Games with Gold por fin llega en junio a Xbox One

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Microsoft ha anunciado junto al nuevo pack sin Kinect que llegará en junio a las tiendas que el programa Games with Gold por fin llegará ese mes a usuarios de Xbox One. Los primeros juegos que recibirán gratuitamente los propietarios de la consola son Max: The Curse of Brotherhood y Halo: Spartan Assault. Mientras que los usuarios de Gold de Xbox 360 recibirán gratuitamente también tres juegos para celebrar el primer aniversario de esta iniciativa, en concreto serán Dark Souls, Charlie Murder y Super Street Fighter IV: Arcade Edition. De paso Microsoft anuncia importantes descuentos para los usuarios de Xbox One de tal forma que los primeros juegos rebajados para Xbox One que podrán adquirir sus usuarios serán Forza Motorsport 5 y Ryse: Son of Rome.

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Max: The Curse of Brotherhood

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Si tienes un hermano molesto y te quieres deshacer de él, nada como buscar un conjuro en internet y hacerlo desaparecer. Lo malo, es que nos tocará ir a buscarlo e igual no disponemos del marcador mágico que, por suerte, Max tiene en el juego Max: The Curse of Brotherhood para Xbox One y 360.

Max: The Curse of Brotherhood, algo que se puede traducir como Max: La Maldición de la Fraternidad, es el puzle-plataformas del estudio Press Play, que hace unos años ya nos trajeron Max and the Magic Marker. Sin embargo, el nuevo título no es una continuación, sinó que se basa en la misma premisa: el control de un marcador mágico para poder superar los puzles.

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Impresiones de Max: The Curse of Brotherhood. La pluma es más fuerte que la espada

Los plataformas son mi género predilecto, y por eso, me gustó mucho que el género tuviera su rinconcito en el stand de Microsoft de la Madrid Games Week gracias a Max: The Curse of Brotherhood, que no llegará a Xbox 360 y Xbox One hasta el año que viene. En esta aventura, controlaremos a Max, que no aguantaba a su hermano, y pidió que desapareciera. Su deseo se ha cumplido, pero como era de esperar, no era lo que esperaba, por lo que se embarca en un gran viaje para rescatar a su hermanito.

Para ello, tendremos que saltar y usar un arma secreta: un lápiz mágico. En la demo que estaba disponible, empezábamos con el poder del color marrón, por el que podíamos hacer levantar columnas de tierra. Para ello, Max se queda parado, y pasamos a controlar el lápiz para dibujar por dónde tienen que salir las columnas.

Así, podemos ir abriendo el camino para que el joven Max pueda saltar de un lado a otro de la sala y continuar su búsqueda. Pero claro, por el camino, hay algún que otro enemigo al que hay que evitar, y lo peor de todo, trampas que nos hacen picadillo. En estos momentos, el juego pasa de puzzles y plataformas a un poco de ensayo y error, ya que hasta que no ves cómo va a aplastarte una trampa, no sabes realmente cómo va a funcionar.

Pero ésa es parte de la diversión del juego: averiguar cómo avanzar ante los obstáculos que van apareciendo. Otro aspecto que me gustó mucho fue que, tras esquivar las trampas, descubrí un camino secreto para encontrar un objeto coleccionable, lo que motivará bastante la exploración.

Tras avanzar un poco más, el escenario se volvía mucho más forestal que antes, con montones de raíces que iban surgiendo de la nada de forma automáticamente gracias al poder del lápiz. Todo esto para guiarnos hasta donde conseguimos nosotros este poder, de tal forma que en las zonas verdes, podemos hacer surgir una rama con la forma que dibujemos.

En estos momentos, el toque de puzzles fue el que tomó el relevo, ya que hay un límite de tinta en cada uso, por lo que hay que saber muy bien hasta dónde dibujamos una raíz y con qué forma para que sea estable y podamos pasar. Si nos equivocamos, siempre podemos cortar la rama, algo que también se aplica a los puzzles para encontrar la forma correcta para poder avanzar.

