Desconsolados

Impresiones de la beta de Battlefield: Bad Company 2

Desde el 19 de noviembre lleva funcionando la beta de Battlefield: Bad Company 2, y tras estar unas cuantas horas pegando tiros como locos aquí os traemos nuestras impresiones, pero cuidado, que pueden explotar.

En la beta nos encontramos con un único mapa, pero es muy amplio. Su nombre es «Africa Harbor», y en él jugaremos al modo «Rush», que es básicamente el mismo que nos encontramos en la primera parte. Por tanto, los jugadores se dividirán en dos equipos. Uno es el de los atacantes, cuya misión es destruir los dos emplazamientos de comunicaciones que los enemigos tienen en cada base. Cada vez que se destruyan el nivel se ampliará, llevando la batalla a una nueva zona. Por supuesto los defensores tiene que evitarlo a toda costa, y acabar con los refuerzos enemigos. Éstos aumentarán cada vez que se destruyan las dos posiciones de una base, por lo que las partidas son normalmente largas y espectaculares.

El espíritu del juego es 100% Battlefield, por lo que ya os podéis imaginar lo que nos encontraremos. Batallas con disparos por doquier, explosiones a tutiplén y muchos vehículos que nos salvarán la vida o nos la amargarán irremediablemente.

En este sentido la beta es bastante escasa, ya que solo nos encontraremos tres. El más poderoso vuelve a ser el tanque, que tendrá dos modelos diferentes dependiendo de la facción a la que pertenezcamos. Los quad nos servirán para hacer movimientos rápidos, pero estaremos muy indefensos a los ataques enemigos, por lo que la mejor estrategia es siempre huir o intentar despistar a un único soldado para después atropellarlo (suena divertido, pero si os lo hacen no lo es tanto). Los jeeps son los intermedios, ya que resisten más impactos, estamos mejor protegidos y podemos llevar a un compañero en la ametralladora para que ataquemos a la vez que nos movemos.

Los emplazamientos fijos vuelven a repetir. Entre ellos nos encontraremos con lanzacohetes que podrán mover los misiles una vez son lanzados para dirigirlo mejor al objetivo y ametralladoras fijas.

Las partidas admiten hasta un máximo de 24 jugadores, y para que haya una cooperación entre los usuarios el juego admite la creación de escuadrones de cuatro soldados cada uno. Esto ayuda mucho a la jugabilidad, ya que sirve para que los usuarios muertos reaparezcan con sus compañeros en lugar de en la base, lo cual ayuda a entrar directamente en la acción. Además nos puede dar recompensas de experiencia extra si nos ayudamos al matar a los enemigos.

Lo de la experiencia vuelve a ser algo complejo y tremendamente adictivo. Con nuestras acciones en la partida (poner o desactivar bombas, matar enemigos, disparos a la cabeza, destrucción de vehículos, etc) ganaremos puntos de experiencia, que nos servirán para subir de rango. Con los rangos no desbloquearemos las armas principales, pero sí las secundarias y las ventajas. Esto último es una de las novedades del título, y consisten en poder llevar más munición, granadas, detectar enemigos y explosivos cercanos, etc. Nos ayudan en el aspecto que nosotros prefiramos, por lo que el juego siempre busca de recompensarnos con el estilo que utilicemos.

La otra gran novedad es la vuelta al sistema de clases. De esta forma nos encontraremos a los miembros de asalto, los francotiradores, los médicos y los ingenieros. Esto ayuda a que podamos crear tácticas mucho más complejas que en la primera entrega, ya que en un escuadrón un médico nos puede curar (ya no existe la regeneración mediante la jeringuilla) y resucitar si somos abatidos, mientras que un soldado de asalto nos puede proporcionar munición. De nuevo, se nos recompensa al usar las diferentes clases, y será usando cada una como obtendremos las nuevas armas principales, lo cual me parece todo un acierto.

Pero el sistema de recompensas no acaba ahí. Si realizamos acciones memorables como acabar con nuestro némesis, ser el mejor jugador, estar en el mejor escuadrón, pegar muchos tiros en la cabeza, matar a un número determinado de jugadores, etc. No nos aportarán experiencia, pero es muy agradable ver que casi todas nuestras acciones nos dan una recompensa. Lo que también vuelven son las «Dog Tags» o chapas de identificación, las cuales obtendremos al matar cuerpo a cuerpo a los enemigos. No será tan habitual como en la primera entrega, pero sigue siendo un detalle curioso.

La jugabilidad es muy familiar a la de la primera entrega, por lo que el título es principalmente realista. Por tanto el apuntar vuelve a ser más complicado que en otros juegos de temática similar, aunque con un poco de práctica resulta una delicia. Lo bueno es que ahora los usuarios resisten menos disparos, que en el anterior juego podía resultar un poco molesto al tener que vacíar básicamente un cargador para acabar con nuestro objetivo. Lo malo es que cuesta ver claramente cuál es nuestro estado de salud y seguimos sin poder tumbarnos (especialmente perjudicial para los francotiradores).

Eso sí, ya os advertimos que el juego no es fácil, y es que al principio moriremos muchas veces hasta hacernos con el control de las armas y los vehículos. Esto quizá os frustre al principio, pero la verdad es que luego cuando vamos subiendo de nivel y mejorando nuestras habilidades nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos podido conseguir.

En el apartado gráfico se nota que el juego todavía está en desarrollo y que le faltan bastantes meses en el horno, ya que se aprecian bastantes fallos de popping (sobre todo si vamos en un vehículo ligeramente rápido) y algunos efectos de tierra son bastante pobres.

Pero aquí acaba lo malo, y es que se nota que han mejorado el motor gráfico Frosbrite, teniendo ahora unas animaciones más realistas y unas físicas más logradas. Lo primero lo apreciaremos bastante cuando veamos la cámara de quién nos ha matado, que es en tercera persona y nos muestra lo que hace el enemigo después de asesinarnos. Las físicas en los cadáveres, que ya no son tanto como muñecos de trapo, y en los elementos destructibles que van cayendo.

En el sentido de la destrucción la primera parte fue un juego muy puntero, y a día de hoy lo sigue siendo. En la beta seguimos teniendo la misma capacidad destructiva, pero se ha visto ampliada. Ahora podremos ver cómo un edificio se derrumba por completo, y os aseguro que es algo muy espectacular. Por lo demás sigue funcionando igual, por lo que la tensión de no estar completamente seguro en cualquier parte ayuda a aumentar la diversión de las partidas.

El sonido es quizá lo único que puede decepcionar ligeramente de la beta a algunos. Mientras que las explosiones y demás efectos son tremendamente realistas, las voces no es que sean las mejores que hemos escuchado. Además no hay ninguna clase de música al tomar una base ni nada. Es realismo puro, con los duros efectos que ello conlleva.

En definitiva, la beta de Battlefield: Bad Company 2 nos ha encantado. Sigue manteniendo la diversión del primero, pero la incorporación de las clases, una mayor destrucción y un sistema de recompensas que engancha mejora la experiencia global. Sin duda, uno de los juegos a tener en cuenta para el ajetreado 2010, y es que a veces las malas compañías son las mejores.

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