Aunque no suelo asustarme mucho con los survival horror, dos juegos que me aterrorizaron a base de bien fueron los dos Yomawari. Sí, un juego con un aspecto aparantemente adorable me asustó más que Resident Evil VII en VR o el archiconocido P.T. Sin embargo, la saga ha pasado algo desapercibida, a pesar de conseguir una gran recepción por parte del a crítica. Puede que lanzarse para PS Vita no ayudara mucho en su momento, con que me alegra que NIS America haya decidido dar otra oportunidad a la franquicia gracias a la recopilación Yomawari: The Long Night Collection.
Esta colección nos permite disfrutar en Nintendo Switch de toda la saga antes de, esperemos, una secuela, y de paso, buscar más ventas en la consola donde está vendiendo casi todo. Os recomiendo pasar por los análisis en concreto de Yomawari: Night Alone y el de Yomawari: Midnight Shadows, ya que entro en más detalle de lo que ofrece cada juego en particular, mientras que aquí daré un repaso general antes de centrarme en las particularidades de esta recopilación. Así que, preparad vuestra linterna y mucha valentía, que tenemos ante nosotros dos survival horror capaces de poner los pelos de punta a cualquiera.
A nivel argumental, estamos ante dos capítulos independientes entre sí que logran enganchar. Por un lado, Yomawari: Night Alone nos pone en la piel de una niña que ve cómo su perro escapa y es arrollado por un camión, aunque parece haber sobrevivido de alguna forma. Al volver a casa, nuestra hermana mayor sale en búsqueda del perro en mitad de la noche, pero por desgracia, unos espíritus están decididos a tomar la ciudad esa noche, por lo que nos tocará sobrevivir entre tantos fantasmas, además de encontrar a nuestra mascota y hermana mayor.
En el segundo capítulo, Yomawari: Midnight Shadows nos hace seguir también a dos niñas pequeñas. Tras una agradable tarde viendo unos fuegos artificiales, las dos niñas se separan, de nuevo por culpa de unos malditos espíritus, por lo que tendremos que intercalar el control entre ambas protagonistas para sobrevivir y que las jóvenes se reúnan.
La narrativa en ambos casos es bastante limitada, pero es capaz de jugar con nuestra mente gracias a lo perturbador de varias imágenes, y hasta hacernos pensar que igual no estamos huyendo de espíritus, sino de problemas mentales que no pueden afrontar las respectivas protagonistas. Es una fina línea que funciona de maravilla, ya que logran engancharnos ante cada nuevo descubrimiento, y cómo no, ante cada nuevo susto.
Porque sí, Yomawari: The Long Night Collection puede parecer un título adorable de perspectiva isométrica, pero juega con el terror como los grandes del género hace bastantes años. Aquí las únicas indicaciones que nos dan al principio sirven para que aprendamos los controles básicos y hasta formemos parte de la narrativa, para luego dejarnos en la ciudad para que nos busquemos la vida. Esto significa encontrar el camino adecuado hasta nuestro siguiente objetivo, o descubrir por nosotros mismos cómo funciona cada uno de los espíritus con los que nos toparemos.
En este sentido, Yomawari (los dos juegos son muy similares) es muy de la vieja escuela, lo cual puede molestar a los que busquen algo más directo, ya que no veremos un tutorial claro que nos diga «Este fantasma solo aparece en la luz, y este otro no» ante cada nuevo fantasma, sino que lo tendremos que descubrir nosotros por la experiencia. Como muchos espíritus aparecen de la nada, nos llevaremos buenos sustos, e intentaremos sobrevivir a toda costa, ya que de un solo golpe moriremos bajo un efecto sonoro grotesco a más no poder, que todavía me logra poner los pelos de punta.
Al ser unas meras niñas en los dos títulos, solo podremos huir, y para ello podremos esprintar o escondernos en lugares concretos del entorno. La gracia es que, cuando seamos perseguidos por un fantasma o estemos cerca de uno, la niña que controlemos estará más asustada, por lo que su resistencia se consumirá antes. Esto nos obliga a usar objetos del inventario para despistar a los espíritus, o sencillamente, usar la cabeza.
