Aunque 2K Games tiene controlado al máximo los juegos de baloncesto, en el campo del pressing catch no les ha ido tan bien. Desde la compra de la licencia WWE, llevamos unos cuantos juegos con buenas ideas y cada año más contenido, pero que siempre se quedan cortos en varios aspectos importantes, lo que empeora notablemente la experiencia final.
Así nos encontramos otro año más aquí, esta vez ante WWE 2K18 que, nuevamente, promete solucionar los problemas vistos en las entregas anteriores. Ya hemos escuchado esta promesa antes, y van dos años seguidos en los que hemos estado ante un «quiero y no puedo», pese a contar ya con una base sólida de contenido y mecánicas. ¿Saldrá esta vez 2K con el título de campeón, o recibirá un pin en el último momento como de costumbre?