Desconsolados

Jak and Daxter: The Lost Frontier

Playstation 2 fue una plataforma en la que el género de las plataformas destacó notablemente gracias a tres sagas exclusivas que tuvieron una calidad increíble. Para muchos, la mejor fue Jak and Daxter de la desarrolladora Naughty Dog (aunque siempre pensaré que se lo merecía la infravalorada franquicia Sly Racoon). Lo malo, es que cuando se pasó a la nueva generación, solo la saga Ratchet & Clank sobrevivió.

La que actualmente nos ocupa tuvo una excelente entrega  en PSP protagonizada por la mascota/protagonista de la saga, desarrollada por Ready at Dawn (que más tarde se encargaron de God of War: Chains of Olympus). Al parecer, la franquicia se siente muy cómoda en esta plataforma, por lo que High Impact Games ha creado un nuevo capítulo en la historia de nuestros dos héroes para esta consola y Playstation 2, estando centrado el análisis en la versión de PSP.

Este equipo ya desarrolló dos entregas exclusivas para la portátil de Ratchet & Clank, demostrando una gran calidad y con un parecido con los juegos de la desarrolladora original que nos asombró mucho. Ahora, con el objetivo de resucitar a una de las sagas más queridas por los usuarios, ¿habrán logrado sorprendernos de nuevo? Por un lado sí, pero por otro no.

La historia del juego tiene lugar después de la trilogía original, y pone el universo en peligro por la falta de Eco, un misterioso material que tiene diferentes usos dependiendo del color con el que el mundo funciona. Esto conlleva a que haya una gran inestabilidad en el planeta, con unas tormentas de eco que cada vez empeoran y que ponen en peligro a todo el mundo.

Ante esta escasez del material Jak, Daxter y Keira se embarcan en una aventura que les lleva al límite del planeta, donde se supone que hay una fuente de eco secreta y con la que podrían salvar la situación. Sin embargo, el problema de la escasez ha hecho que el eco se convierta en un material muy valioso, por lo que han aparecido los piratas del cielo, cuyo objetivo es atacar naves indefensas y robarles todo su eco.

Por supuesto, nuestros protagonistas tienen un encuentro con estos indeseables, y tras escapar de ellos y reparar su nave nos encontraremos con los aeroplanos, una sociedad completamente nueva en la saga. Al parecer, estos personajes también buscan tienen una fuente de eco alternativa, y para lograr su objetivo tienen un extraño aparato que dan a los protagonistas por si pueden ayudar.

Así comienza una aventura con un guion bastante irregular, completamente previsible y que va de cliché en cliché. Esto puede hacer que no nos enganche tanto como la genialidad de argumento que tuvo la trilogía original, y es una pena ya que la historia tiene potencial para aumentar el universo de la saga. Además, la visión general que podemos obtener es que estamos jugando a una versión nueva de «Piratas del Caribe», solo que cambiando los barcos por naves y la magia por el eco. Esto es así porque muchas situaciones son demasiado parecidas, y toda la explotación del elemento pirata es un intento fallido de conseguir algo original como Insomniac ha hecho en los últimos Ratchet & Clank.

Esto no quiere decir que no me haya gustado la historia, ya que tiene algunos elementos buenos (los aeroplanos o el nombramiento de sucesos pasados que se pueden explorar en futuras entregas). Además, el humor de siempre se mantiene, en especial con las geniales palabras que dirá Daxter durante todo el juego.

Sin embargo, lo malo sobrepasa a lo bueno con sucesos que deberían ser dramáticos y prácticamente no tienen peso en los personajes ni nada. Además, la relación entre Jak y Keira es bastante confusa, siendo al final del juego cuando realmente pasa algo. En el campo de lo bueno y lo malo se encuentra el desenlace, que da pie a una secuela. Esto es positivo ya que les puede dar la posibilidad de desarrollar el argumento de una forma mucho mejor de lo que han hecho ahora, mientras que es malo porque si siguen así podrían sobre explotar la franquicia, algo que no le haría ningún bien.

Con todo esto, la historia de Jak and Daxter: The Lost Frontier es entretenida, pero no llega ni de lejos a igualar el maravilloso argumento de la trilogía original, lo cual es una verdadera lástima al no lograr engancharnos como nos hizo en Playstation 2.

En el aspecto jugable pasa un poco lo mismo, pero siendo más positivo y con algunos elementos que harían enorgullecerse a Naughty Dog por la genialidad de estas novedades.

