Uno está acostumbrado a ir al bar y oir hablar de fútbol. ¿Qué pasaría si mañana vamos y el camarero nos sale con alguna frase de pinball? ¡Qué!, ¿ya le vas dando a los flippers, Miguel? Ayer metí un gol y me llevé el Jackpot.
Extraño. Surrealista.
Pinball y fútbol son dos mundos completamente diferentes separados por un gran abismo. ¿O no?