Impresiones de RC Rush. Los mejores coches de radiocontrol virtuales

RC Rush

Cuando éramos pequeños, muchos queríamos tener un coche de radiocontrol para hacer el tonto con él, movernos a toda pastilla por circuitos inventados y mucho más. A medida que nos íbamos haciendo mayores queríamos coches más potentes, pero claro, el precio se disparaba, habiendo modelos tan caros (eso sin contar la gasolina), que daba cosa mirarlos, con que la idea de lanzarlo pegando saltos por una zona de obstáculos estaba más que descartada.

Bueno, pues esa sensación de sentirme como un crío con un mando de un coche teledirigido ha vuelto gracias a RC Rush, un título disponible en Early Access compatible tanto con la Realidad Virtual como con los monitores tradicionales. La obra de Tea Monster Games y 4 Fun Studio (dos personas entre ambos, lo cual tiene muchísimo mérito) se centra por completo en los Monster Truck, permitiéndonos conducirlos por lugares tan únicos como el interior de una tumba egipcia, un volcán o incluso recuperar el espíritu de los Micro Machines al pilotar sobre una mesa llena de comida gigantesca. Así que cargad las pilas de vuestros mandos, que la carrera no ha hecho más que comenzar.

Para empezar, aunque he jugado principalmente a RC Rush en Realidad Virtual, el progreso se comparte con la versión en plano, ya que estamos ante el mismo juego. En esencia, contamos con un modo Carrera con más de 100 eventos (habré completado como unos 30, con que todavía me queda mucho por ver), donde iremos desbloqueando nuevos circuitos (hay más de 30) y vehículos para usar en el resto de modos. Aquí tendremos un modo de Exploración (hay mapas exclusivos de este modo, como el de la Luna), Grand Prix (añadido hace cuestión de días), las pruebas individuales y el multijugador, el cual no he podido probar al no haber por ahora mucha gente en los servidores.

RC Rush
Los circuitos con comida son puro Micro Machines, y me encanta

Aun así, lo que importa es la sensación que tenemos al conducir, que es el aspecto que clava RC Rush de una forma que no me esperaba. Estamos ante un título arcade a más no poder, ya que los vehículos nunca se romperán. Aun así, las físicas son bastante realistas, por lo que los coches se comportan como lo haría un Monster Truck a radio control: volcando a la mínima de cambio por su bajo peso y lo gigantescas que son sus ruedas.

Esto crea una dinámica muy interesante, ya que los circuitos están llenos de saltos, desniveles y obstáculos de todo tipo, lo que nos puede hacer volcar en un descuido. Así que nos tocará tomar bien las curvas y controlar bien la aceleración para no salirnos de la pista o acabar como la cucaracha cuando ya no puede caminar. ¿Lo bueno? Que reiniciar el vehículo es instantáneo, por lo que la penalización no es muy grande, animándonos a arriesgarnos como si estuviéramos con un juguete nuevo, ya que total, no se va a romper, y aquí hemos venido para hacer locuras.

Cuando jugamos a RC Rush en VR, lo haremos como si viéramos toda la acción desde una posición alejada de la pista, que sería la misma que tendríamos si estuviéramos ante estos circuitos en la vida real. Es curioso cómo este detalle añade tantísima inmersión a un juego en tercera persona, pero realmente tenía esas sensaciones de cuando era un crío con mi coche teledirigido que me habían regalado por Navidad, estampándolo por todo el garaje mientras intentaba hacer derrapes súper arriesgados. Cambia los derrapes por saltos híper locos, y así tenemos RC Rush.

RC Rush
El uso de los turbos es esencial para salir victoriosos

El diseño de los circuitos además es excelente, al ir ganando en tamaño y complejidad a medida que vamos avanzando en el modo Carrera. Cuando se cruzan varios caminos el caos está garantizado, y me encanta, porque es algo que todos haríamos si jugáramos con coches de radio control. Si al principio podemos verlo todo desde nuestra perspectiva inicial, luego tendremos que ir girándonos físicamente para ver por dónde va nuestro coche, o le perderemos irremediablemente la pista. De nuevo, inmersión máxima pese a verlo todo desde «lejos», pero es precisamente ese ángulo el que nos permite sentir que es nuestro coche de radiocontrol el que estamos pilotando.

