La industria de los videojuegos se está caracterizando por un mercado seguro, en el que continuamente triunfan las secuelas de títulos conocidos y las nuevas apuestas tienen que tener una calidad altísima para lograr vender lo necesario para crear una nueva franquicia. Por suerte, hay algunos estudios que siguen apostando por la innovación. Dentro de este grupo se encuentra DICE, creadora de la saga Battlefield, que nos traen Mirror’s Edge. Con este videojuego pretenden revolucionar el género de los FPS, pero ¿lo han conseguido?
La historia de Mirror’s Edge tiene lugar en un futuro cercano, en una ciudad ficticia. Hace unos años esta metrópolis era peligrosa, por lo que al cabo de un tiempo se impuso un sistema para controlar toda la ciudad. Todo el mundo aceptó, ya que así se librarían de toda la delincuencia y la vida sería muchísimo más sencilla. Sin embargo, al aceptar este sistema de vigilancia perdieron toda la libertad, ya que todo el mundo es vigilado en todo momento, sin importar si es un criminal o un ciudadano corriente. Los flujos de información también están siendo controlados, por lo que las pocas personas que se oponen a este sistema de vigilancia usan a los runners para comunicarse. Los runners son personas que se trasladan por la ciudad gracias a su gran dominio del parkour. La policía sabe de su existencia, pero los dejan tranquilos.
Nosotros encarnamos a Faith, una de estas runners que perdió a sus padres en una de las manifestaciones que hubo contra este sistema. Únicamente tenía a su hermana Kate, pero ambas se distanciaron. Kate se volvió policía, mientras que Faith se unió a los runners gracias a Merc. Este personaje se podría decir que dirige a todos los runners, por lo que tiene la más moderna tecnología para ayudar a estas personas en todas sus misiones. De esta forma Faith se oponía a este sistema.
Sin embargo todo se tuerce en una misión, ya que los policía empiezan a disparar sin motivo alguno. Después de este suceso, Pope es asesinado. Este personaje es un abogado que se presentaba a la alcaldía de la ciudad, y prometía devolver a la ciudad a sus orígenes, para así devolverle la vitalidad de la que gozaba con anterioridad.
El mayor problema de este suceso es que acusan injustamente a Kate. A partir de este momento Faith empieza a investigar, para así averiguar quién es el verdadero asesino y de esta forma salvar a su hermana.
La historia avanzará mediante secuencias cinemáticas hechas en 2D, con un estilo similar al manga. Además, en mitad de los niveles habrá algunas cut-scenes en primera persona, realizadas con el motor del juego.
En general la historia es buena, aunque no llega a engancharnos de la misma manera que otros títulos de Electronic Arts, como el reciente Dead Space. Al menos el guion es coherente y tiene algunos giros. Aunque es una pena que no se haya trabajado un poco más, ya que la ambientación lograda en cada uno de los niveles habría acompañado a la perfección un guion un poco más trabajado. Además el final es un pelín soso. Quizá esto se debe a que esta es la primera entrega de una trilogía, pero nos es difícil el ver una continuación, dado que el desenlace no admite demasiadas continuaciones.
Mirror’s Edge usa el motor gráfico Unreal Engine 3. Este hecho es bastante sorprendente, ya que esta conocida herramienta se suele usar en juegos con una ambientación mucha más oscura.
El diseño de los personajes es correcto, sin muchos alardes ni defectos. Esto se debe a que llegaremos a ver a unos seis tipos de personas, contando a protagonistas y enemigos. Al menos sus animaciones están trabajadas y son lo suficientemente fluidas.
Sin embargo, donde más destaca la fluidez de las animaciones es en Faith. Una de las peculiaridades del juego es que se desarrolla en todo momento en primera persona. Esto es muy atípico, ya que esta vista siempre se ha utilizado para shooters al uso, y no en uno que mezcle la acción con las plataformas (con predominio de este último género). Como decíamos, es increíble el grado de realismo conseguido en la protagonista, haciéndonos creer que somos realmente nosotros los que estamos dentro del personaje. Esto es algo muy destacable, ya que la mayoría de FPS dan la impresión de estar simplemente controlando un arma, y no un personaje entero.
