La saga Lost Planet ha tenido un recorrido muy curioso. Tras una divertida entrega, que llegó a Xbox 360 como una gran exclusiva, la franquicia dio el salto al terreno multijugador casi en exclusiva con una horrible secuela, olvidándose de los escenarios nevados del original, y sin prácticamente una historia de por medio. Ante todas estas críticas, Capcom ha dado un giro de 180 grados a la franquicia con Lost Planet 3, que además pasa a ser desarrollado por un estudio occidental: Spark Unlimited. Teniendo en cuenta que sus anteriores trabajos eran Turning Point y Legendary, como que las expectativas eran más bien bajas. En el lado positivo, hay que reconocer que han logrado crear su mejor juego hasta la fecha, aunque por desgracia, eso no significa que sea la mejor entrega de la saga.
La historia nos sitúa varios años antes del primer juego. El protagonista es Jim Peyton, un trabajador que tiene que viajar a EDN III como parte de una primera colonia organizada por la compañía NEVEC, para así poder enviar dinero a su familia. Como era de esperar, poco a poco se va viendo cómo NEVEC no es trigo limpio y esconden muchos secretos, con un argumento que es bastante predecible, y al que le cuesta arrancar.
Aun así, tiene algo muy a su favor: los personajes. En especial Jim, que es un tipo tan corriente, que es muy fácil identificarse con él. Ayuda mucho en este proceso los vídeos que intercambia con su mujer, hablando de cosas tan típicas como mostrarle el interior de su meca de trabajo, o que ella le cuente cómo han sido los primeros pasos de su hijo. Son conversaciones tan corrientes, que realmente sientes cariño por él, ya que es un personaje muy humano. Nada de pasados oscuros, atormentados o cosas por el estilo: es simplemente un trabajador que casualmente trabaja en un planeta helado, pero que es para poder mantener a su familia.
Los personajes secundarios también tienen sus momentos, con algunos mensajes grabados por ellos mismos que ayudan a encariñarse también de ellos. Además, todos van evolucionando de forma muy coherente según avanza la historia, por lo que aunque el argumento es muy básico, este gran elenco de personajes hace que queramos seguir jugando para saber qué será de ellos finalmente, y cómo encajan dentro del universo Lost Planet.
En la jugabilidad, seguimos estando ante un shooter en tercera persona, pero que se aleja por completo de la fórmula presentada en las dos entregas anteriores. Lo que más llama la atención es que se dice adiós al tener que mirar siempre nuestras reservas de E-TERM (la energía térmica presente en los Akrid, los alienígenas de EDN III) para no quedarnos sin nada y morir congelados, ya que eso no va a ocurrir. Tampoco afecta a nuestra salud, ya que como en la mayoría de juegos, se autoregenera mientras no nos golpeen durante un tiempo. Entonces, la E-TERM pasa a ser el sistema monetario del juego, con la que compraremos armas y diferentes mejoras.
En la parte de a pie también cambia mucho la cosa, ya que la mayoría de niveles son pasillos estrechos, angustiosos y oscuros, intentando imitar a juegos como Dead Space, aunque sin llegar a igualar el grado de tensión de las aventuras de Isaac Clarke. Al menos, así se consigue que incluso los enemigos más pequeños nos puedan arrinconar, lo que sí añade algo de emoción a estas secciones. Cuando luchamos en zonas más abiertas, esta tensión se evapora, pero también significa que nos pueden atacar enemigos más grandes, teniendo que usar muchísimo la habilidad de dar volteretas para esquivar sus ataques. Tanto, que a veces es hasta algo ridículo.
Desde el principio, se ve que ya no estamos ante un juego tan sumamente arcade como los dos anteriores Lost Planet, sino que han intentado seguir una línea algo más realista en el ritmo de Jim, al igual que con la historia, lo que crea un buen tono conjunto que le sienta muy bien al título.
La otra gran parte de la jugabilidad es en el meca de Jim, donde la perspectiva cambiará a primera persona. Otro gran cambio es que no tendremos ningún arma de fuego, por lo que tendremos que recurrir a los puños, el taladro y otras mejoras que vayamos instalando en el meca según vayamos avanzando. Estas secciones son, sin duda alguna, de lo peorcito del juego. Al principio, hace gracia que lo usemos para tareas mecánicas y como medio de transporte. También entretienen las peleas contra los Akrid más grandes, que antes nos han puesto las cosas más complicadas mientras íbamos a pie. Pero es que al poco tiempo, te cansas de que estos combates no sean más que QTE largos, y que el meca sea tan lento y ortopédico. Dentro de la historia explican que no vayamos con armas en el vehículo, pero si luego en el multijugador sí se incluyen y son muy divertidos de usar, ¿por qué no aprovecharlos también para la campaña?
Las partes a pie tampoco se salvan de la criba, ya que el control de Jim es bastante impreciso, sobre todo a la hora de apuntar. Además, el sistema de coberturas es realmente pobre. Esto no importa mucho para los Akrid, pero para las zonas en las que combatimos contra humanos (lo que menos me gustó del título), es cuando vemos las enormes limitaciones de la jugabilidad. Eso por no mencionar la inexistente IA, haciendo que los enemigos se cubran, para que por alguna extraña razón, vayan de repente en plan kamikazes hacia nosotros.