Al jugar en plano, este ángulo de la cámara lo podemos mantener, pero claro, sin la inmersión que da la Realidad Virtual. A cambio, podemos usar un ángulo más cenital (sensaciones de Micro Machines máximas), o una cámara trasera para estar directamente en la acción. Esta última igual se podía añadir también al modo VR, porque a la hora de la verdad, es la que mayor precisión nos dará a la hora de pilotar los vehículos. Sí, puede ser «trampa» usarla, pero el circuito del volcán se me estaba resistiendo en VR, pero luego en plano en una dificultad mayor, lo conseguí completar a la primera.

En este sentido, toca hablar de aspectos que estaría bien que se fueran puliendo, como es normal en todo juego de Early Access. Para empezar, RC Rush nos devuelve a la pantalla de selección de evento tras acabar cada prueba, lo cual es un poco molesto si queremos reiniciarla porque hemos perdido. Dar la opción de reiniciar antes de volver al menú sería de gran ayuda, para así ahorrarnos una o dos pantallas de carga, si se logra reiniciar la carrera de manera instantánea. Al ser a veces pruebas de unos 30 segundos, incluso una pantalla de carga de 5 segundos puede ser larga en comparación. Es un problema que también tenía Mini Motor Racing X, con que espero ver aquí su solución.

RC Rush
Esta cámara simplifica muchísimo el juego, aunque nos puede venir bien si una fase se nos atraganta

Después, a nivel de interfaz, en VR cuesta ver el tiempo que estamos haciendo, en qué vuelta estamos o nuestra posición. Hay una especie de cartel superior, pero verlo significa alejar la vista por completo de la carrera, por lo que es algo que nunca haremos hasta que ya hemos acabado la prueba. Una posible solución sería añadir elementos de la interfaz en los mandos de radiocontrol que tenemos en las manos, que sí podremos mantener en nuestro ángulo de visión sin perder de vista la carrera.

La navegación por los menús también puede ser mejorable, sobre todo al jugar en plano. Se nota que todo está pensado para que lo apuntemos y lo clickemos en VR, pero al hacerlo con un mando, tener que moverse por los diferentes items para clickar sobre ellos, en vez de rotar entre los eventos directamente con las flechas, es incómodo a más no poder.

Con los vehículos, al no poder personalizarlos, imaginaos que cogemos uno que también elige la máquina, o al jugar online. No hay cambio de color, lo que puede crear alguna confusión. Poder seleccionar colores o añadirles pegatinas podría hacer que sean más únicos por jugador, además de encariñarnos aún más de ese coche con el que ya hemos hecho morder el polvo a nuestros rivales.

RC Rush

Pero lo dicho, son aspectos lógicos en un Early Access, donde los desarrolladores toman el feedback de los usuarios para ir mejorando el juego. Lo que importa es que, RC Rush perfectamente podría estar a la venta como un título final. Ofrece muchísimo contenido (más de 100 eventos en el modo Carrera, más de 30 circuitos y una buena variedad de coches), técnicamente es genial, pero sobre todo, es increíblemente divertido.

Una de las magias de la VR es cuando te hacen revivir momentos de la infancia, y vaya si no lo ha hecho el título desde el primer momento. RC Rush clava como ningún otro juego hasta la fecha la sensación de estar con unos coches de radiocontrol. A medida que el estudio vaya añadiendo todavía más contenido y puliendo los defectillos que hay ahora, va a salir un juego incluso mejor de lo que ya es ahora mismo. Sé que a veces adentrarse en un Early Access es arriesgado, pero dado lo pulido que ya está todo, lo mucho que ofrece y su bajo precio, RC Rush no podía ser más recomendable para todos los amantes de los coches de radio control, ya sea usando la VR o no.

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