Desconsolados

Por qué el reboot de Devil May Cry es una buena idea

Con el lanzamiento este año de DmC, el reboot de la franquicia Devil May Cry que los chicos de Ninja Theory, se está acercando el momento de controlar a un nuevo Dante, y adentrarnos en un universo que poco tiene que ver con el que nos encandiló en la primera entrega, y que marcaría el camino a seguir por los juegos de acción en adelante.

Desde que se anunció este reinicio de la saga y se fueron mostrando vídeos, siempre he estado a favor del cambio por la sencilla razón de que los juegos de Ninja Theory de esta generación (Enslaved y Heavenly Sword) me han encantado, y que además, lo que mostraban era algo bastante espectacular. Aun así, tenía la espina clavada de que podrían haber continuado con el Dante del pelo blanco que tanto nos gusta, o al menos, así pensaba hasta que jugué a la Devil May Cry HD Collection, la cual me hizo ver por qué era necesario este reboot.

Para empezar, tenemos los motivos argumentales, que pueden no importar a muchos, pero cada vez van siendo más relevantes en los juegos de acción. De las cuatro entregas originales, sólo han logrado destacar en su historia la primera y la tercera parte, porque o bien nos presentan a un personaje carismático, o porque descubrimos sus orígenes y vemos desarrollada la rivalidad entre Dante y Virgil. Luego pasamos a la otra cara de la moneda, con una segunda entrega realmente olvidable en todos los sentidos, y una cuarta parte que cambia de protagonista (a Nero y su brazo demoníaco) para ofrecernos una historia bastante sosita.

Pero eso no es lo peor, ya que la que se sitúa cronológicamente más avanzada es la segunda parte, en la que Dante ha perdido toda su personalidad, y (atención Spoilers) queda atrapado en el infierno con todos los demonios, y únicamente el final se puede interpretar como que ha regresado a la Tierra o no (fin de Spoilers). No os voy a negar que sería brutal ver esa parte desarrollada en un videojuego, pero si tenemos en cuenta que para ese momento Dante no es más que un trozo de carne sosa y sin carisma alguna, no sería una opción demasiado viable. Es por eso que las demás entregas se han desarrollado antes de esta fatídica segunda parte, y si a esto le sumamos que hasta le quitaron el protagonismo en Devil May Cry 4, tenemos una buena muestra de que no saben ya qué hacer con el personaje o el universo que crearon.

A favor del reboot tenemos un Dante que empieza desde cero, con un nuevo diseño, nueva historia personal y un nuevo universo que también tiene en cuenta a la parte angelical a la hora de plantear su historia. Si tenemos en cuenta que Ninja Theory ha cuidado por encima de todo las historias, podemos estar más entusiasmados que preocupados ante la nueva visión de Devil May Cry que nos encontraremos, al menos en la parte argumental.

Este nuevo universo también supone un aire fresco a la ambientación, aspecto en la que se había quedado estancada la franquicia. Los escenarios de estilo gótico se han mantenido en tres de las cuatro entregas (la segunda intentó volverse más urbana con resultados desastrosos), y si bien es algo que siempre es bonito a la vista, llega a repetirse y pierde el factor sorpresa que tenía en sus inicios.

En el reboot, podemos ver que han tomado los escenarios urbanos y la actualidad como base para el mundo, pero le han dado vida, literalmente. Esto, además de crear momentos visuales alucinantes, sirve para que los niveles se modifiquen ante nuestras narices, lo cual parece, cuanto menos, bastante original.

Y esto nos lleva también a algo nuevo jugablemente. No digo que el desarrollo por niveles y capítulos separados sea algo malo, pero tras ver cómo se pueden crear experiencias increíbles y seguidas en juegos como Uncharted, al no haber pausas entre capítulos, es algo muy a tener en cuenta. Pero lo más importante es que se modernice el esquema que ha llevado la saga de entrar en una sala, machacar a todos los monstruos, encontrar una llave especial, retroceder a una sala por la que hemos estado un par de niveles ya, y poder continuar. De nuevo, esto no es algo malo, pero sí que se puede buscar el introducir estos elementos de exploración en escenarios que van cambiando y evolucionando sin tener que volver por las mismas habitaciones para abrir una única puerta.

Por ejemplo, los puzzles de DMC 3 me parecen sensacionales y no los cambiaría por nada del mundo, pero también es cierto que a veces resultaba algo tedioso superar varios niveles dentro de las mismas zonas para encontrar una única llave. Y este es otro problema de los juegos originales: que en todos había que hacer lo mismo, ya hubiera más énfasis en la acción, puzzles o exploración. Es cierto que se fue notando una evolución en el dinamismo de la acción (de nuevo, DMC 3 es el mejor exponente), pero en lo demás, no es de extrañar encontrarse en una situación de «esto ya lo he vivido».

En lo que hemos podido ver tan solo en los vídeos, hemos visto al nuevo Dante pelear con la misma soltura que el clásico y meterse de lleno en persecuciones y pequeñas secciones plataformeras. Todavía faltan los puzzles, pero ya al menos le han incluido algo diferente.

El combate es lo que todavía no podemos juzgar, y seguramente en lo que el juego más se parecerá a los originales, ya que a fin de cuentas, marcaron el camino a seguir por las grandes franquicias de acción que tanto disfrutamos ahora. Sin embargo, si le logran meter armas nuevas e interesantes que interactúen con el escenario de una manera interesante, sería una buena forma de aprovechar este mundo que están creando.

Así que resumiendo, a la saga le venía bien el reboot porque la historia ya no había por dónde continuarla, y tanto la jugabilidad como los escenarios se habían quedado algo estancados. ¿Y vosotros, pensáis que se podría haber continuado con el Dante y el universo original o estáis a favor del reboot de Ninja Theory?

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