Me apasiona la Realidad Virtual y todo lo relacionado con la tecnología. Intento darle un tiento a todos los visores en la medida de lo posible para ver qué ofrecen o cómo ayudan a avanzar el medio. Pero claro, a veces hay un ligerito problema: el precio. Junto a su no disponibilidad en España y su altísimo precio, me había quedado con las ganas de probar Apple Vision Pro. Pero ahí está la Gamescom para remediarlo, ya que he podido testear el visor gracias a Kluge Interactive, autores de personalmente el mejor juego musical en VR, Synth Riders.
Esta toma de contacto empezó con un buen jarro de agua fría: el tema de usar gafas. El visor no está pensado para quien usa gafas… A medias. Cuando se compra el visor, se puede pedir que las lentes estén graduadas. Pero claro, eso crea un problema a la hora de compartir la experiencia con otra persona. En mi caso, sin las gafas veo todo bastante borroso a unos pocos metros, por lo que ya me perdía el tema de la claridad de la imagen. Con esto quitado, tengo que reconocer que me encantó el visor… Pero no para el precio tan alto que tiene. Pero vayamos por partes, que hay bastante para comentar.
Bienvenido nuevo usuario. ¡A configurar se ha dicho!
Apple Vision Pro es un visor que aprovecha al máximo el tracking de manos y de ojos para una experiencia inmersiva. Ahora bien, esto tiene una desventaja: está configurada para cada usuario. Así que, si se pasa el visor a otra persona, el tracking de ojos y de mano no va muy fino, obligando a que cada nuevo usuario tenga que realizar la configuración inicial para ambos tipos de tracking.
La configuración de manos es bastante básica, ya que es suficiente con enseñar nuestras manos al visor, y listo. Con los ojos sí que requiere algo más de tiempo, al tener que realizar varias pruebas para que el software y el visor reconozcan perfectamente los aspectos únicos de nuestra sensual mirada. No son más que unos pocos minutos, pero al igual que con el tema de las gafas, me ha quedado claro que Apple Vision Pro está muy pensado para un único usuario, en vez de poder crear sesiones donde ir pasándose el visor rápidamente, como ocurre por ejemplo con Meta Quest 3 o incluso con PS VR2.
Ahora el mundo real, ahora el virtual
Desde el primer momento se ha dicho que Apple Vision Pro es el inicio de la computación espacial, pero sigue pareciéndome una manera rimbombante de hablar tanto de VR como de Mixed Reality. La gracia del visor es cómo combina ambos mundos de una forma de lo más efectiva. Tenemos una ruedecita en el casco que nos permite ajustar cuánto del mundo real o del virtual veamos.
Pese a estar en el modo VR total, si hay personas que pasan a nuestro lado, veremos su forma al moverse, casi como si fueran un fantasma. Así no nos aislamos completamente del mundo real, y la verdad, queda curioso estar en la Luna pero de repente ver a nuestros amigos hablarnos casi como si fuera un holograma. ¿Quizá he visto demasiado Star Wars? Eso nunca, pero es lo primero que me vino a la cabeza.
Además, al estar en este modo VR, Apple Vision Pro coge nuestras manitas para que las veamos integradas con el entorno virtual. ¿Estamos de noche? Pues las veremos más oscuras. Es algo bastante sorprendente, y sobre todo, muy, pero que muy inmersivo.
Las experiencias inmersivas, la gran killer app
Aunque personalmente lo más importante en un visor es siempre el tema de los juegos, hay que reconocer que son las experiencias inmersivas multimedias lo que más te puede reventar la cabeza con este visor. Probé una de dinosaurios, por la cual se abre un portal ante nosotros con profundidad. Como en todo lo Jurassic, todo empieza bien, viendo a un pequeño y adorable dinosaurio al que no paraba de llamar Piecito de En Busca del Valle Perdido.