En el juego nos encontraremos con tres secciones completamente diferentes, y que nos aportarán bastante variedad en las situaciones. La que mejor está desarrollada es en la que tenemos que controlar a Jak en las secciones de acción y plataformas, ya que mantiene la esencia de juego clásico del género, aunque vayamos por partes.

El control del personaje se mantiene prácticamente intacto respecto a la trilogía original, por lo que tiene un control muy cuidado para las zonas de saltos con habilidades sencillas pero que funcionan a la perfección. Sin embargo, hay algo que se ha eliminado: la transformación a Jak Oscuro o Jak Luminoso. La razón es la inestabilidad por la falta de eco, pero es una excusa que cojea bastante y no me ha gustado mucho.

Quitando este «fallo», todo lo demás de las secciones de los poderes y habilidades de Jak son muy buenas. Una de las novedades es la posibilidad de mejorar nuestras aptitudes usando el eco oscuro que consigamos para que después Keira lo transforme en otros colores. El eco verde se centrará en la salud, el rojo en el ataque, el amarillo en los ataques explosivos y el azul en la velocidad. Todo esto hace que haya una progresión en el personaje, lo cual es muy bueno.

La otra gran novedad es la verdadera reina de la jugabilidad de Jak, ya que a lo largo de la aventura nos encontraremos con varias estatuas precursoras que nos darán diferentes poderes de eco. Estas habilidades son muy variadas, y nos proponen algunos puzzles, secciones plataformeras o combates muy divertidos. Por ejemplo, la bola de energía de eco rojo nos servirá para quitar mucha vida a los jefes finales o derribar estructuras débiles. La teleportación de eco azul servirá para unos rompecabezas tremendamente ingeniosos y recurrentes. La elevación con eco amarillo nos llevará a zonas inaccesibles de otra manera. Y así hasta seis poderes que constituyen lo mejor del título.

Para enfrentarnos a los enemigos seguimos contando con las mismas habilidades y ataques de siempre. Por tanto, Jak sigue tiene la capacidad de pegar puñetazos, patadas, ganchos y ataques en picado. La única diferencia es cuando empezamos a mejorar nuestras aptitudes podremos ver cómo salen bolas de fuego de nuestros puños, desviaremos proyectiles con las patadas, etc. Éstas mejoras son las que hacen que podamos usar estos ataques, ya que casi siempre lo mejor es atacar a distancia con las armas de fuego.

En este aspecto no hay practicamente ninguna novedad. Al palo de combate que nos da Keira se le puede añadir diferentes módulos que nos dan acceso a las cuatro armas que hemos visto en las dos últimas entregas de la saga. Así que usaremos una ametralladora, una escopeta, un rifle y un lanzagranadas. La única que cambia ligeramente es la última, que ahora lanza bolas verdes de energía. Por lo demás todo sigue igual. Jak apunta automáticamente y con un botón dispararemos. Lo mejor son los combates contra los jefes finales, que recuerdan a los de antaño y nos obligan a cambiar de estrategia según les vamos quitando vida.

Lo malo de este sistema es la cámara. Hubiera ayudado mucho poder fijar a los enemigos o una posición para la cámara mejor, ya que aunque podemos moverla con los botones «L» y «R», puede darnos bastantes problemas al mantener a algunos enemigos alejados de nuestra vista. Esto hará que recibamos golpes de sitios que no controlamos, lo que puede dificultar bastante algunos combates. En las secciones de plataformas también puede haber pequeños problemas, pero con un poco de pericia no nos molestarán nada.

El segundo tipo de niveles que nos encontraremos serán los de aviación, y la verdad es que me ha sorprendido lo numerosos que son. Estas fases son completamente nuevas, y tienen una gran profundidad, con pocos fallos, aunque presentes.

El juego está compuesto por cinco regiones, y en cada una hay una zona en la que controlamos a Jak a pie. Sin embargo, para llegar tendremos que usar alguna de nuestras naves. Esto hace que su uso sea primordial, y no solo para esto, sino que hay muchas misiones en las que tendremos que demostrar nuestra pericia en el aire. Estos niveles pueden consistir en batallas, persecuciones o luchas finales.

Lo malo es que estas misiones se pueden hacer algo repetitivas, ya que siempre haremos lo mismo. Esto pasa sobre todo en los combates finales, porque tendremos que repetir los mismos patrones una y otra vez hasta que acabemos con el enemigo. Además, ninguna de las naves da la sensación de ir a una gran velocidad, lo que resta algo de emoción.

