Estamos en el 30º Aniversario de una de las franquicias más conocidas de los videojuegos, y cómo no, también de una de las mascotas de SEGA más reconocibles de su historia. Esto se traduce no sólo en muchos eventos de colaboración como estamos viendo, o en el anuncio de una secuela que se pierde el aniversario, sino también en revivir uno de sus mejores títulos con novedades y en plataformas modernas.
Así tenemos ante nosotros Sonic Colours: Ultimate (siempre me ha fastidiado la «u» que se añade o quita en función de la región), considerado como uno de los mejores títulos del erizo en su etapa moderna. Porque sí, me encanta la franquicia (la prefiero incluso a Super Mario, podéis matarme si queréis, que nunca me pillaréis), pero es innegable que su salto a las 3D ha sido siempre algo accidentado. Ya sea por desarrollos apresurados, mecánicas que no terminaban de cuajar o un poco mezcla de todo, Sonic Colours logró ser muy bien recibido por público y crítica en su lanzamiento en Wii hace ya 11 años. Así que toca visitar de nuevo el parque de atracciones en esta versión que promete ser la definitiva de este «clásico» de la franquicia, para comprobar si el juego sigue estando a la altura, o si .