Acabamos de dejar una estación espacial de una remota Galaxia, miramos a la derecha e inmediatamente aparece un panel de control con el que controlar el estado de nuestra nave. Recogemos el tren de aterrizaje y sentimos el nuevo impulso y el incremento de velocidad. Miramos hacia la izquierda, donde configuramos la navegación a nuestra próxima parada, donde nos esperan con una recompensa si entregamos la preciosa carga que llevamos. Nos relajamos un momento, mirando hacia detrás admirando la gran base espacial que acabamos de dejar. Estamos realmente entre las estrellas y, dejando el alboroto del transitado puerto espacial atrás nos quedamos solos en medio de la nada mientras entramos al hiperespacio.
Usando Oculus Rift con Elite Dangerous es la muestra definitiva de que la Realidad Virtual puede llegar a funcionar en el mundo de los videojuegos y puede dejar maravillado a más de uno. Aparte de multitud de pruebas técnicas, Elite Dangerous es uno de los primeros títulos que incluyen soporte para Oculus de forma nativa y que ha sido diseñado para este. Aunque veremos que la experiencia puede mejorar aún más, la sensación de presencia y la inmersión mueven este juego a un nuevo nivel.