
Era un tranquilo 14 de junio de 2022, el año del no-E3, pero ese día se celebraba el Xbox & Bethesda Games Showcase y nada hacía presagiar lo que iba a acontecer durante la retransmisión: Koei Tecmo presentó en sociedad un título inspirado en la novela histórica escrita por Luo Guanzhong en el siglo 14: Romance de los Tres Reinos. Bajo el nombre de Wo Long: Fallen Dynasty, la empresa nipona, nos levantó a todos del asiento al presentar un título que ya se avanzó durante la retransmisión del 40 aniversario de Koei Tecmo el pasado 26 de octubre de 2021.
¿Y quién mejor que el Team Ninja para insuflar a este nuevo anuncio acción frenética y una oscuridad casi FromSoftwariesca? Desde luego que, con todo el bagaje que tienen con los Nioh o el reciente Stranger of Paradise: Final Fantasy – juego oscuro donde los haya – sumado a la experiencia de Koei con la saga Dinasty Warriors, solo podíamos esperar más que maravillas.
Tras dos demos y opiniones divididas entre los jugadores, vamos a hablar en profundidad del próximo ¿Soulslike? ¿Sekirowanabbe? ¿Nioh-esque? No, vamos a hablar de Wo Long: Fallen Dynasty y de sus inspiraciones para sentirse único y especial.
La revolución de los Turbantes Amarillos se ha ido de madre
Como he comentado antes, Wo Long: Fallen Dynasty se basa en la novela Romance de los Tres Reinos, que narra los acontecimientos históricos de la caída de la Dinastía Han (169 d. C.) a la unificación de China en el año 280 d. C. gracias al acuerdo entre las tres grandes naciones rivales, Wei, Shu y Wu. ¡¡Qué os voy a contar si Koei Tecmo lleva publicando juegos estratégicos bajo el nombre de Romance of the Three Kingdoms desde el año 1985!! Solo que ahora, los zumbados de Team Ninja le ha querido dar un toque oscuro y macabro, utilizando de pretexto la rebelión de los Turbantes Amarillos como excusa para crear una historia tenebrosa donde un misterioso taoísta (los turbantes creían mucho en ellos y se les asociaba artes poco aceptadas) utiliza un corrupto elixir para transformarles en un ejército de demonios y criaturas no-muertas al servicio del mayor tirano del continente que se ofrezca a ser corrompido por el poder oscuro.

Nuestro protagonista, un soldado de la milicia rebelde contra los Turbantes Amarillos, se encargará de liberar a China de esta nueva y peligrosa amenaza gracias a sus capacidades innatas y al poder de absorber el poder de un montón de criaturas divinas que obtendrá al vencer a los distintos líderes infectados por el Qi Demoniaco. Durante el periplo de nuestro avatar, nos toparemos con un montón de personajes y enemigos conocidos si somos asiduos a jugar a los juegos de Koei Tecmo centrados en la cultura china: Cao Cao, Zhang Jiao, Lui Bei, Lu Bu, etc. son algunos de los ilustrísimos que nos acompañarán en una empresa llena de historia y folklore local. ¡Recomiendo encarecidamente poner el doblaje en esta lengua para disfrutar de una experiencia más satisfactoria!
Dado que nos encontramos en medio de un conflicto militar a gran escala y un ejército demoníaco desencadenado, Wo Long: Fallen Dynasty nos ofrece un montón de localizaciones oscuras y tétricas, pero perfectamente diseñadas con el ecosistema y las líneas arquitectónicas de la época. Los escenarios, llenos de fuego, sangre y muerte, traslada perfectamente el sentimiento de guerra y peligro sumado al excelente diseño de enemigos humanoides, criaturas de la farándula china y jefes finales, que pondrán la guinda a un trabajo de investigación y diseño excepcional.