Todo se pone más intenso al aparecer lo que creo que es un carnotaurio, que cómo no, atraviesa el portal y se acerca a nosotros. Se pasa de intentar imitar a Chris Pratt para que no nos coma, a parecer que podemos acariciar a la criatura. Sigue nuestras manos y parece dócil, pareciendo real con sus escamas y respirando de una forma que casi parece real. Pero intentamos acariciarlo, ¡y hace un amago de mordernos! Lo hace un par de veces, y pegué un buen sobresalto ambas veces. Mira que he jugado a muchísimas cosas en VR y MR, pero este momento con las Apple Vision Pro se me ha quedado a fuego grabado en la retina.
También hay varios vídeos inmersivos en Apple TV, y de nuevo, son vídeos del estilo de 180º que hay en otras plataformas. Igual no sorprenden tanto, pero incluso sin gafas podía apreciar cómo tenían una mayor resolución de lo habitual, además de ofrecer bastante variedad. Había una grabación de un concierto, partidos de fútbol o baloncesto o incluso «sencillos» vídeos familiares. La idea es trasladarnos a estos momentos épicos, y vaya si lo conseguían. ¿Todo esto lo podríamos ver perfectamente en otros visores? Vaya que sí, pero es un contenido que por ahora sólo lo está haciendo Apple, y tener ese apoyo técnico y financiero por detrás se nota.
Es la hora de bailar sin parar
Pero aquí estamos sobre todo para hablar de juegos, y el único título que he probado del visor es Synth Riders. Forma parte del catálogo de Apple Arcade, y si lo tenéis, es todo un imprescindible. Sea cual sea el visor, que nunca me cansaré de recomendarlo. Así que, he jugado muchísimo al juego en Meta Quest y PS VR2, donde usamos mandos para logran una gran precisión en los mayores niveles de dificultad.
Así que, esto nos deja dependiendo del tracking de manos, que curiosamente, no va tan fino como en Quest, al estar pensado Apple Vision Pro sobre todo para el tema multimedia y no para jugar. Y ciertamente, en los primeros compases, notaba algo de lag entre mi movimiento físico y las bolitas que siguen nuestras manos. Por eso, no hay tampoco 5 dificultades, sino «sólo» 3: Fácil, Normal y Difícil. Nada de Experto o Maestro, por desgracia.
Pero, quitando esos primeros segundos… ¡se juega muy bien! Hecho en falta algo más de feedback, acostumbrado a tener algo de vibración en los mandos al surfear o golpear las notas. En su lugar, han apostado más por añadir más chispas de colores para representar lo bien o mal que lo hemos hecho en cada nota. Todavía echo en falta algo más de feedback auditivo quizá para cuando fallamos, pero ya está.
Synth Riders sin mandos es algo liberador. Te puedes flipar más y sentir el ritmo de la música, para hacer gestos con las manitas al ritmo de «Take on Me» o «Empire of Steel» entre los muchos temazos del juego. ¿Es la mejor versión del juego? No, ya que ese ligero lag y tener menos dificultades se nota, pero vaya si no me lo he pasado en grande bailoteando como si no hubiera un mañana en el vestíbulo del hotel donde he jugado… Bajo las miradas atónitas de algunos que pasaban por allí. ¿El sentido del ridículo? Ya si eso para cuando bajemos de la pista de baile.
Un visor muy chulo… Pero con un precio prohibitivo
Lo dicho, las impresiones que deja Apple Vision Pro son muy, muy pero que muy buenas al probarlas. Seleccionar todas las opciones con una mirada y una simple pinza de nuestras manos es genial. Además, las gafas son ergonómicas y cómodas… Aunque el tener la batería colgandera me sigue pareciendo de chiste.
Quitando eso, es un visor bastante potente, con unas opciones de VR y MR (perdón, computación espacial) de lo más potente. Pero, sus «problemas» al ser un visor tan pensado para una única persona me han dejado algo frío. Así que, ¿está bien? ¡Desde luego! ¿Lo suficiente bien como para gastar los más de 1500 € que cuesta? Personalmente, ni por asomo.
Me queda mucho por probar, como el tema de avatares o la interconexión con todo el ecosistema de Apple... Y no estoy para nada metido en él. Aun así, me alegro que la compañía haya entrado en el mundo de la VR/MR, y aunque Apple Vision Pro no es para mí, más opciones y avances en la industria es justo lo que necesitamos ahora mismo.
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