Cuando mencionamos Final Fantasy nos pegamos unos interesantes viajes hacia el pasado, hacia esas entregas clásicas que nos dieron horas de diversión en consolas ya míticas y que en muchas ocasiones acaban cogiendo polvo en nuestros armarios mientras que las compañías lanzan versiones minis apelando a la añoranza. Aunque en una franquicia con tantas entregas cada uno tiene su favorito, es innegable que la séptima entrega supuso un antes y un después en la franquicia, siendo además el primer juego de la misma que abandonaba las consolas de Nintendo para pasarse a la PlayStation y aprovechar la mejora de almacenamiento que proporcionaba el CD frente al cartucho.
Como suele ocurrir también en estas franquicias de éxito pronto vimos cómo fueron saliendo diferentes títulos basados en personajes de la misma o incluso partes adicionales de las entregas principales que funcionaron con un mayor o menor resultado. Hoy me toca hablaros de una versión mejorada de un título lanzado en el 2016 y que suponía traer a protagonistas y monstruos clásicos de las diferentes entregas en un mundo completamente nuevo, hoy os hablo de World of Final Fantasy Maxima.