
Blumhouse es una de las mejores productoras del cine de terror, con que cuando han decidido meterse en la industria de los videojuegos, inspiran una gran confianza en los títulos que van a publicar. Porque da igual el estilo de horror que quieran ofrecer, sabes que va a ser algo, como mínimo, interesante. Una de sus primeras grandes apuestas va a ser Crisol: Theater of Idols, el primer juego del equipo español de Vermila Studios, y fue todo un éxito durante la reciente Gamescom 2025.
Con sólo el pequeño fragmento del juego completo, en apenas unos minutos he podido vivir acción muy satisfactoria y única, he vivido intensas persecuciones y me he asombrado por el gran uso de la cultura española. Tomando como base BioShock y Resident Evil VII, este survival horror fue de lo mejorcito de la feria, y puede ser una de las grandes sorpresas de lo que queda de año.
Recursos muy sangrientos
Algo esencial de todo buen survival horror es la gestión de recursos, y ahí es donde Crisol: Theater of Idols introduce un giro fascinante: nuestra vida es también nuestra munición. Las armas se cargan con nuestra sangre, por lo que un disparo fallido no sólo nos deja expuestos a recibir un golpe, sino que tendremos que «recuperarla» gastando vida adicional. Esto le da un toque de tensión extra al combate, y hace que cada botiquín nos dé una oportunidad de seguir luchando o nos mantenga con vida unos momentos más.
La siguiente buena idea del título es que aquí no nos enfrentaremos a zombies o típicos monstruos. En su lugar, son una especie de maniquíes que han cobrado vida. Así que dispararles en la cabeza no los matará, sino que se la reventaremos, pero el resto de su cuerpo seguirá yendo a por nosotros. Esto sí nos da la oportunidad de plantear estrategias en los combates, ya que destruir las piernas nos dará la opción de huir o gestionar mejor a los grupos de oponentes.

Las marionetas de la muerte
La manera en la que se mueven estos muñecos es espeluznante a más no poder, y eso hace que sea más intenso combatir contra ellos. Cómo afecta a sus animaciones la destrucción de sus componentes es tanto macabro como divertido, ya sea con los maniquíes arrastrándose por el suelo, o incluso a veces persiguiéndonos unas piernas con vida, dando algo de comedia entre tanto terror y tensión… Hasta que llega hasta nosotros y nos patea hasta la muerte.
A la hora de combatir, Crisol: Theater of Idols es increíblemente satisfactorio. El diseño de las armas de la demo (un revólver y una escopeta) es espectacular, y cada disparo es increíblemente contundente. Eso hace que cada disparo pegue tan fuerte como debería dado su alto coste. ¿Nos gusta el riesgo o es demasiado arriesgado recargar el arma? Podemos usar el cuchillo, bloqueando algo del daño, o haciendo un parry si tenemos un buen timing. Es algo como último recurso, y si bien también es divertido de ejecutar, está claro que un navajazo a muñecos vivos de madera es menos eficaz que un buen escopetazo.

La sangre es poder, con que ya sea un humano o un animal, ¡a absorber el cadáver!
Cuidado con Dolores
Otra pieza clave de Crisol: Theater of Idols es su increíble ambientación. Estaremos atrapados en la isla de Tormentosa, donde profesan la religión de las sirenas. Obviamente esta religión ha hecho aguas, y nos mandan a investigar qué ha pasado. ¿Y en qué país se sitúa esta isla? En Hispania, que es una versión que combina la historia y el folclore de España.
Como nos comentaba David Carrasco, el CEO de Vermila Studio, querían celebrar nuestra cultura a la hora de crear este mundo de terror, pero sin entrar en la parodia o el exceso, que acabaría quedando fuera de lugar. El resultado es francamente bueno, con todo en español y elementos que podemos identificar de varias décadas. Que el objetivo en la demo fuera llevar al «tablao» era genial, con otros detalles muy originales que aprovechan el idioma, como un cartel luminoso de «Pescados» para la pescadería, con la «S» inicial apagada, mostrándonos que esta isla vive en «Pecado». Es una delicia que haya más juegos que quieran llevar nuestra cultura más lejos, como ya ha hecho Blasphemous estos últimos años, y eso es siempre es motivo de orgullo.

¿Sonará la canción de Los Coches de Choque de Camela en esta feria?
Los propios enemigos y monstruos dirán frases y palabras sueltas en nuestro idioma mientras hablan en inglés. También habrá un completo doblaje a nuestro idioma, pero al ser una demo para un evento internacional, todavía no estaba implementado. Aun así, era otro toque perturbador más, que nos daba una familiaridad extra a este terror, sobre todo cuando aparecía la peligrosa Dolores.
Esta villana es un poco el equivalente a Lady Dimitrescu en Resident Evil Village. Un monstruo enorme que patrullará las calles y nos perseguirá, acosándonos mientras nos llama «Soldadito». ¿Podemos defendernos pegando unos cuantos tiros? Sí, pero será un desperdicio de nuestra salud, causándonos más dolores a nosotros que a ella. Ir abriendo poco a poco puertas por la ciudad, mientras le damos esquinazo y acabamos con otros enemigos en tiroteos que obviamente atraerán la atención de Dolores, es increíblemente intenso.

No me llames Dolores, llámame Lola
Las maravillas de Hispania nos esperan
Ya hace años estaba más que prendado de las bondades de Crisol: Theater of Idols, y es genial ver cómo Vermila Studios ha logrado materializar sus grandes ideas en lo que promete ser un survival horror para el recuerdo. Una ambientación soberbia, una gestión de recursos innovadora que promete hacer el combate más intenso y unos valores de producción de escándalo. El juego lo tiene todo para triunfar una vez salga a la venta este año, así que amantes del género, no le perdáis la pista a esta joya.
Deja una respuesta