TopWare Interactive nos trae la secuela de Two Worlds, una entrega que fue muy criticada por no cumplir con las expectativas marcadas, pero que con esta entrega intenta redimir sus errores del pasado.
Two Worlds II nos sitúa unos años más tarde de la primera entrega, después de ser capturados y torturados, junto con nuestra hermana, por nuestro archienemigo Gandohar. Por suerte unos personajes acudirán a nuestra ayuda a liberarnos y darnos la oportunidad de explorar de nuevo nuestro mundo, del cual, deberéis seguir leyendo si queréis saber más.
Como os decía, nos liberarán un grupo de orcos, que nos darán la misión de derrocar al autoproclamado Emperador de Antaloor y de paso, rescatar a nuestra hermana. Esta tarea no será nada fácil, deberemos recorrer el mundo en busca del conocimiento necesario para poder acabar con nuestro enemigo y sus poderes mágicos. A parte, tendremos las misiones secundarias que aun siendo muy variadas, casi siempre terminarán de la misma forma: llevando un paquete de arriba abajo o derrotando a hordas de monstruos, haciendo que a veces nos sintamos el hombre de los recados. Eso sí, al juego no le sobra originalidad, tanto secundarias como principales, las misiones serán variadas y la trama argumental nos enganchará como la que más y nos reportará unas 25 horas de juego repartidas en cuatro capítulos, complementando el resto de misiones y otras sorpresas que veréis más adelante en forma de multijugador.
Aunque no con muchas opciones, podremos crear nuestro propio personaje para el modo historia citado, que iremos desarrollando mediante un sistema de experiencia muy habitual: matar criaturas y cumplir objetivos nos reportará puntos que podremos gastar en mejorar la salud, la fuerza, la precisión y la voluntad de nuestro personaje. Por otro lado, los puntos de habilidad (también ganados a partir de la experiencia) nos servirán para incrementar el poder de las habilidades, u otras bonificaciones, como mayor resistencia elemental, recuperación de salud o maná,…
Empezaremos con un número reducido de habilidades, que podremos aumentar, desbloqueándolas mediante la lectura de ciertos libros repartidos a lo largo de las tierras (o de las tiendas, si es que no podemos esperar a encontrarlos). Las habilidades ofensivas dependerán en gran medida de la arma que usemos (montones y montones, de armas y de tipos), pero también gozaremos de habilidades como la metalurgia, para poder forjar (o mejorar, más bien) nuestras armas o añadirles piedras con propiedades adicionales; asesinato sigiloso, para matar a los despistados enemigos cuando menos se lo esperen o nuestra destreza con la ganzúa o el hurto, que se harán mediante unos entretenidos minijuegos.
Y esto son solamente las habilidades cuerpo a cuerpo. Aunque contamos con un arco y flechas, la larga distancia será por excelencia de la magia: Mediante un sencillo modo de combinación de cartas y amuletos, podremos crear infinidad de hechizos y darle otras características si usamos modificadores: una carta de Fuego, combinada con una carta de Mísil, nos permitirá lanzar bolas de fuego, sencillo, no? Pues si usamos una carta Área, en lugar de Mísil, podremos dañar una zona concreta, y si es una Invocación, crear un aliado de fuego que nos ayudará, mientras que si lo que hacemos es usar un modificador de Tiempo, obtendremos un hechizo de fuego de daño temporal, y si añadimos Potencia al hechizo, os podéis hacer una idea de lo que ocurriría. Fácil y espectacular, como para crear hechizo tan variopintos como luz para las cuevas, andar sobre el agua, lanzar cajas y barriles,…
Más allá de tus pies: Una de las habilidades más espectaculares del juego, necesita un apartado aparte para hablar de ella, y es el Oculus. Entre lo que he escrito y el nombre, quizá hayáis deducido por dónde van los tiros… Mediante unos ojos voladores podremos recorrer el mapeado (con limitación en el espacio recorrido, por supuesto) y si el ojo utilizado tiene la habilidad, podremos incluso matar a algún enemigo (aunque estos “ojos” son de un solo uso, los de exploración nos permitirán usarlo tantas veces como queramos).
Sin duda, es algo innovador y curioso a la vez, pero parece haberse quedado solo en eso: si cada vez que queremos entrar en un pasillo tenemos que hacer eso, nos resultará más cómodo y eficaz lanzarnos a las bravas a por los enemigos, más aun cuando en el mapa se nos marca su ubicación. Eso sí para los últimos momentos del juego, donde la dificultad se incrementa exponencialmente, nos será útil si queremos dar esquinazo a los enemigos.
