentes, Kara tendrá más facilidades para sobrevivir en la calle junto a Alice, mientras que la misión de Connor será algo más complicada.
Tras toda esta introducción, finalmente llegó el momento de jugar. Pude probar los primeros 90 minutos de la historia, y voy a comentar mis experiencias sin ningún tipo de spoiler, centrándome solo en situaciones que se han podido ver en los tráilers oficiales.
Para empezar, la experiencia global me ha recordado muchísimo más a Heavy Rain que a Beyond: Dos Almas, al ir rotando entre los diferentes personajes, y teniendo cada uno alguna particularidad. Mis partes favoritas en este tramo inicial fueron las de Connor, ya que sus fases son más de investigar para resolver el caso que tenemos entre manos, con incluso lo que parece ser una dinámica entre compañeros policías gracias al personaje interpretado por Clancy Brown.
Nada más empezar vivimos la situación que se vio en el tráiler en el que tenemos que detener a un androide que ha tomado a una niña como rehén. Esta única escena es un gran ejemplo de la libertad que tendremos para afrontar la mayoría de las situaciones. Al llegar a la escena del crimen, podremos ir directamente al balcón, donde está el androide divergente, pero no entenderemos el contexto de la situación. Si antes de salir para salvar a la rehén investigamos la casa, podremos desbloquear diferentes diálogos, y nuestras probabilidades de rescatar a la joven aumentan. Pero ojo, que si tardamos demasiado, veremos cómo el indicador de las estadísticas para una misión exitosa se van reduciendo, por lo que incluso no hacer nada tiene cierto peso. Otro aspecto muy bueno (que se aplica a todos los personajes), es que ahora al aparecer el icono de hacer algo, también aparece una descripción de la acción, por lo que no usaremos algo sin saber exactamente qué es lo que estamos haciendo.
Al acabar la secuencia, el diagrama de flujo era apabullante, al tener bastantes rutas en función de si cogimos el arma que estaba en el suelo o no, descubrimos el motivo para que el androide perdiera el control, etc. Hablando con otros compañeros que también probaron el juego, varios vimos desarrollos completamente diferentes de algunas secuencias, lo cual me encanta, y parece que estará muy bien resuelto en Detroit: Become Human.
Mientras que las fases de Connor se asemejan bastante a las investigaciones de los Batman: Arkahm (uso de hologramas para recrear escenas incluido), los otros dos personajes no tienen todavía su rol predefinido en las secciones que jugamos. Lo último que probé con Kara cerraba lo visto en su tráiler, donde está en una casa con un padre que abusa de su pequeña, y Alice, a quien queremos proteger a toda costa.
Nuevamente, me pareció increíble todas las opciones que teníamos a la hora de cerrar este capítulo inicial de su historia. Podemos elegir entre hacer caso a nuestro dueño y ver cómo maltrata a Alice, o romper nuestra programación para protegerla. En este último caso, hay muchas opciones también: buscar un arma de fuego, intentar calmar a nuestro dueño, simplemente escapar con Alice antes de que su padre empiece con el maltrato, etc. No sé cómo afectará lo hecho en la casa en el resto de Detroit: Become Human, pero este mini-arco en el que descubrimos la situación familiar de Alice es increíble y con muchos caminos diferentes para llegar a su conclusión. Gracias a Kara también vi cómo funcionaban los QTE en las escenas de acción, que funcionan igual que en Heavy Rain.
Markus se podría considerar spoiler en todo lo que comente, ya que lo mostrado en su tráiler ocurre mucho después de lo que jugué. Básicamente, vemos la semilla que inicia por qué podría intentar luchar por los androides con todas sus fuerzas, aunque al mismo tiempo, su trama es la que menos ramificaciones tiene por el momento.
A nivel visual, Detroit: Become Human luce espectacular en todos los sentidos. Las expresiones faciales y las animaciones tienen una calidad altísima, pareciendo muchas veces que estamos ante una película. Por el momento, el nivel de detalle y el arte me han convencido, aunque sí me pareció gracioso un bug en el que Kara llevaba dos bolsas de basura, pero al abrir una puerta pasa a tener solo una, y acto seguido vuelve a tener dos.
El sonido también es otro punto que quiero destacar. La música de cada personaje me parece muy apropiada, y su toque de ciencia ficción es sencillamente genial. También quiero destacar el doblaje a nuestro idioma, que con los personajes encontrados hasta la fecha, es sobresaliente. Igual Alice puede destacar un poco negativamente, pero dado lo poco que habla en este inicio, habrá que comprobar si termina por cansar a la larga, o no.
Tras Beyond: Dos Almas era algo escéptico con Detroit: Become Human, pero tras esta toma de contacto me ha conquistado sin remedio. Las sensaciones recuerdan muchísimo a Heavy Rain, por el tratamiento de la historia de ir variando de personaje hasta la forma de interactuar con el entorno y superar las escenas de acción. El tratamiento de la historia me tiene enganchado, y es una auténtica delicia comprobar cómo desde el principio podemos ver escenas bastante diferentes en función de lo que vayamos haciendo.
Todavía está por ver si estas decisiones afectarán a largo plazo, pero incluso si no es así, está bastante claro que vamos a vivir un viaje emocional muy interesante junto a Connor, Kara y Markus. Así que, si os gustan las aventuras narrativas y/o la ciencia ficción, muy atentos a Detroit: Become Human, que tiene todas las papeletas para convertirse en la mejor obra de Quantic Dream hasta la fecha y en otro de los grandes de 2018.
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