Desde los inicios, Sony ha permitido activar los juegos descargados desde PSN en hasta cinco consolas. Al parecer, los desarrolladores protestan que la gente usa esta característica para compartir juegos con amigos y Sony pretende poner fin a esto el próximo 18 de noviembre.
Desde ese día, un juego se limitará a la consola en la que ha sido descargado y a otra, que puede ser una PSP o PS Vita. Como aspecto positivo, Sony permitirá activar/desactivar consolas remotamente por internet, con lo que si en vez de la PSP queremos poner el juego en la PS Vita lo podremos hacer desactivando la primera y activando la segunda.
Supongo que ya saben que tienen mucho margen para tomar medidas populares -leáse con sarcasmo- y que la gente los ama por recortar en prestaciones y limitar el uso de las consolas por parte de los consumidores. Sony se mueve por una cuerda floja, teniendo que decidir entre la protección de los desarrolladores y el cuidado de sus clientes.