
Aunque el anuncio de Onimusha: Way of the Sword me ilusionó una barbaridad al suponer el regreso de una franquicia a la que tengo mucho cariño de la era PS2, también tenía un miedo muy obvio: que se convirtiera en un Souls-like. Al fin y al cabo, lo más cercano que teníamos era Nioh, que si bien tenía algunos elementos de Onimusha, la inspiración de la obra de From Software era más que evidente.
Así que, una de las mayores alegrías que me llevo de esta Gamescom 2025 ha sido comprobar cómo Capcom ha clavado a la perfección el alma de la franquicia, pero modernizando todo para los tiempos que corren. Porque sí, ahora tenemos unos gráficos de infarto, hay incluso una barra de resistencia y se abandonan las cámaras fijas (algo que ya se hizo en la cuarta parte, pero bueno), pero la esencia de las peleas de samuráis se ha mantenido intacta. Así que afilad la katana, que hay muchos oni a los que perseguir.
El samurái errante y su guantelete
La primera sorpresa con esta demo de Onimusha: Way of the Sword fue comprobar que estaba completamente doblada al castellano. Aún no tenemos ni fecha de salida, pero se nota que Capcom lleva bien avanzado el desarrollo, y que cómo no, va a apostar muy fuerte por el juego, o de lo contrario no se esforzarían con esta localización total a nuestro idioma. Las voces que se escuchaban eran fantásticas, dándole un gran carisma a los tres personajes que conocíamos.
Nuestro objetivo en la demo era muy obvio: llegar a un pueblo cercano que estaba siendo arrasado por los dichosos oni, que no descansan ni en vacaciones. El camino es muy lineal, con varios enemigos tratando de darnos matarile al ser el único humano con vida de la zona. Cada encuentro era una auténtica gozada, al basarse el sistema de combate en las mismas ideas que las entregas originales, pero con la libertad que nos da abandonar las cámaras fijas. Adiós a que haya enemigos que nos pillan desprevenidos por un mal ángulo, con la posibilidad de fijar la vista en cualquier oponente y haber múltiples indicadores por si alguien se acerca por la espalda.

Acabar con cada oni es increíblemente satisfactorio
Ahora llega la parte donde no estamos ante un Souls-like, aunque varios conceptos pueden sonar familiares. Hay un indicador de postura a lo Sekiro, que se irá rompiendo tanto para nosotros como por parte del enemigo si estamos bloqueando demasiado tiempo. ¿La mejor estrategia? Hacer varios combos para poder luego ejecutar al enemigo, o mejor aún, hacer un parry. Funcionan de manera similar a los juegos de PS2, pero ahora con animaciones y efectos que hacen estas muertes mucho más satisfactorias.
Si preferimos ir a lo seguro, con ir a la ofensiva y bloquear de cuando en cuando, podremos arrasar perfectamente con los enemigos, viviendo duelos intensos pero que tampoco se sienten imposibles. Es como un baile donde nosotros tenemos la voz cantante, ya que Onimusha: Way of the Sword quiere vendernos la fantasía de ser un samurái luchando contra demonios, en vez de plantearnos un reto imposible donde ser aniquilados ante un simple descuido.

Cada duelo es una danza que no querremos que se acabe nunca
Al fin un rival a nuestra altura
La ambientación durante toda la demo era sencillamente increíble, al estar en un Japón arrasado por los oni y con un miasma que le da un toque macabro a todo. Gracias a nuestro guantelete, que tiene una personalidad que choca bastante con la más «tontorrona» de nuestro protagonista, podemos ver varios ecos del pasado, que nos muestran los horrores que acontecieron en el pueblo. Una escena en particular resultaba bastante dura, viendo cómo un padre intenta matar a su hijo pequeño al estar poseído por este miasma, aunque el infante estaba perfectamente… Y digamos que ese suceso no acaba bien.
Para aligerar los ánimos, la demo acababa con la aparición de Sasaki Ganryu, nuestro rival que seguramente haga acto de presencia en toda la aventura. El personaje es puro carisma, con un tono muy juguetón y abrazando directamente la rivalidad mortal con nuestro protagonista. También tiene un guantelete oni, por lo que es capaz de usar nuestras mismas habilidades.
Aquí Onimusha: Way of the Sword presenta un jefe final muy clásico de estas propuestas de acción, al ser básicamente nuestro equivalente. Esto significa que debemos aprovechar al máximo nuestras habilidades, como entrar en el modo Oni para causar más daños o realizar todos los parries posibles para vaciar cuanto antes la energía del oponente y así lanzar nuestro poderoso remate. De nuevo, hay ideas similares a las de un Souls-like, pero la pelea no llegaba nunca a ese punto de desafío imposible, queriendo ser más disfrutona, en la línea de los juegos clásicos.

Una sola escena y ya quiero a Ganryu
A la espera de cazar más oni
Onimusha: Way of the Sword es la clase de secuela de una franquicia clásica que necesitamos. Nada de reutilizar el nombre para hacer la clase de juego moderno que esté de moda. Se nota que Capcom quiere mantener la esencia de lo que hizo a Onimusha tan famosa, y van por muy buen camino. La manera de plantear la estructura, el arte, y sobre todo, el combate, es nostalgia pura a los mandos.
El diseño más clásico de los combates pero con los ajustes modernos a los que estamos acostumbrados es lo que me ha hecho estar con una sonrisa de oreja a oreja durante toda la demo. Aún no hay fecha para este Onimusha: Way of the Sword, pero cuando llegue, será imposible rechazar la atractiva oferta de ser nuevamente un samurái.

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