Quizá el otro problema que he tenido con estos niveles es la importancia que se les da. Me gusta que los hayan añadido para dar variedad al juego, pero que casi la mitad del juego lo pasemos en las naves me resulta extraño. Es más, incluso la batalla final del juego será una lucha aérea. Puede que hubiera estado mejor introducir más niveles de Jak.

Eso sí, quitando esto nos encontramos con una diversión muy alta. Esto se debe mayormente a que no estamos limitados a usar una sola nave, sino que dispondremos de varias que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura. Además podremos personalizarlas con las armas y módulos especiales que queramos y mejorar ambos elementos. Esto hace que tengamos nuestro estilo en el vehículo.

Otro elemento que me ha gustado es la posibilidad de lanzar a Daxter a las naves enemigas para destrozarlas quitándolas las partes fundamentales que las hacen volar, y al mismo tiempo obtener más chatarra (el dinero en la sección de las naves) de la que normalmente obtendríamos o hasta obtener nuevas piezas para las naves. Para hacerlo nos enfrentaremos a pequeños y sencillos Quick Time Events que son muy divertidos.

El control también es muy bueno, con una buena respuesta por parte de la nave, que además es muy suave. Aparte de la dirección, también podremos activar propulsores y frenos, que nos servirán para realizar maniobras diferentes y que nos ayudarán enormemente durante los combates. Todo esto lo haremos con el stick analógico, mientras que con el direccional podremos dar trompos y cambios de dirección para sorprender a los enemigos que nos acechen, o simplemente volver a una zona de combate tras alejarnos de ella brevemente.

Con todo esto, las secciones de las naves son divertidas, y de hecho hay algunas batallas bastante  épicas con montones de naves, torretas y barcos grandes que proteger y destruir. Sin embargo, que sus niveles sean tan numerosos y en ocasiones parezca que se le quita algo de protagonismo a las secciones de a pie puede decepcionar a algunos, o por lo menos esa es la impresión que me ha dado.

La última variación en la jugabilidad viene de la mano de Daxter Oscura, una creación por parte de High Impact Games que se podía haber quedado en el tintero perfectamente, ya que sus tres niveles son los más flojos y repetitivos de la aventura.

Para empezar, tendremos que lidiar con que estas fases no tienen nada que ver con el argumento. Son simplemente momentos en los que Daxter es rociado con eco oscuro por diferentes razones y se convierte en una bestia descerabrada, de gran tamaño y fuerza que es una parodia del Dr. Jekyl y Mr. Hide o de Hulk.

En estos niveles la cámara cambia a una perspectiva cercana a la isométrica, y no podemos moverla. Nuestro objetivo es siempre llegar hasta un ascensor que se encuentra al final del nivel, y para llegar a él tendremos que enfrentarnos a mutantes modificados con el eco oscuro.

La idea parece buena, e incluso al principio consigue divertirnos con las frases del personaje, pero al poco tiempo se nota la repetitividad de estos tres niveles. Tan solo tenemos que avanzar lateralmente machacando la «X» para que Daxter Oscuro lance bolas de eco, y así eliminar a nuestros adversarios. De vez en cuando cogeremos a algunos enemigos especiales para que nos abran camino, o nos convertiremos en un torbellino para derribar ciertos elementos. Y así constantemente. No hay ningún jefe final ni nada que haga cambiar esto. Tan solo unos pequeños puzzles de cambiar el sentido de la corriente con un pisotón puede entretener un poco, pero por lo demás consigue aburrir. Para rematar la faena, no podremos saltar, por lo que todo se limita a matar.

Esta parte es, por tanto, la peor del título por la falta de diversión general al cabo de unos pocos minutos. Por suerte solo hay tres niveles muy repartidos por la aventura, por lo que estos problemas se atenúan al haber pasado antes mucho más tiempo con las plataformas y las luchas aéreas. Sin embargo, esto no es ninguna excusa, y espero que para el futuro (si es que hay más secuelas) mejoren este aspecto o simplemente lo eliminen y se inventen algo mejor.

