Desconsolados

Ninja Gaiden 4

El género del hack and slash está en una clara sequía. Desde Bayonetta 3 y Devil May Cry 5, no hemos tenido propuestas de gran calibre ni ninguna saga que les tomara el relevo. Quizá Final Fantasy XVI se acercó un poco, pero la faceta de RPG le seguía pesando. Así que nada de acción loquísima con un protagonista molón en años. Esto hizo que el anuncio de Ninja Gaiden 4 fuera una alegría, al suponer el regreso triunfal de la franquicia, para acompañar este año del ninja entre esta entrega y el excelente Ninja Gaiden Ragebound.

Sin embargo, sería un regreso bastante particular. En vez de estar el Team Ninja al mando de esta vuelta de Ryu Hayabusa, Platinum Games llevaría la voz cantante, con el estudio original supervisando el proyecto. No sería el único cambio, ya que el propio Ryu no sería el protagonista, cediendo el testigo a Yakumo, un personaje completamente nuevo. Muchos cambios, pero tras acabar nuevamente la senda del ninja, queda claro que Ninja Gaiden 4 no es sólo de los mejores títulos de la saga, sino el ejemplo perfecto de por qué tanto la franquicia como el género siguen siendo capaces de darnos de los momentos más épicos y divertidos de los videojuegos.

Un simple paraguas no nos va a salvar de esta lluvia demoniaca

El Clan del Cuervo contra el Dragón Negro

Hace unos años, una sacerdotisa liberó al peligroso Dragón Negro sobre Tokyo. El gran Ryu Hayabusa, junto a la Orden del Dragón Divino, logró atrapar a esta bestia, pero no pudieron aniquilarla por completo. Esto ha hecho que la ciudad tenga una lluvia perpetua proveniente del demonio, lo que ha convertido la antaño gran urbe en una zona donde los monstruos están a la orden del día. ¿Hay manera de solucionar de manera permanente este desaguisado?

Sí, pero está en la mano del Clan Cuervo, una escisión más oscura y siniestra del Clan Hayabusa, y que se ha ganado una mala fama por ser descendientes directos del Dragón Negro. El mejor de sus miembros, Yakumo, ha emprendido la misión de completar la profecía que devolvería el honor a su clan, acabando con el demonio tras asesinar a la sacerdotisa Seori. Sin embargo, esto no es algo directo, ya que Seori nos indica que su muerte sería algo sólo temporal, y para acabar permanente con el Dragón Negro, primero hay que liberarlo rompiendo los sellos que hay desperdigados por toda la ciudad.

Esto pondrá a Yakumo contra Ryu y la ODD mientras intenta salvar, a su modo, al mundo de este peligroso monstruo. Como podéis ver, la trama de Ninja Gaiden 4 es bastante sencilla, pero funciona gracias a la relación que se va desarrollando entre Yakumo y Seori. Porque sí, Ryu aparece, pero ésta es, por encima de todo, la aventura de Yakumo, algo que también se refleja notablemente en la parte jugable.

Dos ninjas enfrentados por un mismo destino

La espada, con sangre entra y se transforma

Hemos venido aquí para ser unos ninjas que arrasan con todo lo que se mueva, y es donde el juego nos atrapará sin remedio alguno. Los principales elementos de la franquicia se mantienen, al basarse los frenéticos combates en las esquivas, bloqueos y parries en busca de la oportunidad perfecta con la que masacrar a los enemigos. ¿Les hemos cortado alguna extremidad? Serán más débiles, pero también se podrán lanzar en plan kamikaze para hacernos mucho daño, por lo que lo ideal es ejecutarles con unas espectaculares animaciones.

Sin embargo, la fusión del Team Ninja con Platinum Games se nota por cómo juntan lo mejor de ambos estudios. Ahora todo es increíblemente más rápido y frenético en Ninja Gaiden 4. Los combos son más veloces que nunca, y hasta tenemos una pequeña cámara lenta para representar la esquiva perfecta, y así ver cómo Yakumo o Ryu se reposicionan antes de seguir con su ofensiva.

