
Hace unos años se mostró el tráiler de Where Winds Meet, y como otros tantos juegos chinos que nos estaban dejando boquiabiertos por aquel entonces, parecía que no iba a llegar nunca el momento de disfrutarlo. Poco a poco, estas obras están llegando, con resultados dispares (como ha pasado con Wukong o Lost Soul Aside), y muy pronto ocurrirá lo propio con este F2P de NetEase desarrollado por Everstone.
Durante la reciente Gamescom tuve la ocasión de probar por primera vez la versión de PS5 Pro, para ver cómo se movía el juego y ver de primera mano algo más de su estructura. Porque aquí el equipo claramente tiene algo ambicioso a más no poder, con un sistema monetario que tampoco sé cómo va a encajar a largo plazo o dar beneficios. Pero junto a estas dudas, claramente hay algo obvio: se viene un espectáculo wuxia como pocos hemos visto antes en los videojuegos.
Wuxia gratis para todos
Lo primero es lo primero, ¿cómo se va a monetizar Where Winds Meet? La idea de NetEase es que se pueda desbloquearlo absolutamente todo jugando. Ya sean las diferentes armas, los estilos de combate, el contenido, etc. No habrá nada monetario que afecte a la jugabilidad, estando todas las microtransacciones centradas en los aspectos estéticos. Ya sean trajecitos para nuestro personaje (totalmente personalizable), las armas o similares.
La idea sobre el papel suena bien, pero habrá que ver si habrá packs o similares para acelerar las numerosas barras de progresión que habrá. En esta toma de contacto todo estaba desbloqueado, pero como hay tantísimas opciones de armas o estilos de artes marciales que ir dominando, no me extrañaría que haya packs que te permitan acelerar un poco la progresión. Al menos, tener la opción de, farmeando, poder conseguirlo todo, es genial, para poder así disfrutar de todas las posibilidades que ofrecerá el título.
Y vaya si va a tener chicha el título. Nada más entrar en el mundo abierto, era una locura cómo poder hacer varios saltos triples con múltiples efectos y, con un montón de brilli-brilli de por medio, básicamente empezar a volar. Era muy al estilo de Tigre y Dragón, siendo igual poco jugable por el ángulo de cámara elegido para dirigir nuestra dirección, pero vaya si no es llamativo en lo visual. Seguramente desbloqueándolo poco a poco sea más fácil de usar esta clase de saltos y habilidades para movernos por el mapa a toda pastilla, pero por ahora, para presumir y lucirse, está muy pero que muy bien.
¿Aquello a lo lejos? Pues de un par de saltos y mucho brilli-brilli podremos llegar
Una infiltración algo accidentada
En la media hora que había para probar el título, me aventuré en lo que sería una de las misiones principales del juego. Aquí nuestro objetivo era infiltrarnos en una mina donde había montones de esclavos, teniendo que llegar hasta el capitán para cerrarle el chiringuito. Aquí Where Winds Meet es ambicioso al introducir algo de plataformeo y sigilo en plan cinemático… Pero ambicioso no significa que funcione, ya que era todo bastante pocho.
Se nota que es la típica mecánica metida para añadir algo de variedad, y no es claramente el foco del juego. Así que el progreso durante la misión, aunque hay momentos visualmente muy espectaculares al ir saltando de un lado a otro en pequeños QTE, cuando luego tocaba hacer nosotros manualmente el sigilo o la infiltración, entonces la experiencia se veía bastante resentida.
Incluso en estos momentos tan llamativos, Where Winds Meet se veía poco pulido. Muchos momentos de cortes ortopédicos, tirones constantes… Está claro que el juego se tiene que pulir mucho más, eso que sale relativamente pronto, con que espero que la versión final salga más fina. Al menos, la parte final funcionaba mucho mejor, cuando ya había acción y realmente empezábamos a participar en la acción. Con que si «sólo» petardea en varias escenas, al menos no se pone entre medias de nuestra diversión.
Los efectos de los ataques para vender la fantasía wuxia son una locura
Un combate accesible pero desafiante
Hablando de la acción, Where Winds Meet bebe mucho de los Souls-like, pero es todo mucho más accesible y dinámico. Tenemos las típicas esquivas, parries y demás sistemas, pero con habilidades únicas muy propias de los RPGs de acción, diferentes según el arma o el estilo de artes marciales que estemos usando. La pelea de la misión era sencilla pero muy divertida y espectacular, sirviendo para sentirnos empoderados en las diferentes fases, con momentos incluso a lo Asura’s Wrath donde la locura y la escala de la acción era una auténtica maravilla.
La cosa cambia en uno de los jefes que estaban disponibles en la demo. Era una pelea mucho más de Souls-like, con la jefa pegando muy fuerte, con ataques de zona que nos podían reventar en poco tiempo, y había que dominar al máximo las habilidades además de aprender los patrones enemigos si se quería tener una oportunidad para sobrevivir más de 20 segundos, ya ni digamos derrotarla.
Habrá jefes finales que serán un espectáculo audiovisual y otros que son un desafío de mucho cuidado
Así que, Where Winds Meet sigue siendo increíblemente ambicioso, es divertido a los mandos cuando se centra en lo que mejor sabe hacer, y la idea de tener un juego de este calibre sin pagar un euro me sigue pareciendo una auténtica locura. Todavía hay mucho por probar, como el cooperativo, ver la progresión real una vez estemos en el juego final o si la historia nos acabará enganchando. El 14 de noviembre todas estas incógnitas se resolverán, cuando el título llegue a PS5 y Steam.