
La saga Borderlands es la que inició el género del looter-shooter, y ha sido un éxito a lo largo de los años. Sin embargo, eso no significa que siempre haya ido por el buen camino. Pese a varias buenas ideas en la tercera entrega, Borderlands 3 supuso un paso para atrás respecto al punto álgido de la franquicia con Borderlands 2 y The Pre-Sequel. Desde Gearbox son conscientes de todo esto, y por eso, para Borderlands 4 han querido ver qué funcionaba, qué cambiar y ofrecer la secuela que todos los fans estaban esperando.
En Gamescom 2025 he tenido ocasión de ver qué tal le sientan los cambios que tiene planeados el estudio, y van por muy, muy buen camino. Aunque también he sentido que lo que hacía especial a la saga, no es ya tan único. Quizá porque otros tantos títulos han usado el molde de la saga, o porque han cogido elementos de otros juegos a los que ya han inspirado en el pasado. Buscacámaras, id preparando cargadores a gogó, que ese loot no se va a conseguir solo.
Menos humor y más personalización
Si bien el humor ha sido uno de los elementos más distintivos de la saga, es también de los elementos que más han tirado para atrás a los usuarios. El «cringe» era excesivo en la tercera parte, por lo que en Borderlands 4 quieren volver al tono más «serio» pero con toques de humor de la primera entrega. Así que hay un malo malísimo que no va a estar soltando chistes en modo metralleta, al que deberemos de tomar en serio y será una amenaza de verdad para nuestros héroes.
Hablando de héroes, hay 4 nuevos personajes, con una progresión que se verá ampliada gracias a los accesorios. Junto a las armas de cada fabricante con sus efectos ya de sobra conocidos, también podremos asignar accesorios también de varios fabricantes, para añadir modificadores y crear las builds que nosotros queramos. ¿Las armas pesadas? Ahora funcionarán con un cooldown como una habilidad más, al estilo del reciente Tiny Tina, ya que fue algo que gustó mucho en la comunidad.
El otro cambio importante está en cómo se va a presentar el mundo. Estaremos ante grandes mapas por los que desplazarnos con vehículos o con las renovadas habilidades de movimiento que se podrán encadenar entre sí. Con que en Borderlands 4 seremos más ágiles que nunca con el doble salto, el poder levitar, el gancho o el deslizamiento. Incluso podremos nadar, lo que nos dará todavía más posibilidades para afrontar cada uno de los encuentros. ¿El propio mundo? También será más dinámico, con eventos de todo tipo, muy al estilo de Destiny o similares.
Hachas y espadas contra los psicópatas
A la hora de jugar, podía coger entre las cuatro clases, y me decidí por la de Amon. Es el nuevo guerrero elemental, capaz de invocar hachas y espadas elementales que lanzar contra los enemigos. De entre los niveles disponibles, me lancé a una de las cámaras, con que tenía «sólo» varias arenas de combate a completar. El gunplay de Borderlands 4 es sencillamente espectacular, siendo una delicia aprovechar estas nuevas opciones de movimiento para no parar de correr por cada arena mientras se suelta plomo, lava y lo que sea contra los enemigos.
Las peleas eran bastante intensas, propias de una actividad ya bastante avanzada en el juego. Así que tocaba usar absolutamente todas las habilidades y armas disponibles. En este punto, también nos habían dejado a un personaje bien equipado, con escopetas, pistolas, fusiles de asalto y subfusiles que hacían mucha, pero que mucha pupa. Y sí, al ser combates desafiantes, había enemigos que eran algo «esponja de balas», pero usando las habilidades adecuadas, todos caían a un gran ritmo para que los tiroteos no decayeran en ningún momento.
Aquí las armas elementales de Amos junto a los elementos de nuestras pistolas eran clave, siendo muy divertido encontrar las sinergias de nuestro arsenal. Ahora bien, mientras jugaba, no podía dejar de pensar en Destiny. No es malo compararse a la obra de Bungie, ya que sigue teniendo uno de los mejores gunplays de la industria. Pero lo dicho al principio del avance, creo que eso le resta un factor novedad o sorpresa a este Borderlands 4.
Cuanto más grandes son…
Esto al menos se remediaba al final cuando se llegaba al jefazo de esta mazmorra. Una planta viva con mucha vida capaz de invocar minions (ideales para matarlos al ser derribados y así resucitar) y lanzar ataques zonales devastadores. El combate tenía varias fases, con encuentros en el suelo, o luego aprovechando el gancho en las alturas. Cuando toda la superficie se llenaba de ácido, tocaba usar el látigo para ir de plataforma en plataforma, creando un combate desafiante pero dinámico y muy divertido.
No creo que este Borderlands 4 vaya a reinventar la rueda o sorprender como lo hiciera en su momento con sus primeras entregas. Pero tampoco lo necesita para triunfar, ya que es justo esa sensación de familiaridad la que hace que sea imposible resistirse a un tiroteo más mientras buscamos nuevas Cámaras y acabamos con unos cuantos psicópatas.
El gunplay es el mejor que ha tenido la franquicia hasta la fecha, se ve todo de escándalo y la promesa de una historia más seria pero con ese toque canallita es justo lo que la saga necesitaba. Así que preparad vuestro arsenal, porque el 12 de septiembre (o el 3 de octubre en Switch 2) volveremos a lootear con Borderlands 4.