La principal novedad en el combate está en la mecánica de la esencia de sangre. Yakumo puede usar este poder del Clan Cuervo para convertir el arma en una variante, de modo que todo su arsenal es dual. En esta forma hacemos más daño, pero claro, es un recurso limitado que se recupera con el tiempo o ejecuciones, dando un motivo más para intentar realizarlas lo antes posible, o hacerlo cuando ya hayamos consumido algo de sangre.

Cuando Yakumo se va de fiesta y se toma un Bloody Mary a veces se le va de las manos

Si atacamos de manera regular, los enemigos podrán bloquear los ataques, y si seguimos erre que erre sin cambiar la técnica, nos acabarán realizando un parry que nos dejará indefensos durante unos momentos. ¿Solución? Usar un ataque con esencia de sangre para romper su defensa. Lo mismo ocurrirá con varios ataques marcados con una exclamación roja, los cuales podremos «romper» con estos ataques, y sólo se pueden bloquear consumiendo sangre, o de lo contrario, nos la causarán de la leche que nos meterán.

Son muchos conceptos y mecánicas que se interconectan de manera constante, obligándonos a leer el campo de batalla y a los enemigos para, en cuestión de décimas de segundo, ver qué tipo de movimiento y en qué forma la ejecutamos. También Ninja Gaiden 4 plantea un constante riesgo-recompensa, ya que quizá podemos hacer más daño en un combo inicial, pero si luego necesitamos romper la defensa o un ataque fuerte, no tendremos la energía suficiente.

Así que, la dificultad clásica de la saga, con el frenetismo de Platinum, se combinan perfectamente para darnos unas peleas vibrantes a más no poder. Los primeros compases os advierto que son duros, ya que hasta que no nos hacen click todas estas mecánicas, más que un maestro ninja, vamos a ser un novato al que dan para el pelo en todo momento. De hecho, el jefe del primer nivel ya es un examen en toda regla de todas estas mecánicas, para confirmar que al menos conocemos estas ideas, antes de ir perfeccionándolas a lo largo del viaje de Yakumo.

Menos mal que Yakumo no es Doc Ock, o Spider-Man lo tendría complicado

Un arsenal para que la matanza ninja nunca se detenga

En principio, puede parecer que el número de arma al que tendremos acceso es bastante reducido. Y ciertamente, 4 se antoja algo bajo. Pero la gracia de la esencia de sangre es que todas ellas son realmente dos armas, pudiendo acceder a combos únicos con cada arma, combinándose los ataques normales con los de sangre. Así, podemos tener la espadas dobles con el espadón inicial, un estoque que se transforma en taladro, el báculo que pasa a ser un martillo, o la caja de herramientas ninja.

Todas ellas tienen propósitos muy diferentes, haciendo que sean ideales para unos encuentros u otros. Las espadas iniciales son armas buenas para todas las ocasiones, mientras que el estoque hará más daño en los duelos de uno contra uno, a costa de algo de velocidad. ¿Nos rodean? Nada como usar el báculo, y si los enemigos se alejan, a usar las herramientas ninja con ataques a distancia antes de encadenar con combos cercanos usando los brazos mecánicos que están en estas herramientas multiusos.

Yakumo sigue las enseñanzas de Neo en Matrix Reloaded, y usa un buen palo para evitar que le rodeen los enemigos

Cambiar entre todas ellas en mitad de un combo usando la cruceta, y a la vez con su forma dual, es brillante, y otro motivo más por el que las peleas son tan sumamente rápidas. Al sumar los diferentes tipos de enemigos, y el buen ritmo al que obtenemos cada arma junto a la manera de desbloquear los nuevos movimientos de cada una de ellas, Ninja Gaiden 4 ofrece una progresión fantástica para un sistema de combate que me parece sencillamente perfecto. Todo el tiempo iremos enfrentándonos a nuevos retos y tendremos acceso a nuevas maneras de afrontarlos, por lo que el baile de muertes nunca llega a su fin.

Esto se lleva a su máxima expresión en los jefes finales, que son todos una auténtica maravilla. Todos muy diferentes entre sí, ofreciendo encuentros normalmente divididos en dos fases (salvo un par de jefes menores), y que nos obligan a poner toda la carne en el asador si no queremos acabar como un pincho moruno. Las tres últimas batallas finales en particular son todo un espectáculo, y el mejor despliegue de las bondades del sistema de combate que han preparado para esta entrega.

