Rock Band Unplugged

    El género musical está experimentando un gran auge en los últimos años dentro del mundo de los videojuegos, y buena prueba de ello son los millones de copias vendidas en todo el mundo entre las dos franquicias musicales más potentes del mercado: Guitar Hero y Rock Band.

    Su éxito en las consolas de sobremesa ha hecho que den el paso a las portátiles. Mientras que la primera saga nombrada ha hecho sus pinitos en Nintendo DS con un par de entregas, ahora Harmonix se propone trasladar toda la genialidad de su franquicia a la portátil de Sony.

    Sin embargo, si la saga de Activision creó un nuevo periférico, Electronic Arts ha desarrollado el título portátil sin necesidad de que tengamos que usar ningún aparato externo. Además, el número de novedades que nos trae esta entrega de la franquicia es envidiable, creando una nueva forma de jugar en la que controlamos a toda la banda simultáneamente. A pesar de esto, ¿habrán mantenido la magia de las entregas de sobremesa?

    Al empezar la partida el juego nos llevará directamente al tutorial, donde se nos enseñarán los conceptos básicos de la franquicia por si este es el primer juego musical que probamos, y lo más importante, nos contarán como controlar el título.

    Como ya hemos mencionado antes, Rock Band Unplugged prescinde completamente de todos los periféricos que han caracterizado a la saga. De esta forma, controlaremos todos los instrumentos con los botones de la PSP. En el tutorial se nos explica cómo las cuatro notas de colores (se ha reducido el número de cinco a cuatro para facilitar la jugabilidad y no hacerla imposible) van bajando en el mástil separadas por unas rayas que indican los compases. Cuando lleguen abajo del todo nuestra labor es pulsar las flechas hacia la izquierda, arriba, el botón tirángulo o el círculo dependiendo de si la nota musical es rojo, amarillo, verde o azul respectivamente. Aunque sobre el papel pueda parecer complicado, la disposición de los botones hace que los colores de la izquierda sean para las flechas, y las de la derecha  se pulsen con los botones, dividiendo así el control de una forma lateral que agiliza el aprendizaje de este nuevo sistema de control.

    Tras adaptarnos tocará la verdadera novedad, tocar una canción con toda la banda simultáneamente. Dado que es imposible pulsar las notas de todos los instrumentos a la vez, los chicos de Harmonix han ideado un sistema en el que tenemos que completar perfectamente una frase de cualquier instrumento (ya sea guitarra, voz, batería o bajo), para que durante un tiempo la máquina se encargue de hacer sonar esa parte de la canción. De esta forma, cuando completemos una frase podremos saltar a otro instrumento con los botones «L» y «R».

    Al principio es cierto que resulta bastante complicado, pero tras estar bastantes horas jugando parecerá que los dedos se mueven solos al ver las notas. Afortunadamente, para que no se nos olviden los botones que corresponde a las notas en los niveles de dificultad «Fácil» y «Medio» aparecen los controles necesarios en cada color, de forma que al comenzar con el juego tendremos una ligera ayuda.

    Además, para saber cuándo se acaba la frase que estamos tocando, ésta aparece entre unas barras blancas que aparecerá rodeando el indicador del instrumento que estamos tocando, y la última nota de esta parte parpadeará para avisarnos de que nos toca cambiar de pista y que no nos pille de sorpresa.

    Como en la mayoría de las canciones hay algún solo de cualquier instrumento, el juego automáticamente nos obligará a realizarlo independientemente de la pista que estemos tocando.

    Gracias a todo este gran sistema de control podremos aprenderemos a llevar el ritmo de nuestras canciones favoritas, aunque como es de suponer, no os enseñará algunas nociones básicas de instrumento alguno como podía pasar con la batería o la voz en las anteriores entregas de la saga.

