Me encanta poder empezar un lunes matutino hablando de lo que más me gusta, videojuegos. Y si encima es un videojuego creativo, original, estúpido (en el buen sentido de la palabra) y absurdo, pues el lunes es como el mejor día de la semana. No hace mucho que descubrí uno de esos juegos que te sorprenden cuando abusas del scroll del ratón en Twitter. Fue verlo y quererlo, otro de esos amores a primera vista que tanta chispa le da al ya establecido orden de las sagas infinitas y los remasters. Tengo la satisfacción de poder hablar de The Deadly Tower of Monsters, una obra producida por el equipo chileno ACE Team ambientada en la subcultura de las películas de serie B, las de los años cincuenta, las de verdad.
Poca broma. Este tipo de cine, muy repudiado por la sociedad norteamericana durante la época dorada de Hollywood, catapultó a grandes personalidades del cine como Humphrey Bogard o John Wayne y pese a estar mal vistas entre los años 1910 y 1960 (de ahí el apodo de serie B) poco a poco empezaron a ganar adeptos. A día de hoy, el cine de bajo presupuesto es sinónimo de culto, creatividad en estado puro e incluso tiene un tono reivindicativo por el tipo de cine que es: presupuesto prácticamente nulo en tecnología y sin directrices de las grandes productoras del séptimo arte.
¿Y cómo se plasma esto en un videojuego? Es hora de hablar de uno de los títulos más frescos que nos brinda este 2016 para PlayStation 4 y Steam.