Uno de los géneros más clásicos para todos los que hemos pisado unos recreativos es sin duda el del beat’em up. Con la llegada de las consolas, poco a poco el género ha ido desapareciendo en su concepción más de recreativa pura y dura, para quedarse en varias propuestas indies. Algunas son de muchísima calidad, como Castle Crashers o el desternillante Zombie Vikings.
Por otro lado, hay que reconocer que los vikingos molan, gracias a toda su mitología, fiereza y estilo de vida en general. Poco a poco les vamos viendo protagonizando más juegos, y hasta va a ser el marco para el nuevo God of War. Por eso me llamaba la atención Wulverblade cuando salió a la venta en Switch, y más tras ver el análisis de mi compañero Faust. Con la exclusividad temporal terminada, por fin podemos lanzar espadazos contra los romanos y otras tribus norteñas en el resto de consolas actuales y PC, con una serie de mejoras respecto a la versión original de Switch. Id preparando un chubasquero, que va a llover sangre.