    El sistema de puntuación ha sufrido unas ligeras modificaciones lógicas respecto a lo que estamos acostumbrados en las consolas de sobremesa. Para empezar, el multiplicador y el medidor de «Éxtasis» (que se va rellenando al tocar correctamente las notas blancas y se activa con la «X» o la flecha hacia abajo) es común para toda la banda (algo lógico considerando que somos nosotros los que la controlamos entera), por lo que no hará falta que tengamos que estar en la pista de un instrumento concreto para activarlo cuando deseemos.

    Con el multiplicador de puntos se ha visto una mejora, ya que ahora no aumenta al tocar un número de notas en concreto, sino que al completar una frase el multiplicador aumentará hasta un máximo de «X5», momento en el que además veremos en pantalla un indicador indicando «Ritmo Total». Además, al completar una frase recibiremos mil puntos que aumentarán teniendo en cuenta nuestro combo. Cuando activemos el «Éxtasis» el multiplicador aumentará hasta un «X11», pudiendo llegar a algunas puntuaciones realmente altas.

    La barra que indica el estado de nuestra banda luce exactamente igual que en las consolas mayores. Sin embargo, ahora podremos recuperar a un instrumento a su máximo nivel completando tan solo una frase. Aunque esto pueda parecer que hace el juego muy fácil, la verdad es que lo complica, ya que si fallamos en un instrumento empezarán a bajar las notas de otra pista y su indicador empezará a descender. De esta forma tenemos que cuidar el estado de cada instrumento musical, ya que si su barra llega al mínimo se eliminará esa pista, con la consiguiente pérdida en la barra de banda que puede hacer peligrar la actuación. Pero, como en las versiones de consola podemos activar el «Éxtasis» para recuperar ese instrumento, aunque tendremos que tener cuidado porque solo podemos hacerlo tres veces antes de perder la canción.

    En cuanto a los modos de juego no nos encontramos con ninguna novedad destacable, por lo que los principales siguen siendo «Partida Rápida» y «Gira».

    En el primero podemos tocar las canciones que hemos desbloqueado eligiendo los escenarios, hacernos listas personalizadas para hacer maratones musicales o simplemente relajarnos tocando una melodía completamente aleatoria.

    El modo «Gira» se mantiene fiel a lo que nos ofrecen las anteriores entregas de la saga, por lo que nuestro objetivo será crear una banda completamente personalizada con el nombre que queramos, los instrumentos que más nos gusten, el look que queremos dar, e incluso el logo de nuestro grupo. Tras decidir todo esto iremos yendo de ciudad en ciudad (entre las que se encuentran Madrid, París, Londres o Nueva York entre otras) desbloqueando más canciones y escenarios y ganando dinero, fans y reputación en forma de estrellas. Aunque es cierto que no es un modo carrera excesivamente complejo, es lo suficientemente divertido para matenernos pegados a nuestra PSP para conseguir las 41 canciones disponibles, además de que en ocasiones se nos plantean algunas cuestiones como por ejemplo si preferimos ganar más dinero a costa de menos fans o viceversa.

    Además, también influye la dificultad en la que juguemos cada canción, ya que los fans se aburrirán si siempre tocamos en la misma dificultad, obligándonos a subir de nivel si queremos ganar todos los seguidores que queramos. Respecto al nivel de dificultad, es importante destacar que «Fácil» y «Medio» son los más sencillos y los indicados para los que empiecen con el juego, pero cuando ya cojáis experiencia os aconsejamos que elijáis «Díficil» como mínimo, ya que el ritmo de las canciones se nota mucho más fácilmente al ser bastante natural, aunque en ocasiones haya momentos en los que nos parezca imposible tocar una parte de las canciones de metal más complicadas dada su gran velocidad.

    Otro aspecto que queremos resaltar del modo «Gira» es la posibilidad de comprar instrumentos auténticos con el dinero que consigamos en nuestras actuaciones. Estas piezas musicales son de auténticas marcas como «Fender» o «Zildjian». Con la ropa se han tomado más libertades, aunque siempre hay prendas que parecen reales mientras que otras (como ocurre con los instrumentos) son completos disparates que gustarán a los mayores fans del metal y lo gótico.

