A veces toca desconectar un poco de tanto barril explosivo, de tanta sangre y tantas tetas para dejar paso a experiencias más relajadas, meticulosas y procrastinadoras como pueden ser Journey o Flower, ambos títulos son maravillas experimentales de ThatGameCompany, juegos que consiguen desintoxicar al jugador de todo el mal rollito que hay en el mundo de los videojuegos. Hoy toca hablar der Storm, el juego desarrollado por indiePub que ofrece una experiencia totalmente novedosa: Controlar los elementos de la naturaleza para que la esencia de la vida continúe su ciclo de vida y se expanda. Dicho así parece algo ñoño pero os aseguro que os puede dejar muy atrapados en los casi 50 niveles que incluye, más diversos modos de juego que multiplican las horas de disfrute.
Vessel
El agua es esencial para la vida tal y como la conocemos, aunque siempre ha sido todo un reto para los desarrolladores de videojuegos debido a sus complejas propiedades físicas y la potencia de cálculo necesaria para su simulación. No es de extrañar que, a medida que los equipos mejoran sus prestaciones, los audaces desarrolladores se atrevan cada vez más a introducir elementos que requieren más potencia, como los fluidos. Esto ya lo vimos recientemente con Puddle (análisis), y hoy os traemos otro título pasado por agua: Vessel.
Mientras que la mayoría nos dediquemos a beberla, o si me apuras, a chapotear en ella alegremente, el protagonista de Vessel -el famoso inventor Arkwright- la usa para crear automátas fluidos capaces de realizar tareas aburridas y repetitivas. Aunque todo son risas hasta que dichos robots -llamados Fluros- toman consciencia de su existencia y empiezan a sembrar el caos por el mundo de Vessel. Al fin y al cabo, una vida dedicada a realizar insípidas tareas, como el pulsar de botones o tirar de palancas, no es tan apasionante.
Con este pretexto, Strange Loop Games ha creado un título de puzzles y plataformas que pondrá a prueba nuestras neuronas, aunque también nuestra paciencia.