El otro día estuve revisionando el documental Indie Game: The Movie y veía con mucho entusiasmo y admiración a aquellas personas que se encontraban ante uno de los momentos más críticos de sus vidas. Phil Fish, Edmund McMillen o Jonathan Blow eran algunos de los protagonistas de esta película que narra la experiencia de desarrolladores independientes que lanzan el título de sus amores en una plataforma como Xbox Live. Es emocionante y trepidante ver el grado de sacrificio al que se somete un desarrollador de videojuegos que se lo juega todo a una carta. Es desesperante ver, como en el caso de Fish, todo iba mal en la PAX East de 2012 y no conseguía tener la firma para poder presentar su juego. Era emocionante ver la pasión y dedicación de McMillen y su esposa por Super Meat Boy.
Pero la posición de Blow era distinta, él ya había pasado por eso. Braid había sido un rotundo éxito y ya preparaba su segundo título>; sí, en 2012. The Witness ya estaba concebido y solo faltaba alimentarlo y hacerle crecer sano y fuerte. Parecía increíble que tras un plataformas en 2D, el bueno de Jonathan se lanzase a una aventura de mundo abierto con secretos que desvelar y hoy, cuatro años después, ya podemos hincarle el diente a la nueva obra de su equipo, Thekla Inc. No sabemos si lo habrán vivido como los protagonistas de Indie Game: The Movie, pero de momento lo están petando. Descubre porque.