Hay veces que un juego logra captarte desde el minuto 0 solo al escuchar su premisa, y conmigo eso ocurrió con No Straight Roads. Siempre me han encantado los juegos musicales que ofrecen un giro a algún otro género, como el de las plataformas en el genial Soun Shapes, o ahora al de la acción. Esta obra de Metronomik tiene una idea muy clara en la que seguro todos nos vemos representados: la lucha entre géneros musicales.
Al fin y al cabo, cada uno tenemos nuestros gustos, por lo que es fácil entrar en piques (siempre amistosos) con amigos, familiares o gente por internet sobre qué género es el mejor. Bueno, en No Straight Roads el conflicto está muy claro: el EDM contra el Rock & Roll. Con el ascenso de la popularidad de la música electrónica, el rock está pasando un poco más desapercibido en el panorama actual, con que ha llegado la hora de remediarlo. Agarrad vuestras baquetas y guitarra eléctrica, que es la hora de demostrar el poder del Rock & Roll.