    Finalmente, podemos mirar nuestras estadísticas sobre nuestras mejores actuaciones, e incluso cambiar la actitud con la que se mueven los integrantes de nuestro grupo durante los conciertos.

    Los últimos modos de juego se encuentran en el apartado «Extras», y se tratan de «Supervivencia» y «Calentamiento». En el primero nos enfrentaremos a una auténtica pesadilla: tocar una canción con las notas de todos los instrumentos bajando simultáneamente.  Para conseguir sobrevivir tendremos que saber cuáles son los mejores momentos para usar el «Éxtasis», así como elegir la pista adecuada para no estar en una sencilla mientras en otra bajan muchas más notas.

    En «Calentamiento» jugamos como en el resto de entregas de Rock Band, es decir, tocando un único instrumento sin importar el resto de miembros del grupo. Sin embargo, una pequeña variante es que siempre tendremos que tocar los solos sin importar qué instrumentos estemos tocando. Además, si hay alguna parte de la canción que nos resulta muy complicada podemos pasar a otra pista en cualquier momento, ya que las notas del resto de la banda se tocarán solas.

    El apartado sonoro es primordial en un juego musical, y Harmonix ha pensado en ello al ofrecernos una calidad de sonido impresionante, además de que el repertorio musical es sencillamente increíble.

    Lo más destacable es el acierto de los desarrolladores al hacer que la pista de audio del instrumento que tocamos suene un poco más que el resto, ya que así es mucho más fácil llevar el ritmo de cada parte y no estar un poco perdidos ante un cambio de registro.

    Además, cuando fallamos la pista en la que no hemos tocado una nota (o varias) se detiene como pasa siempre. En las consolas de sobremesa pasba lo mismo, pero aquí si empezamos ha errar botones es una certeza que empezará la pista de otro instrumento, por lo que al no tocarla también dejará de sonar dejándonos claro que somos nosotros los que controlamos toda la banda, por lo que si queremos que la canción suene correctamente tendremos que poner nuestro empeño en todos y cada uno de los instrumentos para que no escuchemos una y otra vez el ruido al fallar una nota.

    Respecto al repertorio pocas pegas podemos ponerle. La calidad es muy alta y gustará a seguidores de diferentes estilos musicales por igual, tanto de la música Pop como del Metal más clásico. Sin embargo, casi todas de las 41 canciones han aparecido anteriormente en los anteriores Rock Band 1 y 2, por lo que no sorprende tanto. De todas formas, aquí os dejamos con el listado entero agrupado por fechas (y con un asterisco las nuevas incorporaciones a la franquicia) para que os quedéis con la boca abierta al ver que un juego portátil puede tener semejante calidad sonora.

    2000s

    AFI – «Miss Murder» *
    All-American Rejects – «Move Along»
    Audioslave – «Gasoline» *
    Black Tide – «Show Me the Way» *
    Freezepop – «Less Talk More Rokk» *
    Jimmy Eat World – «The Middle»
    The Killers – «Mr. Brightside»
    Lacuna Coil – «Our Truth»
    Lamb of God – «Laid to Rest»
    Modest Mouse – «Float On»
    Queens of the Stone Age – «3’s and 7’s»
    System of a Down – «Chop Suey!»
    Tenacious D – «Rock Your Socks» *

    1990s

    3 Doors Down – «Kryptonite» *
    Alice in Chains – «Would?» *
    Blink 182 – «What’s My Age Again» *
    Foo Fighters – «Everlong»
    Judas Priest – «Painkiller»
    Lit – «My Own Worst Enemy»
    Lush – «De-Luxe»
    Mighty Mighty Bosstones – «Where’d You Go?»
    Nine Inch Nails – «The Perfect Drug»
    Nirvana – «Drain You»
    The Offspring – «Come Out and Play (Keep ‘Em Separated)»
    Pearl Jam – «Alive»
    Smashing Pumpkins – «Today»
    Social Distortion – «I Was Wrong»
    Soundgarden – «Spoonman»
    Weezer – «Buddy Holly»

