
Al no haber tenido ni Nintendo DS ni 3DS, hay varias Visual Novels de ambas consolas que tengo aún pendientes a las que tengo echado el ojo desde hace mucho, mucho tiempo. Este es el caso de Hotel Dusk, que siempre ha destacado por su arte y su historia. Por eso, me emocionó cuando Arc System Works anunció su colaboración con el director del juego, Taisuke Kanasaki, para un proyecto de lo más particular: Dear me, I was…
En principio, pensaba que iba a ser otra Visual Novel con un arte increíble, pero ha resultado ser algo totalmente distinto. No llega a ser una VN, al contarnos toda la historia sin una palabra de por medio. Pero tampoco es un juego como tal, debido a las pocas interacciones reales que tenemos. Dicho esto, preparaos para todo un viaje emocional en esta experiencia audiovisual totalmente única.
Este precioso michi está preparado para vivir este emocionante viaje
En busca de conexiones
En Dear me, I was… seguiremos la historia de una mujer sin nombre, desde su infancia hasta la vejez. Cada capítulo siempre empezará con nuestro desayuno, pudiendo ver cómo van cambiando los hábitos en cada etapa vital, pero siempre empezando por la comida más importante del día. A lo largo de este viaje por su vida, veremos tanto los momento buenos como los malos. Los que nos dan esperanza y los que nos hunden. Todas esas experiencias, tanto buenas como malas, que nos van formando como personas y nos hacen únicos.
Pese a las diferentes experiencias que vive nuestra protagonista en su niñez o ya en la vejez, veremos que siempre hay algo común: las conexiones con los demás. Todas representadas de diferente manera, pero que nos muestran cómo nos ayudan a crecer y son un elemento clave en nuestra vida. Estoy siendo algo vago y genérico, pero dado que Dear me, I was… dura apenas 40-60 minutos, decir mucho más sería entrar en spoilers, y esta es una historia que debéis descubrir por vosotros mismos.
Lo mágico de todo es cómo, sin mediar una palabra, el juego es capaz de transmitir tantísimo. Usando técnicas de acuarela y rotoscopia, junto a una genial música de piano, las emociones serán constantes. Alegría, tristeza, amor, miedo, dudas… Al no haber palabras de por medio, nosotros rellenamos los huecos con los detalles que nos imaginemos, para así terminar de dar forma a la vida de la protagonista.
La importancia del arte y la expresión
¿Qué clase de interacciones nos propone el juego? Realmente muy pocas, y sirven para hacer cosas tan mundanas como comer, abrir el buzón o coger cosas de cajas. Son interacciones muy, muy contadas, pero si hay una que destaca por su importancia en la trama, es la de dibujar. Por suerte es tan sencillo como mantener el botón de «A» y que el juego rellene el lienzo o el cuaderno en cuestión. Pero es una manera de mostrarnos la evolución de la protagonista por medio de una acción, para que no seamos sólo espectadores en la historia.
Porque sí, Dear me, I was… es en esencia una película animada. O más bien un corto, una OVA o como la queráis llamar. Imaginaos el inicio de Up, pero extendido y con más montaña rusa de emociones. Sólo estos interludios para «toquetear» los preciosos dibujos nos hacen recordar que estamos ante un juego. ¿Es suficiente? Creo que sí, pero desde luego, si esperabais algo más videojueguil, aquí no lo vais a encontrar.
Esto hace que sean la historia, la narrativa, el arte y la música las que tengan que mantener nuestra atención. Conmigo lo han conseguido, al dar con la fibra sensible en prácticamente todos los capítulos. Pese a no conocer el nombre de la protagonista, me entraba la lagrimilla en sus momentos más duros, y esbozaba una sonrisa cuando el color volvía a su vida ante eventos pequeños e insignificantes para muchos, pero fundamentales para ella.
Esa es la magia de Dear me, I was…, y cómo logra que conectemos con este argumento tan sencillo. Porque no estamos aquí para vivir un argumento loco lleno de giros o revelaciones sorprendentes. Estamos aquí para ver la vida de una persona normal, con sus altibajos y conflictos propios de cualquiera de nosotros. Así que, aunque no hayamos vivido exactamente lo mismo que ella, vaya si nos podremos sentir identificados con ella, y en el proceso, entrar más de lleno en su viaje.
Conclusión
Dear me, I was… es una experiencia única que no puedo dejar de recomendar. La manera en la que cuenta su historia, aprovechando el arte, la música y el poder de sus imágenes, es una auténtica delicia. Siempre logrando que conectemos con su protagonista, alegrándonos en sus buenos momentos, y con los ojos llorosos cuando llegan los duros.
Es cierto que su naturaleza hace que no estemos ante una experiencia para todo el mundo. No llegamos a estar ante una Visual Novel ni un videojuego como tal, con que si esperabais algo similar, hay opciones mucho mejores. Pero si os gustan los títulos únicos, narrativos y emotivos, entonces preparaos para un viaje fantástico.
Nos consolamos con:
- Un arte precioso
- Música preciosa y que acompaña a la narrativa
- Historia sencilla pero contada de forma fantástica usando sólo el arte y la música
Nos desconsolamos con:
- Muy breve
- Casi cuesta considerarlo un videojuego
Ficha
- Desarrollo: Arc System Works
- Distribución: Arc System Works
- Lanzamiento: 31/07/2025
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 7,99 €