Para que no todo sea matar y matar, Ninja Gaiden 4 también apuesta bastante por el plataformeo. Ya sea en espectaculares setpieces usando varias herramientas como el gancho, deslizándonos al más puro estilo Sonic por los raíles de la ciudad o corriendo por las paredes como si no hubiera un mañana. La exploración también está bastante bien, con zonas ocultas y caminos opcionales dentro de estos niveles tan lineales, para que demos con toda clase de secretos o incluso combates opcionales (jefes finales incluidos), lo que nos recompensará con más créditos y experiencia. Así podremos comprar objetos curativos, desbloquear nuevos artefactos que dan efectos extra a Yakumo, o desbloquear nuevas técnicas para cada arma.

Cuando Yakumo tiene que hacer de carpintero, igual le pega muy fuerte a los clavos con su martillo

Es verdad, que Ryu Hayabusa también existía

Hasta ahora me he centrado todo el tiempo en Yakumo… Porque Ryu Hayabusa está puesto algo de pegote. Siguiendo lo que ya parece ser una tradición en sagas de hack and slash en su cuarta parte, aquí se marcan un mini Devil May Cry 4. O dicho de otra manera, nos hacen revivir parte de los niveles de Yakumo, pero ahora con Ryu. Primero, esto es cutre de narices, ya que como tal, el personaje sólo tiene un jefe final completamente original, siendo el resto repetidos de nuestras anteriores aventuras con Yakumo.

Luego está la manera en la que el ritmo de la simple pero efectiva narrativa de Ninja Gaiden 4 se para en seco, todo para introducir estos niveles, que parecen metidos muy con calzador. Se podrían eliminar por completo, y no se perdería gran cosa. ¿Eso significa que jugar con Ryu es aburrido? ¡En absoluto! Ya de por sí Yakumo comparte muchos movimientos con Ryu, como la guillotina letal o el Izuna Drop, por lo que la base entre ambos es similar. Pero Ryu cuenta con su fiel katana, lo que le da acceso a un moveset específico, además de a la magia ninpo. Es lo que sustituye al sistema de armas de Yakumo, gastando la energía de la forma especial de Ryu en vez de un medidor extra.

Ahora ves a Ryu, y ahora no lo ves

Por supuesto, se echan en falta más armas, o nuevos ninpos, para hacer más único a Ryu. Es más, sin entrar en spoilers, Yakumo gana un arma con el que consigue los combos de Ryu, haciendo que a efectos prácticos, sea un personaje con muchísimas más posibilidades jugables que Ryu. Esto se refleja en el tiempo que se controla en la campaña, ya que de las 13-14 horas que necesité para llegar al final en Dificultad Normal, apenas 2 horas fueron con el bueno de Hayabusa.

Esto puede cambiar para el endgame, ya que como todo buen hack and slash, Ninja Gaiden 4 ofrece una gran rejugabilidad. Por un lado, podemos volver a jugar cualquier misión con Ryu o Yakumo, con tablas de clasificación por las que ascender al obtener el mayor karma posible. ¿Queremos esa espada final que convierte a Yakumo casi en Ryu? Pues habrá que completar una serie de desafíos. Eso por no mencionar la dificultad extra que se desbloquea tras una primera vuelta. Vamos, que tenemos hack and slash para rato.

Las animaciones de las ejecuciones de jefes o en el Modo Furia increíbles. Si eres un ninja asesino, hay que ejecutar siempre con estilo

Tradición ninja contra modernidad

Antes de seguir, creo que hay que hablar de la diferencia entre dos nuestros héroes, ya fuera de su jugabilidad. En líneas generales, representan la modernidad frente a la tradición. Mientras que Ryu es el ninja molón por antonomasia, posando cuando puede y usando herramientas tradicionales a más no poder, Yakumo es la versión de la Gen Z de los ninjas. No reniega de la tecnología, sino que la abraza. Eso hace que emplee artilugios más modernos, o que la tienda sea una máquina con la que conectarnos con nuestra compañera, en esencia una hacker… Ninja, por supuesto.

