Cuando pensamos en juegos de magia, normalmente nos vienen a la cabeza los RPG o aventuras de acción. Pero los chicos de Milkstone Studios tenían una visión muy diferente para Ziggurat, su último juego, y que tras un lanzamiento bastante exitoso en Steam, da el salto a Xbox One. No tuve ocasión de analizar el juego en su momento para PC por falta de tiempo, pero no podía dejar la oportunidad de hablar de él ahora que está disponible en consolas, porque estamos ante uno de los grandes indies nacionales de los últimos meses y se merece todo el reconocimiento del mundo.
El contexto para el juego es muy básico. Somos unos estudiantes de magia y la prueba final que debemos superar para ser considerados magos es adentrarnos en el Ziggurat, una estructura cambiante llena de peligros de la que muy pocos salen. Vamos, que es el examen final más peligroso del mundo, y un paseo por el parque respecto a lo que Harry Potter se encontraba en Hogwarts.
Esta estructura cambiante es la que da lugar a las mecánicas de un rogue-like: cada vez que jugamos, el escenario cambia radicalmente en todos los aspectos posibles. Desde lo visual a la estructura de las salas, los enemigos que nos encontramos y las armas y objetos que podemos recoger.
Como ocurre en todos los rogue-like, el progreso está ligado a una única vida, teniendo que empezar de cero si morimos. Aunque morir es parte de la diversión, ya que iremos desbloqueando nuevos personajes, objetos y armas que usar en partidas posteriores. Si habéis jugado a The Binding of Isaac, estas mecánicas seguro que os suenan.
Al entrar ya a jugar, nos encontramos con un FPS muy de la vieja escuela. Nada de coberturas o mirillas. Aquí la cuestión está en apuntar bien y no parar de movernos. Como las armas que obtenemos y los enemigos a los que nos enfrentamos son aleatorios, no solo tendremos que tener habilidad para apuntar mientras nos movemos, sino también para adaptarnos. Habrá armas que sean más útiles contra unos enemigos concretos, o a veces todo dependerá del tamaño de la sala en la que estemos.
Ese es el gran atractivo de Ziggurat: no saber lo que te encontrarás en cada sala. Pueden salirte trampas de pinchos, enemigos voladores, otros a los que solo puedes dañar cuando exponen su punto débil, o salas de recompensas. Por lo que o nos adaptamos a lo que nos encontramos en cada momento, o moriremos.
Las armas, aunque se basan en la magia, siguen los patrones clásicos de los FPS: pistolas, ametralladoras, escopetas o explosivos. Están representados por diferentes tipos de magia. Por un lado está el arma básica, nuestra varita con maná que se regenera con el tiempo (es lo único que se regenera, ya que solo nos curamos con pociones), y que hace un daño moderado. Los hechizos elementales (maná azul) tienen un mayor radio de actuación, y pueden provocar daños adicionales a los enemigos al congelarles, quemarles o envenenarles. Los bastones (maná verde) son como los rifles de asalto, ya que tienen una gran cadencia de disparo, pero por lo general no son las armas más dañinas. Finalmente, la alquimia (maná naranja) nos da los explosivos, tanto con granadas lanzadas a mano como con pistolas especiales.
Se nota bastante entre tener un arma u otra, por lo que lo dicho, adaptarse o morir. Esta adaptación también la tendremos que sufrir por lo que nos espere en cada sala. Como he comentado antes, no solo habrá salas de combate, sino que a veces habrá algunas en las que nos encontraremos con altares en los que rezar para obtener recompensas. Estas recompensas pueden ser positivas (como aumentar nuestro maná), o negativas (reducir nuestra cadencia de disparo), y se consiguen al rezar ofreciendo puntos de vida o de maná a cambio.
En otras ocasiones, nos toparemos con cajas especiales que nos pueden dar recompensas o invocar enemigos; mientras que otras veces nos tocará superar salas de trampas para obtener alguna recompensa especial. Eso sin mencionar las salas ocultas, con habilidades y otras recompensas especiales que nos vendrán muy bien.
El sistema de progreso no tiene mucho misterio. Tenemos que ir planta por planta encontrando la Llave del Portal, y luego llevándola a la sala del jefe, derrotarle y pasar a la siguiente zona. En la partida normal hay un total de 5 plantas, cada una más difícil que la anterior. Aunque pueda parecer que lo conveniente es ir directamente a por la llave y de ahí al jefe, lo más recomendable suele ser explorar todo, ya que así podremos ir subiendo de nivel, lo que aumenta ligeramente nuestra vida y maná. Además, podremos elegir entre dos habilidades (que serán aleatorias) para poder tener mayores probabilidades a la hora de sobrevivir.
Al cumplir ciertos retos, desbloquearemos otros personajes, que tienen parámetros modificados respecto al estudiante, el más equilibrado de todos. Así que, algunos darán más importancia al uso de la varita en vez de a las demás armas, otros tendrán mejor movilidad a cambio de menos vida y demás.
Podría parecer que Ziggurat es bastante corto, ya que si somos hábiles, en cuestión de 1 hora podemos completar las 5 plantas. Pero como todo es tan rejugable, volveremos a por más, para probar más niveles de dificultad, desbloquear más armas, personajes y habilidades, siendo un juego muy completo y adictivo. También es un título muy atractivo en lo visual y en lo sonoro, teniendo en cuenta las limitaciones de un equipo independiente. Eso sí, hay dos pegas. Una es la poca variedad de escenarios que hay, que es donde se nota más la naturaleza independiente del juego; y luego están los problemas de rendimiento. Hay veces que hay tirones, y con algunos enemigos (los demonios alados), es muy frecuente tener caídas de frames muy destacable. No supone un problema al ser en momentos muy puntuales, pero es algo que espero, solucionen con un parche.
Conclusión
Ziggurat es un FPS muy a tener en cuenta por los fans de la acción frenética, directa y sin muchas complicaciones. Su naturaleza procedimental es uno de sus puntos fuertes, al no saber qué nos encontraremos en cada partida, y tener que adaptarnos a lo que nos vayan lanzando.
Aunque a primera vista parezca un juego con poco contenido, su alta rejugabilidad para desbloquearlo todo y lo divertido que es hacen que sea muy fácil quedarse enganchado, y pensar «solo una planta más y lo dejo», pero no hacerlo hasta que lo has dicho muchas veces. Es una pena que en Xbox One haya algunos problemas de rendimiento, pero eso no impide que estemos ante un título que es altamente recomendable, y que os encantará si os gustan los FPS de la vieja escuela.
Nos consolamos con:
- Los elementos procedimentales funcionan a las mil maravillas para ofrecer mucha rejugabilidad.
- Adictivo como pocos.
- Jugabilidad de la vieja escuela muy bien mezclada con elementos de RPG y exploración de mazmorras.
- Perfecta fusión de FPS y Rogue-Like.
Nos desconsolamos con:
- Problemas de rendimiento en Xbox One en momentos puntuales.
- No hay demasiada variedad de escenarios.
Ficha
- Desarrollo: Milkstone Studios
- Distribución: Milkstone Studios
- Lanzamiento: PC: 23/10/2014 - Xbox One: 20/03/2015
- Idioma: Español
- Precio: 14,99 €
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