La inmersión se ve reforzada por el hecho de que podemos ver nuestro cuerpo entero si miramos hacia abajo. Además, podemos visualizar nuestra sombra proyectada al inicio de nuestros pies. Por si esto fuera poco, el diseño de nuestra sombra es excelente, ya que no tiene ningún diente de sierra ni nada por el estilo. También la sombra es dinámica, ya que varía de posición y tamaño dependiendo de la posición del sol, e incluso podemos llegar a apreciar el movimiento del pelo de nuestro personaje.
El diseño de los escenarios es excelente. Algo muy importante dentro del juego es el diferente uso de los colores. Dentro de las pinturas de todo el escenario predominan los colores primarios, con predominio del rojo. De hecho, el rojo también es muy importante en la jugabilidad, ya que representa todo con lo que podemos interactuar.
Después del rojo los colores que más veremos son el blanco, el naranja y el amarillo. Esto hace que no nos mareemos con tanto detalle al ir tan rápido la acción. Este hecho es un punto a favor del apartado gráfico del juego, y es preferible al fotorrealismo en los escenarios.
Además, los colores representan nuestra vida. Si recibimos muchos daños los colores se irán apagando. De esta forma, se obtiene el mismo sistema de salud que en la mayoría de FPS actuales.
Los escenarios tendrán lugar principalmente de día y en las azoteas de los rascacielos. Afortunadamente también nos encontraremos con interiores, fases que tiene lugar en el metro, un barco, un colector de aguas,etc. Además las situaciones que se nos presentan son de los más variadas, y podemos pasar de escapar de la policía (acción predominante) a perseguir a otro runner, atacar un convoy policial, saltar entre trenes en marcha, etc.
Si hay algo que caracteriza a cada uno de los escenarios es la limpieza, ya que todos estarán impolutos. Este hecho reforzará la sensación de que todo está controlado y nada es dejado al azar.
Sin embargo, en los escenarios hay un problema: los dientes de sierra. Lo peor es que están presentes en cada uno de los diferentes escenarios (no en la misma proporción) y esto desmerece ligeramente el resultado final.
Respecto a los efectos gráficos no tenemos nada más que elogios, debido en gran medida por el gran trabajo en la sensación de velocidad. Mirror’s Edge es un juego que nos obliga a ir muy rápido, y esto se traduce en un efecto gráfico que simula la velocidad muy realista. Este efecto además cambia al caernos desde un rascacielos (nos ocurrirá muchas veces), ya que parece que nos estamos cayendo de verdad. Esto hace que este título no sea apto para personas con problemas de corazón, ya que nos encontraremos con algunas situaciones de auténtico infarto (como la ya mencionada fase entre trenes).
El resto de efectos gráficos, como las explosiones (solo veremos dos) son correctas, aunque realistas y efectivas. El segundo efecto que mejor está realizado es el agua, ya que es muy realista y espectacular. Sin embargo, nos hemos quedado con las ganas de ver una fase que se desarrolle durante una tormenta, visto el gran trabajo detrás de este elemento en la única fase en la que hace acto de presencia.
Y si en el apartado gráfico Mirror’s Edge es muy inmersivo, en la jugabilidad no se queda atrás.
Al contrario de lo que se pueda pensar en un principio, el control del juego es bastante sencillo, ya que para realizar todas las acrobacias únicamente necesitaremos dos botones. Uno de ellos nos permitirá realizar todas las acciones relacionadas con los saltos; y el otro botón, las de agacharse. Si se usan en el momento correcto podremos llegar a correr por la pared (tanto de forma vertical como horizontal), saltar después de la anterior acción, usar objetos como trampolines para realizar grandes saltos, deslizarnos por el suelo, etc.