    1980s

    Billy Idol – «White Wedding (Part 1)»
    Bon Jovi – «Livin’ on a Prayer»
    Dead Kennedys – «Holiday in Cambodia»
    Motörhead – «Ace of Spades»
    The Police – «Message in a Bottle»
    Siouxsie & the Banshees – «The Killing Jar»

    1970s

    Boston – «More Than a Feeling»
    Jackson 5 – «ABC» *
    Jethro Tull – «Aqualung»
    Kansas – «Carry on Wayward Son
    Rush – «The Trees»

    1960s
    The Who – «Pinball Wizard»

    Por si esto fuera poco, Rock Band Unplugged es el primer juego portátil que va a incluir su propia tienda para descargar más canciones y que el ritmo no decaiga nunca. De esta forma ya están disponibles algunos temas de bastante calidad, como «The Kill» de «30 Seconds to Mars» o «Hysteria» de «Muse». Pero como os podéis imaginar tiene un pequeño gran fallo que puede disgustar a algunos jugadores: el precio. Por cada canción tendremos que desembolsar 1,49 €. Mientras que en las consolas de sobremesa está un poco más justificado al ofrecernos variedad con cada instrumento y la posibilidad de tocarlo con los amigos, en la PSP no es así al no haber diferencia entre la pista que toquemos y no poder de forma cooperativa cada uno con un instrumento.

    De todas formas, el apartado sonoro sigue teniendo un nivel altísimo en todas y cada una de las canciones, con una calidad similar a las versiones mayores. Además, se pueden apreciar durante las actuaciones algunos vitoreos del público o abucheos si lo hacemos bien o mal, lo que sin duda consigue dar más realismo y hacernos creer que realmente estamos tocando para unos espectadores y no para que suene la canción correctamente sin más.

    El apartado gráfico nunca es importante en este tipo de juegos, ya que nuestra atención está claramente puesta en las notas. Sin embargo, los chicos de Harmonix han hecho un trabajo notable en las animaciones de los personajes durante las actuaciones. Su único problema es que hay ocasiones en las que empiezan a moverse de forma repentina tras estar el segundo anterior quietos y sin tocar, al igual que no nos encontramos con el mismo sistema de las hermanas mayores del juego que hacía que los instrumentistas dejaran de tocar si fallábamos una nota. Pero esto no es nada importante ni destacable, por lo que no es algo para poner el grito en el cielo.

    Los ángulos de cámara son similares a los de las otras versiones, con la salvedad de que van cambiando para mostrarnos al instrumento que estamos tocando en ese momento. Los efectos de luces cuando se consiguen rachas de aciertos son vistosos y hacen que no decaiga el ritmo de juego.

    Finalmente, los escenarios están bastante logrados, con diferencias notables entre las ciudades (más de 20). Además, se capta algo de cada zona geográfica, siendo bastante de agradecer que no nos hayan puesto a los españoles en un escenario de toros ni nada por el estilo. El público apenas se muestra, por lo que son representados como siluetas negras.

    En definitiva, Rock Band Unplugged repite la calidad que ya había mostrado en las consolas de sobremesa gracias a un sistema de control perfectamente adaptado y adictivo, un repertorio de gran calidad y el gran avance para la PSP de poseer una tienda propia para el juego. Su único gran «pero» es la falta de un modo multijugador para formar una banda con los amigos, aunque si buscáis una experiencia como solistas tampoco os resultará un gran problema.

    Así que ya sabéis, si os gusta la música y disponéis de la portátil de Sony, Rock Band Unplugged es un juego que no os podéis perder, sin importar si sois seguidores de esta franquicia o de su eterna rival Guitar Hero, ya que en esta consola no encontraréis nada igual y de esta asombrosa calidad.