Todo esto también se ve reflejado en su diseño. Yakumo lleva pantalones y ropa del estilo urbano actual de Japón, pero con el toque ninja para que no desentone en este mundo. Así que, Ninja Gaiden 4 introduce así un héroe mucho más moderno y urbano, algo perfecto para precisamente introducir a todo un grupo nuevo de usuarios a la franquicia.

En este sentido, he acabado enamorado de Yakumo… Y nunca he sido el mayor fan de Ryu. Sí, es molón y farmea aura que da gusto en cada pose que hace, pero nunca ha tenido la personalidad arrolladora de Dante de DMC o la propia Bayonetta. Así que la inclusión de un nuevo héroe, con un diseño que me encanta a todos los niveles, y un ligero arco narrativo emocional, creo que han sido la decisión correcta para revitalizar la franquicia.

Las opciones de movimiento son un claro ejemplo de los diferentes estilos ninja de Yakumo y Ryu

Que la senda del ninja siempre sea bonita

Pasando a los aspectos técnicos, he jugado a Ninja Gaiden 4 en Xbox Series X, y funciona estupendamente. Hay dos modos, para priorizar el rendimiento (pudiendo ir el juego hasta 120 FPS), o la calidad, pero en un juego tan frenético como este, creo que la elección es más que obvia. Esta entrega, por su énfasis en un protagonista más urbano, aprovecha esta temática para presentar la mayoría de los escenarios. Así que lucharemos en plena ciudad, en sus alcantarillas, discotecas, sedes militares futuristas, o cómo no, bosques más tradicionales, que nunca hay que perder la esencia de un ninja.

Todo se ve de escándalo, gracias a un diseño artístico que me parece fantástico. La combinación de lo urbano con lo demoníaco a veces nos da grandes estampas, y las setpieces nos dejarán en muchos momentos con la boca abierta. Algo fundamental, cómo no, es que con todos los efectos constantes de lluvia (siempre recordándonos que el Dragón Negro sigue ahí), sangre y demás de los propios enemigos, toda la acción sea legible, y vaya si lo consigue. Los indicadores nos ayudan a leer siempre el campo de batalla, y las animaciones son excelentes para poder ver qué harán los enemigos. Sólo nos queda tener los reflejos suficientes como para reaccionar, claro.

Otro aspecto que me ha encantado es el de la música. Los temas que suenan de manera general son muy cañeros, y de nuevo, con un toque más rock y metal que le pega genial al estilo edgy y moderno de Yakumo. Esto se lleva a su máxima expresión con varios temas de jefes finales, ofreciendo remixes especiales en sus segundas fases, que llevan la intensidad a otro nivel. Hasta ahora nunca me había parado a escuchar la música de la saga, pero ahora estoy deseando que publiquen la OST para recrearme con algunos de sus grandes temas.

La ciudad se habrá ido a la porra, pero ese toque demoniaco le queda de lujo

Conclusión

Hacía tiempo que no disfrutaba de la magia de los hack and slash, pero Ninja Gaiden 4 me ha vuelto a recordar lo maravilloso que es este género. La intensidad de los combates, la espectacularidad de los mismos cuando al fin dominamos las técnicas de nuestros héroes y la sensación constante de ser los ninjas más letales y molones de la faz de la Tierra.

Lo mejor del Team Ninja se ha combinado con lo mejor de Platinum Games para crear una entrega que es fiel a la esencia de la saga, pero sabe llevarla a un público moderno para que se modernice de la mejor manera posible. Su nuevo sistema de armas duales y los ataques con esencia de sangre son brillantes, mientras que Yakumo se une a la Ryu como otro gran protagonista en la saga, y a quien me encantará ver en futuras entregas o en el DLC que está por venir.

Realmente, sólo le veo una pega al juego, y ésa es la manera en la que han incluido a Ryu Hayabusa. Muy con calzador, y sin darle la profundidad jugable de Yakumo. Aun así, eso no quita que Ninja Gaiden 4 sea auténtica maravilla, de lo mejorcito que nos podemos encontrar en el género, y un regreso triunfal para la franquicia. Team Ninja y Platinum Games vuelven a demostrar que tienen lo necesario para seguir recorriendo la Senda del Ninja, y ojalá lo puedan seguir haciendo durante muchos años más.

9

Análisis realizado gracias a un código para Xbox Series X ofrecido por Microsoft.

Ficha

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