Para realizar todas las acciónes hay que tener en cuenta la velocidad que lleva Faith, ya que no podremos pegar grandes saltos si vamos muy despacio, o viceversa.
A los botones anteriormente nombrados hay que sumarle el de ataque y el de girar. El segundo es muchísima utilidad, ya que gracias a él podemos correr por una pared y saltar en dirección contraria.
El botón de ataque nos servirá para abrir las puertas indicadas con color rojo y para golpear a los enemigos. Estas zonas de combates serán muy escasas, y las podremos superar de numerosas formas.
Lo más sencillo es realizar un desarme al enemigo (que se realiza pulsando un botón en el momento justo una vez estamos cerca del enemigo y se dispone a golpearnos), apoderarnos de su arma y disparar al resto de enemigos. Sin embargo, uno de los trofeos/logros del juego consiste en completar la aventura sin disparar a nadie. Esto es algo complicado, pero hace la acción mucho más emocionante. Si optamos por la segunda opción nos damos cuenta de que DICE ha puesto más empeño en evitar el uso de las armas que en usarlas, ya que nos encontramos con un amplio abanico de movimientos. Podemos deslizarnos y golpear al enemigo en sus partes más sensibles, ir corriendo y dar una patada en el aire, correr por la pared y golpear al enemigo con una patada giratoria, realizar combos, desarmar al enemigo, etc. Sin embargo, si optamos por disparar la acción también es divertida, aunque en ningún momento podremos recargar el arma y únicamente tendremos la munición que había en ese arma cuando la cogimos.
Para dar más realismo al uso de las armas, estas también afectarán a nuestra movilidad. Faith es una runner no muy corpulenta, por lo que nunca podremos llevar las armas encima. Además, si cogemos un arma pesada se moverá más lentamente y no podremos saltar ni nada por el estilo. Únicamente tendremos algo más de movilidad con una pistola, pero igualmente estaremos capados en cuanto a posibilidades y movimientos.
Como ya hemos mencionado anteriormente, los combates son bastante escasos durante la aventura a favor de un predominio general de las zonas plataformeras. Sin embargo, esto no evita que haya dos combates contra jefes finales. Ambos se solucionarán mediante las técnicas normales, pero costará algo más deshacerse de ellos.
Sin embargo, el apartado de la jugabilidad tiene algunos problemas en las partes de plataformas y en los combates.
En las zonas de plataformas es imprescindible tener un buen momentum, ya que sino no podremos llegar a completar los niveles. Esto es un punto a favor y otro en contra. Por una parte veremos como nuestro esfuerzo se ve recompensado, mientras que los jugadores más impacientes se quedarán bastante frustrados al ver que no llegan a realizar un salto correctamente. Además, habrá algunos momentos en los que Faith hará algo que no queramos. Por ejemplo, en una fase teníamos que correr por la pared por un andamio algo bajo. Cuando nos disponíamos a realizar el «wall run», Faith se subió al andamio, con nuestra consiguiente muerte. Aunque el mayor problema se da en las barras, ya que hay algunos momentos en los que Faith no se agarrará a ellas para balancearse. Sin embargo, habrá otros momentos en los que nuestra protagonista no hará lo que la indiquemos, como por ejemplo saltar o saltar por una pared (hubo un momento en el que tuvimos que intentar un mismo salto varias veces porque Faith no corría por la pared, a pesar de que pulsábamos los botones correctos). Al menos estos problemas solo aparecen en algunos momentos puntuales y se pueden subsanar mediante la técnica de ensayo y error.
Por suerte se ha añadido un botón que nos indica la dirección a seguir. Esto nos será de gran ayuda, ya que el intrincado, pero excelente, diseño de los niveles hará que no sepamos exactamente por dónde ir, a pesar de que las fases son completamente lineales (aunque tienen más de una ruta posible).
