Esta generación nos ha dejado varios shooters increíbles, con directamente tres juegos que se han convertido en varios de mis FPS favoritos: Wolfenstein II</3m>, Titanfall 2 y DOOM. En el caso de este último, creo que nos pilló a casi todos por sorpresa, ya que el reboot de la popular franquicia vino tras un desarrollo bastante turbulento, además de no mostrarse demasiado de cara a su lanzamiento. Sin embargo, su increíble diseño de niveles, frenéticos tiroteos, sangre, heavy metal y demonios siendo destrozados a base de escopetazos nos conquistaron.
Por eso, me alegré cuando anunciaron la versión para VR, llamada DOOM VFR (siglas de «Virtual F*uckin Reality»), ya que tiene que ser genial estar dentro de Marte acabando con todo tipo de demonios, pero el motion sickness podría ser brutal con tanto giro, saltos, etc. Así que con esa duda estaba cuando entré al juego: ¿podrán captar la esencia del reboot y trasladarla a VR, sin que por el camino echemos hasta la primera papilla?