Cuando se anunció RUINSMAGUS, la verdad es que me esperaba un juego más Visual Novel que otra cosa. Sí, habría combates, pero serían más un trámite que otra cosa, y ni por asomo pensé que serían gran cosa. Es en estos casos cuando me encanta equivocarme, ya que la demostración disponible en Steam me ha roto todos los esquemas. Con este vistazo rápido podemos vivir el inicio de la aventura, que si todo va bien, debería estar a la venta muy pronto tanto en PC como en Meta Quest 2.
La premisa es bastante sencilla: somos unos novatos en un gremio de aventureros que vive de adentrarse en unas misteriosas ruinas. Junto a nosotros también estará una científica novata, la vivaz y alegre Iris. Quiere vivir grandes aventuras, y cómo no, desentrañar los misterios de estas ruinas. No parece que el argumento vaya a ser lo más original del mundo, pero ya en esta demo plantan buenas semillas para enganchar. Los personajes son carismáticos, y van construyendo el universo mediante los secundarios, las propias misiones o las revistas que podemos leer en la zona social.
A nivel estructural, es fácil pensar en Monster Hunter. Cuando estemos en el pueblo podremos visitar las tiendas, explorar, hablar con NPCs y demás. Llegado el momento, tocará aceptar una misión y adentrarnos en las ruinas, hablando con la recepcionista adicta a las galletas, claro. Como se suele decir, si no está roto, no intentes arreglar una fórmula que claramente funciona, al poder notar entre misiones todo nuestro crecimiento.
Pero vayamos a lo importante: ¡el combate! Hay muchas opciones, habilidades y hechizos. De forma básica, contamos con una llamarada que lanzaremos con nuestro guantelete. Hay que cargarlo para hacer más daño, y luego recargarlo, por lo que no basta con apretar el gatillo y listo. Además tenemos el escudo, que me parece tiene un diseño brillante. No sólo sirve para protegernos, sino también para hacer parries. Y sí, es tan satisfactorio hacerlos en VR como en Sekiro.
Encima, sirve como nuestro HUD. Detrás del escudo tenemos una especie de tablet, donde se nos muestra los hechizos y objetos equipados (podemos cambiar entre los que llevemos a la misión), nuestra vida, y cómo no, el estado del escudo. Es de esos detallitos que ayudan notablemente a la inmersión en VR, ya que así se muestra la información de una manera muy orgánica y natural.
Hablando de hechizos, contamos con varios especiales. En la demo desbloqueamos tres: una especie de bomba de racimo para causar daño de área durante un tiempo, una sobrecarga muy dañina pero que nos obliga a detenernos para su carga, y una torreta automática. A todo esto hay que sumar la esquiva y los ataques definitivos. Vamos, que RUINSMAGUS no se anda con chiquitas a la hora de plantear el combate, lo cual me encanta.
Las peleas son muy dinámicas y divertidas. Gracias al uso del parry, la variedad de enemigos y los diferentes hechizos, es fácil pasarlo en grande. Encima, poco a poco iremos creando estrategias. A los enemigos aéreos les dejamos distraídos con la torreta mientras nosotros nos encargamos del bicho pesado terrestre. O al revés. O si lo preferimos, nos ahorramos la bomba de racimo para ser más una bola mágica de demolición con el ataque eléctrico.
¿Lo mejor? Que parece que el juego va a tener una progresión notable. Además de ir comprando objetos en la tienda, parece que podremos mejorar nuestro equipo, acceder a otro nuevo (¿quizá con movimientos nuevos?), y desbloquear muchos hechizos más. Todo esto me parece una traslación muy buena de lo típico de los JRPG, pero a la VR. No en la forma de puntos de experiencia y subir de nivel, pero sí de desbloquear nuevas habilidades a usar en el fragor de la batalla.
Los momentos más destacados son los jefes finales. Sí, los habrá, y son la caña. El primero es más de huir, pero como espectáculo visual, impresiona lo suyo. La chicha está en el segundo, teniendo que poner a prueba todo lo aprendido. Se trata de un mago corrupto, por lo que cuenta con multitud de hechizos, además de bombas de humo para despistarnos. Si RUINSMAGUS logra mantener el nivel de estos jefes finales, va a ofrecer unas peleas épicas a más no poder.
Para rematar todo esto, tenemos un apartado técnico muy llamativo. Sí, algunas animaciones durante los diálogos son muy de Visual Novel, sobre todo con los NPCs que no son Iris. De hecho, ella es la única que tiene expresiones faciales, lo cual puede distraer un poco. Aun así, todo es muy vistoso. En teoría, la versión de Meta Quest 2 se debería ver igual, donde podría destacar incluso más.
La música ha sido otra alegría. No sólo hay temas muy apropiados para esta temática de fantasía medieval, sino que sabe cuándo ponerse cañera. El último jefe de la demo tiene una música muy machacona, que es como me gustan en los JRPGs. Si nos estamos jugando la vida o el destino del mundo, ¡que se note!
Esperaba con ganas RUINSMAGUS porque me gustan las japonesadas y quería más juegos del calibre de ALTDEUS: Beyond Chronos y similares. Por suerte, es algo totalmente distinto: es el equivalente a Final Fantasy en VR. Sí, es algo pronto para decirlo tras sólo una demo de 40 minutos, pero es la sensación que se me ha quedado en el cuerpo. Tenemos un mundo de fantasía, personajes carismáticos, peleas divertidas y ganas de vivir grandes aventuras.
Como fan de los JRPG, llevaba años pidiendo la llegada del género a la Realidad Virtual. Al fin está muy próxima, y encima, parece que va a llegar por la puerta grande.
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