Con la próxima generación a la vuelta de la esquina y un PES que parece haberse quedado a media remontada, la batalla por el trono futbolístico parece haber quedado finalmente sentenciada. FIFA 19 regresa a nuestras consolas para zanjar cualquier tipo de debate no tanto con sus gráficos y jugabilidad, básicamente más de lo mismo, sino sobre todo con sus completísimos y renovados modos de juego en torno a la novedad más importante de este año: la adquisición de las licencias UEFA. Un plus enorme en realismo y ambientación que se percibe en todo el juego y, de paso, un golpe de gracia casi definitivo para su eterno rival.
Pero FIFA 19 no sólo mejora a su predecesor en este aspecto. Es cierto que el resto de novedades son en muchos casos pequeños retoques, pero todo sumado acaba convirtiendo a la entrega que nos ocupa en, sin duda, la mejor y más completa de esta generación. Veamos el por qué.