Y con esto llegamos al punto de inflexión del juego: el apartado técnico de nuevo vuelve a flaquear en algunos puntos, mediante bugs, popping descaradísimo en algunos momentos, clipping y demás.
Vale, gráficamente es espectacular, la mayoría de las texturas buenas, los escenarios agradables visualmente, incluso los personajes (sobre todo nuestro prota y secundarios) cuentan con buenos detalles en armas y armaduras, pero entonces nos fijamos en algo más: llega el momento de recorrer grandes distancias, y para ello, entre otros sistemas como el teletransporte, nos subimos a un caballo. La velocidad en caballo es mucho más alta, lo que implica grandes distancias en poco momento, y por lo tanto momentos de carga cada pocos segundos que nos cortarán la fluidez de nuestra aventura, y popping de rocas y obstáculos varios, incluso algún enemigo que desaparece bajo el suelo o algún ciudadano que en lugar de subir las escaleras prefiere “meterse” en ellas, o una lámpara muy toca narices en una de nuestras casas, con deciros que el barquito que me compré en el juego está en tierra firme gracias a un bug, que hace que salte al bajar del mismo… De por sí el mapeado es muy grande pero tiene muy pocos sitios de interés, dejando que casi todo sea terreno por recorrer, que gracias al caballo haremos de forma rápida.
Cabe decir que los efectos luminosos son espectaculares, tanto chimeneas en casas, como nuestra propia antorcha harán gala de unos efectos de luz sorprendentes (lo que es bueno, porque hacía la mitad del juego y en calabozos, todo es oscuro).
Doblado no está, no es algo sorprendente, pero sí traducido, pero también tenemos un pero para ello: aunque no es difícil seguir la narración inglesa, los subtítulos se corresponden tan poco a lo que se dice, que a veces podremos leer un simple “¿Tú?” cuando llevan medio minuto hablando, o una gran parrafada que no podremos leer debido a que cuando el personaje haya dicho su frase (de dos palabras, mientras que en pantalla tenemos una parrafada de dos líneas), ésta desaparecerá de la pantalla para dejar paso a la siguiente.
Terminamos el análisis, hablando de sus modos multijugador. Tenemos a nuestro alcance combates a muerte, duelos, carreras por recoger piedras preciosas, e incluso una historia alternativa a la del modo offline, que nos pondrá bajo las órdenes de Gandohar para realizar 7 misiones que conformarán otra historia, y podremos realizar tanto solos (no recomendable debido al número de enemigos) o con siete amigos más. Y si esto es pareciera poco, contamos con nuestra propia aldea, que deberemos gestionar mediante la construcción de edificios y su mejora, ayudar a nuestros aldeanos en apuros para que estén contentos, y solventando todo tipo de cosas que puedan ocurrir a una pequeña aldea, como el ataque de un grupo de muertos vivientes. El único punto negativo de todo esto es que deberemos crear un personaje de nuevo (de hecho podremos tener varios a la vez) lo que implicará subir de nivel de nuevo, y recoger equipo otra vez, puesto que no podremos usar el que tengamos en la partida offline.
Aunque técnicamente tiene bastantes astillas, es un RPG a tener en cuenta, por lo trabajado que está el sistema de combate y su historia, pero desgraciadamente, hay títulos mejores que éste en el género. Aun así es de aplaudir las mejoras que ha sufrido respecto a su predecesor y el cual os recomiendo probar si os gustan los RPGs de toque clásico. El multijugador es de los mejores que he visto en títulos recientes, aportando muchos modos.
Lo mejor:
• Un argumento pegadizo, y unas misiones originales, aunque bastante parecidas.
• Variedad de armas, armaduras, escudos, varas, que podremos complementar a nuestro gusto mediante piedras con habilidades diversas.
• La creación de hechizos a nuestro gusto con un sencillo sistema de combinación.
• Belleza visual y muy buenos efectos de luz con fuego.
• Modos multijugador variados y divertidos.
Lo peor:
• Técnicamente, aunque tiene menos que en la primera entrega, cuenta con algunos bugs potenciales, popping, clipping.
• No poder leer los subtítulos de forma agradable.
• El offline y online van por separado, sin ningún tipo de complementación.