Con este dilema se van a levantar hoy muchos lectores, qué hacer, si comprar una Xbox Arcade en la tienda americana oficial de Microsoft por 149,99 $ o por el mismo precio comprar el sensor de movimiento Kinect. Vale que el dispositivo es nuevo y quizás anden cortos de producción pero este precio quizás sea excesivo. Al menos podrían regalar algún juego para el periférico. O Microsoft empieza a aclarar todo esto o a Xbox Kinect le costará mucho arrancar estas próximas navidades.