La saga Call of Duty se ha adentrado mucho en el futuro con sus últimas entregas, ofreciendo una experiencia llena de saltos, carreras por la pared y hasta «superpoderes» gracias a la tecnología más futurista. Esto no me disgustaba, pero a muchos sí, empezando a crear algo de fatiga con esta ambientación, lo que hace la vuelta a la Segunda Guerra Mundial de Call of Duty: WWII haya llegado en el momento adecuado.
Uno de los pilares de cada entrega de la saga ha sido siempre el multijugador, y como en los últimos años, ya hemos podido probarlo gracias a su beta privada. Este año es casi más importante que nunca, para ver si la vuelta al pasado es un paso atrás para la franquicia, o si ha sido la decisión correcta el volver a los orígenes.
Como en la entrega del año pasado, al entrar al juego tendremos que seleccionar una unidad a la que alistarnos, aunque la división me parece mejor llevada. En esta ocasión, podemos unirnos a la unidad de infantería o a la aerotransportada, teniendo cada una unas peculiaridades que las hacen mejor para situaciones concretas. No llegan a ser clases como en un Battlefield o similares, sino que simplemente si estamos en una unidad podremos tener acceso a la balloneta, en otra unidad podremos usar una escopeta con cartuchos que incendian a los oponentes y cosas así. Son básicamente perks extra, que le dan un toque diferenciador a Call of Duty: WWII respecto a otros juegos de la saga.
La gran novedad en cuanto a modos es Guerra, que intenta coger un enfoque más propio de una campaña a una partida multijugador, al plantearnos una serie de objetivos en sucesión para los Aliados y el Eje. En el mapa de la beta, los Aliados tienen que intentar recuperar una zona, construir un puente, destruir un depósito de municiones y escoltar a un tanque, al más puro estilo Overwatch. En el bando del Eje, el objetivo es aguantar durante el tiempo indicado sin que completen el objetivo los oponentes, teniendo que retirarnos en caso de que lo hagan, reiniciando así el contador. El equipo vencedor de la partida es el que cumpla más objetivos en el menor tiempo posible tras dos rondas en las que haremos de Aliados y del Eje.
El mapa es bastante lineal, apostando más por una gran longitud en el escenario que por una gran anchura. Esto hace que se creen grandes cuellos de botella, en especial en las zonas donde están los objetivos a cumplir, lo que permite crear escenas muy espectaculares mientras defendemos con uñas y dientes el área, o en el caso contrario, lo atacamos.
Algo que me ha gustado es que en este modo no hay ninguna racha de bajas, sino que hay de vez en cuando recursos que llegarán. Al mismo tiempo, hay en el escenario varios puntos que se pueden reparar o destruir para conseguir una ventaja estratégica, como torretas fijas o muros. Todo esto hacen que el modo sea un soplo de aire fresco dentro de las modalidades tradicionales de Call of Duty, al premiar algo más el trabajo en equipo que el Duelo por Equipos, pero pudiendo disfrutarlo juguemos solos o con amigos.
Gran parte de la diversión de este modo viene por las propias mecánicas, que son las ya conocidas por los fans de la saga, pero recordando muchísimo a World at War o Call of Duty 2 gracias a las armas. Se siente bien volver a tener más armas toscas y rudimentarias en vez de los grandes rifles futuristas, al sentir más cada disparo. Que haya más armas semiautomáticas o rifles de francotirador de cerrojo también ayuda a crear una experiencia similar y al mismo tiempo diferente a las últimas entregas. Que no haya tantos saltos y todo dependa más de nuestros reflejos es un soplo de aire fresco, aunque eso significa volver a mirar a las entregas de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que sí es algo diferente es que algunas armas tienen mirillas que me parecen algo modernas, como una mira reflex, lo cual no creo que existiera en la época. Aun así, no es algo que perjudique a la experiencia, que es sencillamente genial.
Estar en tiroteos en el modo Guerra luchando por reparar el puente, sabiendo que hay francotiradores y nidos de ametralladora en el lado opuesto, es muy emocionante, al tener que usar cualquier cobertura a nuestra disposición, lanzar granadas de humo para no ser blancos fáciles, y agradecer cada porcentaje que consigamos.
El resto de modos de la beta son algo más típicos, y en ellos sí que hay rachas de bajas. Éstas vuelven a estar basadas en puntos, y no son nada extrañas, pero quedan bien en el contexto de la época. Los mapas del resto de modos me han gustado bastante, al situarnos en Gibraltar y una zona nevada, además de en uno de trincheras. El de Gibraltar es también bastante estrecho, y en Dominación funciona a las mil maravillas para crear tiroteos de lo más intensos por la zona central. El nevado es algo más extenso, y los francotiradores se pueden camuflar muy bien con su entorno. También hay algún que otro nido de ametralladoras, por lo que hay varios puntos clave que pueden beneficiar bastante si se usan con cabeza. El de trincheras se centra principalmente en batallas cercanas, por lo que la escopeta y los reflejos son claves si queremos alzarnos con la victoria.
La progresión en Call of Duty: WWII promete ser bastante clásico dentro de la saga, al ir progresando de rango para desbloquear elementos, pero teniendo en cuenta además los niveles de las armas y de la unidad a la que estamos asignados. Algo que me ha gustado es que con cada nivel conseguimos tokens de desbloqueo, por lo que podremos acceder al equipo que nos interese en vez de al que nos obligue el juego en ese rango, lo cual es un plus. Además, la personalización es más sencilla y directa, por lo que es más fácil realizar cambios en nuestra configuración entre partidas, algo que no siempre era posible en Infinite Warfare por los beneficios de cada skin o accesorio.
Técnicamente, esta beta no llega a sorprender, al ofrecer unos gráficos que no están nada mal, pero que tampoco impresionan al tener juegos del nivel de Battlefield 1 o DOOM. Al menos, todo va muy fluido, y los momentos con escenas de vídeo en el modo Guerra quedan bien. Eso sí, en el mapa de Gibraltar había una zona en la que la textura del suelo parpadeaba, lo cual desmerecía un poco el conjunto. Eso sí, el sonido es genial, con las armas muy potentes y contundentes, además de un doblaje al castellano de las voces de apoyo bastante bueno.
Esta beta multijugador de Call of Duty: WWII me ha dejado muy buenas sensaciones. La vuelta al pasado es justo lo que necesitaba la saga para mantenerse fresca, y parece que lo están haciendo de la mejor forma posible. El modo Guerra es un añadido muy bueno, mientras que la vuelta a la simpleza sin saltos ni gadgets extraños, las armas más toscas pero pesadas, y el buen diseño de los mapas, hacen que esté muy ilusionado por la parte multijugador de esta entrega. Si la campaña y los Zombies están a la altura, podremos estar ante otra grandísima entrega de la franquicia, algo que podremos comprobar el próximo 3 de noviembre cuando Call of Duty: WWII se ponga a la venta.
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