Desconsolados

Videoanálisis: Scott Pilgrim contra el Mundo

De la mano de Ubisoft Montreal llega Scott Pilgrim contra el mundo, la adaptación a videojuego de los comics del autor canadiense Bryan Lee O’Malley. Dicho autor debe estar ahora bien contento ya que sus comics, con los que apenas se ganaba la vida, también se han usado para crear la película con el mismo nombre.

El juego ya está disponible para PSN, y lo hará el próximo 25 de agosto para XBLA.

Podéis ver este videoanálisis creado por nosotros, o bien leer la versión escrita del mismo. Los comentarios críticos siempre son bienvenidos.

Scott Pilgrim es un chaval de 24 años que está enamorado de Ramona Flowers, pero para conseguir «salir» juntos debe vencer a sus siete ex-novios malvados. Para ello, cuenta de la ayuda de sus amigos Kim Pine y Stephen Stills, compañeros de grupo musical, así como de la misma Ramona.

Los comics de Scott Pilgrim muestran una clara influencia de videojuegos. Leyéndolos, uno tiene la sensación de que a ratos se encuentra dentro de uno, así que adaptar la historia ha sido probablemente un proceso bastante natural. Artísticamente, se ha optado por simular un juego clásico de acción lateral claramente siguiendo modelos de los 80 como River City Ransom o el Double Dragon, con los que más de uno quemó sus horas de infancia y a los que el comic hace referencia constante. Sin embargo, aunque no lo parezca se nota que los gráficos son modernos por su infinidad de detalles, adaptados para el jugón de hoy en día, pero manteniendo la estética de los juegos de antaño. Y, a diferencia del comic que es en blanco y negro, veremos a un Scott Pilgrim a todo color.

Avanzaremos solos o con la ayuda de nuestros compañeros, derrotando todo aquél que se interponga ante nosotros. A lo largo del camino también habrá cientos de objetos que podemos usar para golpear o lanzar a nuestros enemigos, causandoles más daño. Los enemigos al ser derrotados dejan caer monedas (también en el comic), cuyo valor incrementa si los matamos con «más estilo». Dichas monedas pueden ser usadas para comprar artículos en tiendas repartidas a lo largo de las diferentes fases. Estos objetos permitirán mejorar nuestros atributos, como la fuerza, defensa o velocidad. Venciendo enemigos y comprando objetos conseguiremos más experiencia, que nos permitirá ir subiendo de nivel y desbloquear nuevos tipos de movimientos.

Algo que al principio es confuso es que los objetos disponibles en las tiendas no dicen que atributos mejoran hasta que los compras y el tendero te da las gracias. Hay que adivinar por la descripción por donde irán los tiros. Más adelante y con la práctica adquirida con sudor, esto ya no supondrá un problema, porque tendremos dinero abundante como para ir probando, incluso conseguir un trofeo si compramos todos los productos de una tienda. Y por que no, siempre podemos comprar comida «para llevar», que nos dará algo de energía a la que vayamos a perder una vida.

Cuando jugamos, podemos escoger cuál de los personajes queremos ser, y cada uno mantiene los atributos de anteriores partidas. Y en lo que a opciones de customización se refiere… podemos cambiar el color de la camiseta.

El juego se divide en siete fases diferentes a las que accedemos desde un mapa imitando el de Super Mario Bros, tuberias verdes incluidas. Y es que las referencias a otros juegos y películas son algo constante. Golpearemos interrogantes, veremos un coche fantástico, un robot tipo Mazinger Z y a Mega Man entre otros…

La dificultad es alta incluso en el modo más fácil, cosa que puede frustrar aquellos jugadores más casuales. Deberemos jugar los primeros niveles varias veces antes de poder vencer a los malvados exnovios al final de cada nivel y si perdemos todas las vidas, debemos comenzar dicha fase desde el principio. Lo bueno, es que repitiendo conseguimos más dinero que podemos usar para mejorar. Especialmente las primeras fases, y la última son las que serán más difíciles.

La banda sonora del juego merece una mención especial (aunque para algunos sea por el odio que le pueden llegar a profesar). Ha sido compuesta por la banda Anamaguchi y creada usando una NES hackeada, acompañada por guitarra, bajo y batería. La verdad es que se consigue un efecto retro muy interesante, a la vez que trepidante, que le va al juego como anillo al dedo. Eso sí, si alguien no está jugando y oye la música de fondo, probablemente termine quejándose a los pocos minutos debido a las estridencias y repeticiones.

Aunque el juego viene con multijugador, este es local. Realmente se echa en falta un modo online, porque no es siempre fácil juntar jugadores de gustos parecidos, aunque las risas están aseguradas si lo conseguimos. Eso sí, a medida que se añaden jugadores la acción es más caótica, pero superar el nivel es muchísimo más fácil que hacerlo solo. Si apretamos botones sin pensar demasiado, acabaremos agarrando a nuestro compañero y lanzándolo por los aires más de una vez. Es divertido… especialmente si eres el que lanza y no el que es lanzado.

Alguna de las pegas de este modo es que los jugadores no pueden entrar en cualquier momento, sinó que hay que ir hasta el menú principal del juego para añadir o eliminar compañeros.

Durante el juego nos encontraremos con las llamadas autopistas subespaciales, que permiten viajar rápido y actúan mayormente como fase de bonificación. Algo que, de nuevo, recuerdan al interior de los tubos de Mario Bros.

La jugabilidad a la larga está asegurada, ya que podemos llegar a desbloquear dos nuevos personajes, movimientos especiales, lugares secretos, etc, aunque para ello deberemos derrotar el juego varias veces. Además, para seguir las tendencias actuales, existe un modo de zombies que se puede activar mediante una combinación de botones determinada. Y esa es una de las posibles combinaciones para activar trucos.

En definitiva, se trata de una buena adaptación del comic, jugable y divertida, especialmente para aquellos que nos gusta la vieja escuela y no nos cansamos de aporrear los botones del mando sumándonos a la acción sin pausa a nuestro alrededor. Un juego recomendable si no esperas terminarlo de una tirada, si te gustan los retos y si te apetece revivir con nostalgia las sensaciones de aquellos maravillosos años. Sin duda alguna, es un título de culto.

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