Descubrir si el espíritu de turno solo aparece bajo la luz o en la oscuridad, si nos detecta por el sonido o qué hacer si aparece, será clave si queremos sobrevivir. Hay una gran variedad de fantasmas para que siempre nos llevemos una sorpresa en cada nueva fase o zona. A pesar de las similitudes entre ambos juegos, en la segunda parte hay algo más de énfasis en lugares cerrados, además de haber pequeños modificadores para llevar más piedras o rocas. Aun así, en ambos casos primará la exploración y la resolución de puzles.
No voy a negar que el enfoque de la vieja escuela a veces nos puede hacer que nos frustremos un poco si nos atascamos y no logramos avanzar, pero eso hace precisamente que progresar sea tan satisfactorio. Entre los dos juegos tendremos unas 15 horas fácilmente, además de unas cuantas horas más si queremos completar todas las misiones secundarias que traen cada uno de los juegos.
Al ser un recopilatorio, nada más empezar deberemos elegir entre jugar a Yomawari: Night Alone o Yomawari: Midnight Shadows. Por desgracia, cuando ya hemos seleccionado un juego no podemos cambiar desde dentro del juego, sino que tendremos que cerrar la aplicación, algo que podrían haber cuidado más. Quitando esto, estamos ante recreaciones idénticas de ambos juegos. La gracia es que ahora podemos jugar los dos tanto en modo portátil como en el televisor, disfrutando en ambos casos de una mayor resolución que cuando jugamos en PS Vita, para ver con más claridad la adorable protagonista y los espantosos espíritus que no paran de rondarnos.
Lo mejor de todo el conjunto sigue siendo el apartado sonoro. De base, no hay ningún tipo de banda sonora, sino que todo el sonido es ambiental, y es fantástico. Cuando escuchemos cualquier tipo de ruido estaremos en alerta, y los sonidos que desprenden los espíritus es aterrador. Cuando todo se combina, la experiencia es mucho más intensa y aterradora de lo que puede ofrecer cualquier Outlast de turno, lo cual me sigue fascinando, al asustar con, a priori, tan poco. No puedo más que aplaudir y maldecir al encargado del sonido de ambos juegos, ya que sin él, la experiencia sería infinitamente peor.
Conclusión
Ya recomendé Yomawari: Night Alone y Yomawari: Midnight Shadows por separado, por lo que mes es imposible no volver a hacerlo con esta recopilación de Yomawari: The Long Night Collection. Si ya jugasteis a ambos títulos, no encontraréis absolutamente nada nuevo, ya que son los mismos juegos que ya disfrutamos en PS Vita, Steam o PS4. Sin embargo, ahora están en un único paquete a un precio muy atractivo, y con la posibilidad de jugar tanto en portátil como en el televisor.
Por separado, estamos ante dos survival horror como la copa de un pino, capaz de asustar hasta el más valiente gracias a su «falsa» fachada de juego adorable, ya que por dentro nos espera un festival de espíritus y muchos elementos macabros que nos darán pesadillas durante días… ¡Todo lo que un buen survival horror debería hacer! Así que, si os gusta el género, tenéis Nintendo Switch y no disfrutasteis de esta saga en su momento, ahora es la ocasión perfecta para adentrarse en el fascinante y aterrador mundo de Yomawari.
Nos consolamos con:
- Dos juegos fantásticos en un mismo paquete a un gran precio
- Adaptación sin problemas, permitiendo jugar ahora en portátil con más resolución que en PS Vita
- El estilo de terror de la vieja escuela
- El apartado sonoro es para quitarse el sombrero
- Aterrador hasta decir basta
Nos desconsolamos con:
- Completamente en inglés
- Es posible atascarse y estar dando vueltas durante un tiempo sin progresar, lo que fastidiará a más de uno
- Sin novedades para los que ya jugaron los títulos por separado
- No poder cambiar de juego sin cerrar la aplicación
Ficha
- Desarrollo: Nippon Ichi
- Distribución: NIS America/Bandai Namco
- Lanzamiento: 26/10/2018
- Idioma: Textos en Inglés
- Precio: 39,99 €
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