Era el año 2016 cuando Square-Enix publicó uno de los títulos más extraños y atrevidos que orbitan alrededor de la franquicia Dragon Quest. Si en 2015 ya teníamos una visión un tanto alejada de los clásicos turnos con el musou Dragon Quest Heroes, ahora la división quería subirse al carro de la supervivencia, la construcción y la gestión que en ese momento reinaba de forma indiscutible el todopoderoso Minecraft. En realidad, nunca le ha robado el puesto, dudo que pretendiese hacerlo, pero sirvió de pretexto para publicar uno de los juegos más frescos que recordamos de una maltrecha industria nipona que parecía empezar a resurgir de sus cenizas.
Hoy toca hablar de Dragon Quest Builders, un título que, pese tener más de un año de antigüedad, vuelve a estar en boca de todos gracias a su relanzamiento, esta vez en la exitosa consola híbrida Nintendo Switch. Además de poder probarlo ¡YA! Con una demo gratuita en la eShop, el título trae consigo un extra muy interesante y la mar de importante para moverse con más soltura por las distintas localizaciones del juego. Sin duda una versión más que recomendada gracias a su belleza, sencillez y, si optamos por la versión de Nintendo, portabilidad.