Aparte de estas misiones principales, en cada escenario nos encontraremos con varios misiones secundarias que nos proporcionarán mejoras para las armas, chatarras o esferas precursoras. Éstas pueden consistir en luchas aéreas, competiciones de ver quién es el que destruye más blancos por un circuito, peleas en un bar, etc. Hasta en cada mapa hay una estatua precursor que nos dará recompensas por los cristales de eco oscuro que destruyamos y la esencia recogida en ellos. Lo malo es que tras hacer una misión secundaria todas son iguales. En el caso de las batallas aéreas simplemente tendremos menos tiempo, en las peleas en el bar habrá diferentes objetivos que apenas varían entre sí, etc. Esto hace que se puedan volver un poco repetitivas, aunque ayuden a aumentar la duración.

Aunque por desgracia, no lo consiguen, ya que tardé en completar la aventura con la mayoría de las misiones secundarias resueltas unas 6 horas. Lo bueno es que todavía me quedaban esferas precursoras que recoger, y así desbloquear nuevos extras con ellas. Además, se desbloquea un «Modo Héroe» más complicado de lo normal, para ponernos a prueba. Aun así, la duración podría ser mayor. Es cierto que si solo jugáis en momentos puntuales os parecerá correcta, pero si os enganchais en un par de tardes lo podéis completar, lo cual resulta un poco frustrante al no haber ninguna clase de modo multijugador. Esperemos que para su próximo juego High Impact Games aprenda de sus tres títulos, ya que todos son algo cortos.

Por suerte, el apartado técnico del juego es impresionante. Empezando por los gráficos, Jak an Daxter: The Lost Frontier se encuentra entre los mejores títulos de la consola. Los personajes tienen un modealdo similar al original (varía la ropa), y la calidad es igual de alta. Sus animaciones en el combate y las plataformas vuelven a ser geniales, aunque quizá un poco pobres cuando estamos balanceándonos en las barras.

Los escenarios tienen un buen nivel de detalle, pero lo más impresionante es el apartado artístico. Desde los nuevos personajes a las localizaciones y los objetos. Todo tiene ese toque característico de la saga que tanto ha gustado desde sus comienzos. De esta forma, se consigue que sigamos pensando que estamos jugando en el mismo universo que tanto nos gustó a todos, a pesar de la falta argumental.

Para rematar, los efectos en las explosiones, las batallas aéreas y los poderes de eco son increíbles. Aunque lo mejor son las escenas de vídeo, que a pesar de estar hechas con el mismo motor gráfico que el resto de la aventura, su calidad es muy superior.

El apartado sonoro no se queda atrás, ya que es tremendamente bueno. Sony nos tiene acostumbrados a un gran doblaje en sus juegos, y éste no es una excepción. Y es que no solo la calidad de las voces es impresionante, sino que además son las mismas en los personajes principales que aparecían anteriormente. De esta forma los chistes de Daxter siguen siendo tan divertidos como antes, con la misma calidad que en las anteriores entregas que tanto gustó.

La música también esta a un gran nivel, con unas melodías que van desde tranquilas y típicas de las plataformas a otras en las que su emoción hace que nos metamos más en las batallas más espectaculares del juego.

Con los efectos tres cuartos de lo mismo. Cada poder y cada arma tiene un sonido diferente, con lo que podemos notar que hay una diferencia entre unos y otros. Los enemigos también tienen sonidos diferentes, y todos son muy buenos.

En conclusión, High Impact Games ha hecho un buen esfuerzo en resucitar a esta querida saga, y en parte lo han conseguido. Las partes en las que controlamos a Jak no tienen nada que envidiar a la trilogía original gracias a los increíbles poderes de eco que adquiriremos en la aventura. Las batallas aéreas son divertidas, aunque quizá un poco pesadas en las luchas finales. El apartado gráfico y sonoro son también espectaculares, dándonos otra prueba de la potencia de la consola.

Lo único malo del juego es la historia, las partes de Daxter Oscuro y la duración. La primera por ser tan previsible y poco sorprendente. Lo segundo por lo repetitivas que son, y menos mal que solo hay tres y están repartidas por todo el título. Lo último puede ser un fallo depende del usuario, aunque en líneas generales la aventura se hace corta.

Por tanto, si os gustan las plataformas y sobre todo la saga, Jak and Daxter: The Lost Frontier no os decepcionará en absoluto. Tiene ese sabor clásico que se ha perdido en los últimos años con tantos FPS, y el humor de la serie se mantiene al mismo nivel que siempre, por lo que cada vez que juguemos nos reiremos más de una vez, y eso es algo que ya vale la pena hoy en día.

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