Llevo unas cuantas entregas sin tocar de Assassin’s Creed. Quitando el excelente Nexus VR para Meta Quest, no he jugado a las últimas tres entregas. Su salto al RPG no me disgusta, pero tampoco me atraía como sí lo hacían los juegos anteriores. Esa fantasía de hacer parkour, matar con sigilo desde las alturas y acechar a los enemigos desde las sombras. Así que, os podéis imaginar mi sorpresa cuando salí de Gamescom con unas ganas loquísimas de que salga a la venta Assassin’s Creed Shadows para viajar al Japón Feudal con Yasuke y Naoe.
Por desgracia, no pude jugar como tal, sino que Ubisoft estaba organizando demos en directo, con los desarrolladores jugando y comentando ante el público, y haciéndonos algo partícipes en la acción. Además, no era una demo nueva como tal, sino que era el mismo fragmento de gameplay que mostraron en el Ubisoft Forward hace unos meses. Aun así, esto fue más que suficiente para venderme el juego a lo grande.
Yasuke, el samurái fortachón
El punto más atractivo de esta secuela es que no tendremos a un sólo protagonista, sino a dos: Yasuke y Naoe. Cada uno representará un estilo diferente para la franquicia, entre el moderno más de acción, o el original más de sigilo. Ambos están trabajando juntos para acabar con la corrupción que asola Japón, y en la demo, ya tienen una buena relación entre ambos.
La primera parte de la demo seguía a Yasuke. Era genial ver cómo, al ser un samurái, de color y encima un armario ropero, la gente se aparte de él en la ciudad, tanto con respeto como con miedo. La ambientación de esta parte era increíble, y ayuda a otro aspecto novedoso: no nos dirán claramente dónde está nuestro objetivo. Al hablar con los lugareños descubríamos por dónde se movían los oficiales corruptos, y qué solían hacer. Este sistema de «pistas» pretende hacer que nos sintamos más inmersos en el mundo de Assassin’s Creed Shadows, en vez de seguir indicadores sin ton ni son.
Así llegábamos a la plaza del pueblo, donde estaba nuestro objetivo, y nos podrá decir «amablemente» quién es el que está detrás de la corrupción de la ciudad. Como el sigilo no es una opción para un samurái honorable como Yasuke, se liaba a tortas, ofreciendo combates que se veían bastante satisfactorios. Tras llegar a nuestro rival principal, descubrimos que el responsable de todos los males de la región es el damyo, así que nos tocará adentrarnos en su castillo para asesinarle.
Naoe, la predecesora de Sam Fisher
En la demo daban la opción al público de elegir entre completar este objetivo con Yasuke o Naoe… Y la ninja ganaba por goleada. Con ella, la acción directa no es una muy buena idea. Aunque contamos con la katana y la kusarigama, ella no es tan fuerte como Yasuke, así que aprovecha las sombras. Todo el proceso de infiltración me recordaba muchísimo a Splinter Cell, pero con la agilidad y el parkour propios de Assassin’s Creed.
El resultado no podía ser más espectacular, al aprovechar la mayor libertad que darán los nuevos sistemas de Assassin’s Creed Shadows como la iluminación dinámica. ¿Hay una lámpara que nos pondría al descubierto? Pues la destruimos con un shuriken y a seguir ocultos. Incluso se puede usar una especie de gancho para escalar con mayor facilidad, o tumbarnos en cualquier zona para pasar desapercibos.
Para mantenerse fiel con la realidad, no todos los NPCs del castillo son soldados enemigos que irán a por nosotros cuando nos descubran. Habrá criados que buscarán a los guardias para dar la alarma, estando en nuestra mano si acabamos también con ellos, o los noqueamos llevándolos a salas aisladas… De nuevo como en los Splinter Cell.
Un Japón dinámico para posibilidades infinitas
Esta demo era de por sí de lo más llamativa y se veía de escándalo, pero algo que me llamó mucho la atención fue lo que comentaban sobre el paso dinámico de las estaciones. En Assassin’s Creed Shadows iremos pasando por el invierno, primavera, verano y otoño, lo que afectará al entorno no sólo de manera visual, sino también en las mecánicas. Los lagos no se podrán usar para pasar desapercibidos en invierno al estar congelados, mientras que a los arbustos les faltará hojas como para taparnos en otoño.
No sé cómo tendrá sentido a nivel argumental el paso de las estaciones y los años de manera dinámica, pero en teoría, esto nos permitirá vivir las misiones de manera distinta según en qué época estemos. Suena muy bien, y más al saber que podremos hacer casi todo como Yasuke o como Naoe, dando todavía más posibilidades para que todos juguemos a nuestra manera.
Lo dicho, ya hace unos añitos que había desconectado de la franquicia, pero ha sido ver en directo esta demo de Assassin’s Creed Shadows, y estoy listo para volver a enfundarme la cuchilla oculta. Entre la ambientación, los diferentes estilos de juego y las mecánicas a lo Splinter Cell, esta secuela lo tiene todo para re-conquistarnos a todos, ya estemos al día con la saga o nos hayamos descolgado hace tiempo.
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