Dejé de jugar tras completar esta sección, pero el estilo de la jugabilidad realmente me gustó, ya que mezclaba bastante bien los puzzles y las plataformas, todo con un aspecto bastante simpático y muy de cuento. Por lo que los usuarios de Xbox van a tener una aventura a la que no perder la vista, como si de vuestro hermano pequeño se tratase.

Avance de Max: The Curse of Brotherhood

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Max: The Curse of Brotherhood es un nuevo juego de tipo puzle-plataformas en el que se encuentra trabajando el estudio danés PressPlay. En el marco de la Gamescom 2013 hemos estado esta mañana probando dos de sus niveles del juego, acompañados por Mikkel Martin Pedersen, Lead Designer.

Max va al rescate de su hermano pequeño con la ayuda de un marcador mágico, que le permite hacer cosas como crear estructuras de piedra, columnas de agua o hacer crecer ramas. No se trata de una secuela de Max & the Magic Marker, título que salió al mercado hace tres años de la mano del mismo estudio, sinó que Max: The Curse of Brotherhood es un reinicio de la saga. Mikkel afirma que el primero tenía una mecánica muy simple y que la idea, ahora que tienen un mayor presupuesto, es la de introducir muchas más formas de interaccionar con el marcador que con el primer título y, ya de paso, crear una experiencia mucho más cinemática.


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De alguna forma el juego tiene un aire familiar y cuando Mikkel me comenta que se han inspirado en Heart of Darkness (un magnífico, aunque difícil juego de plataformas de hace unos quince años) veo las similitudes. Igual que con el clásico, nos encontramos con un niño en busca de un ser querido, cruzando un mundo lleno de enemigos y peligros inesperados. Aunque el protagonista sea un niño, este no es un juego de niños.

Aunque el protagonista sea un niño, este no es un juego de niños

Max: The Curse of Brotherhood no es un juego fácil, pero la dificultad incrementa de forma decente por medio de nuevos elementos en el diseño del obstáculo a superar. El primer nivel que jugamos no es el primero del juego, sinó el cuarto, y empezaremos aprendiendo como hacer crecer columnas de roca en determinados puntos predefinidos del nivel. Usando el lápiz mágico podemos hacer crecer o destruir dichas columnas, y las podemos usar para alcanzar niveles más elevados y huir así de varios enemigos que nos perseguiran. En un determinado momento, las columnas no son suficientes, pero podemos arrastrar una caja cercana para poner encima de la columna de roca.

Todo eso mientras vamos encontrando malvados ojos que la Brotherhood usa para controlar el mundo. Max debe arrancar dichos ojos para hacer retroceder a los poderes malvados.

Después de un rato peleándonos con el mando de la Xbox, no porque sea difícil, sinó porque jugar de pie con un mando demasiado bajo no me ayuda. Mikkel pasa a mostrarnos un nuevo nivel posterior del juego. En este nivel vemos como Max obtiene poderes nuevos -algo que sucederá a lo largo de la aventura- como poder hacer crecer ramas o lianas, o dibujar churros de agua en los que el niño se puede montar. Hay veces donde la velocidad es importante, ya sea para evitar a un enemigo o caer al vacio. Así pues, tocará usar tanto nuestro cerebro como nuestra destreza y habilidad, una buena combinación.

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La ambientación del juego es muy buena y creativa, con minuciosos detalles.

Hace pocos días se anunció que Max: The Curse of Brotherhood llegaría para Xbox One, a parte de la Xbox 360, lo que significa que el lanzamiento se ha retrasado hasta principios del 2014. Mikkel explica que «están estudiando que pueden hacer con Kinect, pero que no se plantean que llegue a remplazar el uso del controlador». Probablemente con Kinect no conseguiríamos la precisión y velocidad que necesitamos.

En todo caso, las impresiones que me llevo de este juego son muy buenas. Me ha dejado sorprendido en el buen sentido.