Algo curioso es que el juego no es lineal, sino que tenemos varias zonas conectadas entre sí que podemos explorar, y en las que cumplir varias misiones secundarias. El problema está en que el mapa consiste en pasillos que se ensanchan para crear una zona más amplia, y luego más pasillos hacia otras zonas. No es nada natural el diseño, y encima, hay largos tiempos de carga entre zonas, haciendo que la exploración sin el viaje rápido (que no siempre sale), sea todo un suplicio.
A pesar de todos estos fallos, tengo que reconocer que hay momentos realmente espectaculares dentro de la aventura, que suelen ser los jefes finales que luchamos a pie. Como siempre, nos tocará apuntar a los puntos naranjas de los enemigos para poder hacerles daño, y esquivar sus ataques hasta que dejen al descubierto dicho punto débil. Pero tras estos frenéticos combates, luego toca más exploración aburrida con el meca, o misiones que no tienen tanta chispa, por lo que los altibajos son enormes. Eso, y que el juego es muy repetitivo, tanto en escenarios como en estructura de misiones, por lo que este sentimiento de aburrimiento está siempre al acecho durante las 8-10 horas que dura la campaña.
El multijugador no sale muy mal parado gracias a unas cuantas ideas muy bien llevadas a cabo. Por un lado, tenemos los modos competitivos de 5 vs 5, donde tenemos tanto modos típicos (dominación o duelo a muerte por equipos), como otros más novedosos. Uno muy curioso es una variación del Capturar la Bandera, pero primero hay que eliminar a un Akrid, para después capturar su E-TERM y llevarla al punto de destino. También destaca otro en el que un equipo tiene que atacar una apisonadora que se va abriendo camino hacia su base, mientras que los otros tienen que defenderla. Como he mencionado más arriba, los mecas sí que tienen armas en el multijugador, y al luchar contra humanos, los tiroteos ganan bastante a pesar de la imprecisión general del sistema de control.
Otro modo interesante es en el que cooperamos con dos compañeros para superar oleadas de Akrid cada vez más complicadas, al mismo tiempo que luchamos contra otro equipo para dominar una zona del mapa y ganar puntos adicionales.
Lo mejor de este modo es que podemos mejorar a nuestro personaje como queramos. A partir de una esfera y de lo que nos dan de serie, según vayamos ganando créditos, podremos comprar las habilidades y armamento que deseemos, para así potenciar más las habilidades ofensivas o de apoyo, por ejemplo. Y si queremos un personaje equilibrado, también podemos. Ojalá más juegos tuvieran un sistema de evolución así de personalizado en lugar de darte unas armas concretas que luego puede que ni uses.
En los gráficos, también nos encontramos con montones de altibajos. Por un lado, las caras y los cuerpos de los personajes están muy bien hechos, algo que se nota sobre todo en las cinemáticas. En los escenarios, a veces nos encontramos con unas estampas muy espectaculares, de estas que te dan ganas de quedarte parado un momento para disfrutar del paisaje. Pero esto contrasta con otros momentos en los que la calidad baja una barbaridad, hasta llegar a ofrecernos niveles muy insípidos. Y preparaos para ver los mismos interiores casi constantemente, ya que aunque visitemos diferentes zonas, todas las bases y cuevas son muy similares entre sí. Otros detalles curiosos son las animaciones para recargar el arma, habiendo veces en las que Jim sí que cambiará físicamente el cargador, y otras en las que sólo hará el movimiento con las manos, pero el arma se quedará intacta. Lo dicho, altibajos constantes también en los gráficos. Y eso sin mencionar aspectos más técnicos como el framerate, que pega muchos saltos, y a veces tiene unas caídas demasiado grandes y que pueden llegar a afectar a la jugabilidad.
El sonido se mantiene mucho más estable. Primero, gracias a un buen doblaje al castellano, siendo muy de agradecer que Capcom siga doblando la mayoría de los grandes juegos que van llegando a España. Luego, las melodías nos meten bastante en la situación, ya sea de acción más desenfrenada, o de tensión en un escenario cerrado. También destaca la música de diferentes estilos (principalmente country y algo más tecno) que podremos escuchar cuando vayamos en el meca.
Conclusión
Lost Planet 3 es un constante quiero y no puedo. Un juego con muchísimo potencial, y que demuestra una gran maduración para la saga, pero que no logra plasma de forma adecuada todas las ideas que tiene. Sí, hay momentos en los que ese potencial se llega a alcanzar, y la historia junto a sus personajes motivan a seguir avanzando hasta el final. Además, el multijugador es una grata sorpresa, ya que sin ser lo mejor del mundo, al menos tiene un gran sistema de evolución para nuestro personaje.
Puede que en el futuro, y si la saga continúa, las mecánicas aquí iniciadas se puedan evolucionar para hacerlas entretenidas, aunque como nos tenemos que quedar con el presente, el juego falla más o menos lo mismo que acierta. Con la de opciones que hay en el mercado dentro del género del shooter en tercera persona, y todos los cambios que hay respecto a las anteriores entregas, es complicado que conquiste a los fans del género o de la franquicia.
Nos consolamos con:
- Unos grandes personajes que mejoran un argumento bastante genérico.
- La mayoría de los jefes finales.
- El sistema de evolución del multijugador.
- Algunos escenarios son preciosos…
Nos desconsolamos con:
- … Pero otros son muy pobres.
- Numerosos problemas técnicos.
- Bastante repetitivo y aburrido.
- Los largos y frecuentes tiempos de carga.
Ficha
- Desarrollo: Spark Unlimited
- Distribución: Capcom/Koch Media
- Lanzamiento: 30/08/2013
- Idioma: Español
- Precio: 54,95 € (34,95 € en PC)