Los problemas en los combates son mucho más escasos, ya que únicamente nos encontraremos con falta de precisión en los golpes. Esto se debe a que en ocasiones estamos pegando puñetazos a un enemigo y a este no le afectan, a pesar de que estamos pegados a él. El otro problema es la escasa IA de los enemigos, ya que sus conductas se basan únicamente en quedarse quietos disparándonos, golpearnos si estamos junto a ellos, correr hacia nosotros y cubrirse en contadas ocasiones. Esto hace que los combates pierdan emoción si optamos por superar los niveles disparando a diestro y siniestro.
El apartado sonoro es de lo mejor de Mirror’s Edge. Las melodías son excelentes, con un acertado tono electrónico y un espectacular tema principal del juego (llamado «Still Alive»). Además, las diferentes melodías son acordes a lo que sucede en la pantalla.
El doblaje al castellano también es excelente. La voz de Faith es la de la dobladora de Angelina Jolie, y la del resto de personajes también es interpretada por otros dobladores conocidos en nuestro país. De esta forma han conseguido una calidad altísima, con unas voces muy expresivas y naturales, que en ningún momento llegan a desentonar.
Por si fuera poco, los efectos sonoros son muy buenos, en especial los relacionados con nuestra protagonista. Esto es así porque podemos escuchar las respiraciones de Faith (que variará según la velocidad de nuestros movimientos). Sin duda, es una experiencia totalmente inmersiva.
El resto de efectos, tales como disparos y explosiones, están a un buen nivel, pero sin llegar a destacar en ningún momento.
El principal fallo de Mirror’s Edge es la duración, ya que para completar la aventura únicamente necesitaremos unas 4-5 horas. Lo único que nos puede hacer rejugar el título es la búsqueda de los 30 bolsos repartidos por todo el juego y la obtención de todos los logros/trofeos.
Al menos se ha incluido un modo contrarreloj que alarga ligeramente la duración del juego. Dentro de esta modalidad nos encontramos con dos tipos de juego.
En «Carrera» completamos los 9 niveles de la aventura y el prólogo dentro del tiempo establecido. Este modo es bastante frustrante, ya que el tiempo que nos dan es muy justo, y un par de muertes supone el no superar el tiempo objetivo.
En «Contrarreloj» nos enfrentaremos contra el crono en 23 circuitos diferentes (se añadirán unos cuantos más próximamente). Estos circuitos son fragmentos de los niveles del modo historia. En ellos tenemos que pasar por unos puntos de control, que se colocarán en diferentes posiciones. Para saber por donde tenemos que ir en cada punto de control una flecha nos indica la dirección del siguiente. Este modo es similar al contrarreloj de los juegos de rally, ya que el circuito se divide en varias partes, y en cada una de ellas vamos viendo el tiempo que hemos hecho. Al finalizar se nos darán varias estrellas dependiendo de nuestra calificación. El número de estrellas se sitúa entre 1 y 3, y la suma de todas las estrellas obtenidas indicará nuestro nivel de destreza.
Para saber las mejores rutas de cada circuito lo mejor es descargarse el fantasma del mejor tiempo del mundo, para así seguir sus pasos y mejorar enormemente nuestra actuación. Al seleccionar los tiempos del resto de jugadores también vemos su nivel de destreza, su tiempo, la velocidad media que ha llevado (en el contrarreloj se indica nuestra velocidad como si de un juego de coches se tratase) y los metros que ha recorrido.
Este modo de juego es divertido, pero a la vez puede llegar a resultar estresante y frustrante. Esto se debe a que realizar un error se traduce en fallar estrepitosamente.
En definitiva, Mirror’s Edge es un excelente juego de plataformas y acción. Además, resulta una idea fresca entre tantas continuaciones y juegos similares. Por si fuera poco, este juego es el comienzo de una franquicia que, esperamos, en la segunda parte solucione los pequeños fallos que presenta.
Así que ya sabéis, si sois fan de las plataformas o queréis probar cosas nuevas Mirror’s Edge es vuestro juego.