Fairy Fencer F es una curiosa mezcla entre las Visual Novel japonesas (al más puro estilo 999: 9 Hours, 9 Persons, 9 Doors y su “secuela” Zero Escape: Virtue’s Last Reward. O incluso podríamos enmarcar en éste género mi amada saga Ace Attorney) y los JRPG tradicionales. O no tan tradicionales, porque el sistema de combate no es muy común. Pero bueno, no avancemos acontecimientos y hablemos un poco de qué va el juego antes de centrarnos en sus mecánicas.
Fairy Fencer F nos pone en la piel de Fang, un muchacho algo holgazán y (sobretodo) glotón que, en el momento en que lo conocemos, está encarcelado. Poco después será liberado por Eryn, su Fairy (con ello, además, descubrimos que Fang es un Fencer).
Dejad que haga un pequeño inciso para aclarar estos dos conceptos que, a lo largo del juego, tendrán su importancia (tal y como indica el título del juego, por cierto): los Fairy (porque los hay masculinos y femeninos) son unos entes que viven en antiguos artefactos, llamados Fury, y que sirven como arma. Cuando alguien se hace con el control de éste, pasa a ser un Fencer y establece un vínculo con el Fairy que habita en él.