Hace más de un año Patxi me dejó jugar a un juego en su Xbox 360 que me dejó francamente impresionado y del cual las críticas hablaban maravillas. Este era Bioshock una de las joyas de Xbox 360 que ha llegado a PlayStation 3 de la mano de 2K Games, la misma desarrolladora que convirtió este shoot´em up en uno de los mejores juegos de todos los tiempos. El juego, con uno de los mejores guiones que hemos visto en un videojuego, está ambientado en una sociedad que vive en una ciudad sumergida en el océano denominada Rapture, que se desarrolló gracias a las ideas de Andrew Ryan durante los años 50. Nuestro personaje tras un accidente aéreo descubre la entrada a Rapture, una ciudad consumida por sus propios ideales, dónde sus habitantes se han vuelto locos debido a experimentos genéticos y por consumir una sustancia muy peligrosa que modifica los genes y otorga poderes especiales llamada Adam.
El detalle de la ciudad es impresionante, todo decorado al estilo de la época, utensilios, máquinas expendedoras, bebidas, comidas, tabaco, papeleras, plantas, agua (los efectos del agua son de lo mejorcito que hemos visto), armas, cabinas telefónicas, escotillas, cuadros, tiendas, un teatro, carteles, anuncios, neones,… y podríamos seguir unas cuantas líneas más.
Durante nuestro paseo por Rapture y mientras realizamos las diferentes misiones que se nos solicitarán nos iremos encontrando diferentes habitantes que nos pondrán las cosas difíciles, entre ellos están los Splicers (habitantes que se han vuelto locos y buscan terminar con nosotros de la manera más rápida posible), las Little Sisters o niñas que se dedican a recoger Adam siempre acompañadas de los Big Daddies, unas auténticas fieras de metal armadas con taladros o pinzas que no dudarán ni un instante en defender a las Little Sisters.
Enfrentarnos contra ellos al principio será pan comido pero luego su astucia irá en aumento. Además para detectarnos utilizarán cámaras de vigilancia que pondrá en alerta a pequeños robots armados voladores que no dudaran ni un segundo en dispararnos. Pero para luchar contra ellos contamos con la ayuda de varios poderes que iremos descubriendo durante el juego como telequinesis, poder ignifugo o poder eléctrico entre otros. Una vez hayamos acabado con nuestros enemigos tendremos la opción de registrarlos, así como cualquier objeto que nos encontremos (papeleras, cajones, cajas registradoras, cadáveres). Todo ello para conseguir kits médicos, objetos que nos ayudarán a crear ingenios en unas máquinas especialmente creadas para ello y dinero, sobretodo dinero que nos ayudará a comprar kits médicos, armas o armamento en alguna de las máquinas que encontraremos durante las fases, las cuales como los robots podremos manipular y piratear para poder aprovecharnos mejor de ellas.
Para piratearlas tendremos dos opciones, pagar por un invento que las piratea automáticamente o intentar piratearlas nosotros mismos a través de un puzle que consiste en conectar tuberías durante un determinado tiempo.
Si cualquiera de nuestros enemigos acaba con nosotros apareceremos en una de las diferentes máquinas que nos devuelven a la vida con la mitad de salud y conservando los botiquines médicos. Algo que hará que podamos avanzar sin problemas, pero que nos devolverá al principio del nivel a una cabina que nos regenerará aunque no tendremos que comenzar el nivel de nuevo.
Los sonidos ambientales nos introducen en una ciudad a punto de sucumbir debajo de las aguas del océano, los gritos, susurros y lamentos nos ponen la piel de gallina y nos advierten de que algún peligro nos acecha, las cintas que vamos recogiendo durante las fases nos ponen al corriente de lo sucedido en Rapture, todo ello con un doblaje al castellano perfecto. Un juego por el que no ha pasado el tiempo y sigue teniendo ese poder de atracción que te hace continuar y saber qué ha pasado realmente y conseguir sacar a nuestro personaje de semejante opresivo lugar.
Un juego muy recomendado si os gustan los shooters con mezcla de aventura. Dónde la estrategia se vuelve muy importante porque aquí no vale el matar a todo lo que aparece en pantalla sino intentar sobrevivir. Si no lo has jugado en Xbox 360 y te quedaste con ganas, este es tu momento, es Bioshock.