Hay algo importante que todo jugador de Wo Long: Fallen Dynasty debe tener en cuenta y puede que le tire para atrás: el diseño del juego no es de mundo abierto, ni siquiera de mundo semiabierto. El juego está dividido en siete partes, y cada parte consta de varios capítulos donde se desarrolla toda la aventura. Estos capítulos son fases cerradas, zonas concretas que tienen un principio y un final, pero dentro de cada localización hay un montón de caminos alternativos y secretos que se van conectando poco a poco. En cada uno de los capítulos tenemos un objetivo básico: restaurar la moral de nuestras tropas clavando distintos estandartes en lugares estratégicos (luego explicaré para qué sirve esto) pero tened en cuenta que el juego ofrece diversión lineal que, bajo mi punto de vista, se agradece dada la saturación REAL de mundos abiertos estos últimos años.
Con un poco de Nioh por aquí…
Wo Long: Fallen Dynasty es un juego de acción RPG en tercera persona que se inspira de forma innegable en Nioh, aunque tiene diferencias notables. La primera y más llamativa es que se elimina por completo el sistema de posturas. Nuestro personaje realizará dos tipos de ataque, uno normal y el otro potente, que se podrán combinar entre sí para destruir al rival. El siguiente punto que tiene este título y que no tiene Nioh son las habilidades asociadas a cualquier arma, que se ejecutarán manteniendo pulsando el botón R o RB seguido del botón de ataque normal o potente (si es que la tiene, porque hay armas que sólo tienen una habilidad) es algo así como las “weapon arts” que hemos disfrutado en Dark Souls 3 o Elden Ring. No hay restricción de armas, podrás usar espadas, espadas dobles, alabardas dobles, lanzas e incluso armas a distancia como arcos o ballestas… Lo único que tendrás que tener en cuenta son las virtudes elementales que explico ahora mismo.

Cuando derrotemos a enemigos y jefes finales obtendremos Qi auténtico, que son como las almas de cualquier “soulslike” y se canjean por niveles. La novedad que tiene Wo Long: Fallen Dynasty es que estos niveles no están basados en parámetros como vitalidad, fuerza, resistencia, etc. sino en virtudes elementales, denominadas en el juego como virtud de la madera, virtud de la tierra, virtud del fuego, virtud del metal y virtud del agua. Cada una de estas virtudes refuerzan unas características específicas de nuestro personaje aparte de subir parámetros conocidos como los puntos de salud, de defensa o de ataque de forma automática. Estas características específicas son parámetros relacionados con la defensa física, la resistencia espiritual o el sigilo, entre otros. Cada una de las armas que obtenemos en el juego también tienen unos parámetros elementales únicos que escalan con nuestro nivel (también muy Souls esto) por lo que nos interesa, por ejemplo, si hemos desarrollado a nuestro protagonista con el elemento fuego, portar un arma que su elemento fuego escale con B, A- o A+ para provocar más daño al enemigo.
Las virtudes también son importantes en combate, ya que un tipo de ataque mágico anula otro elemento. Por ejemplo, la madera vence a la tierra, la tierra vence al agua, el agua vence al fuego, el fuego vence al metal y el metal vence a la madera; un ciclo maravilloso, lógico que también tiene su implementación en el juego que veremos que surte efecto cuando aparecen unos hanzis en pantalla indicando que dicha anulación se ha llevado a cabo.

El otro gran añadido son los hechizos, que se podrán desbloquear al subir niveles múltiplos de 5 (obtendremos un punto para cada uno de los elementos) y se podrán adquirir en una especie de árbol de habilidades. Ahora bien, el nivel de nuestro personaje con cada uno de los elementos determinará si podemos usar un hechizo o no. Si por ejemplo, siguiendo con la virtud de fuego, tenemos un nivel 16, podremos usar el hechizo “Espada de fuego” que imbuye dicho elemento a nuestra arma.
Hay multitud de hechizos, a cuál más poderoso y útil de cara al campo de batalla. Podemos imbuir fuego, electricidad, crear balsas de lodo que ralentizan el movimiento del rival, crear muro de piedra para romper la resistencia enemiga, lanzar rayos o recuperar salud al golpear al enemigo… ¡Hay un sin fin de posibilidades! Y es importante pensar bien qué camino seguir, qué virtud vas a elegir por encima del otra, porque eso marcará un antes y un después en el desarrollo de la aventura.

Y por último no menos importante: las bestias divinas. Al derrotar al jefe final de cada capítulo obtendremos el favor de una criatura mitológica que nos otorgará dos ventajas vitales: podremos invocar para que nos ayude en el campo de batalla realizando ataques físicos y/o mágicos, o bien, proporcionándonos ayuda pasiva, tal como curación constante, ataque elemental mucho más poderoso que cualquier otro hechizo o capacidad para romper la defensa enemiga en un instante. Encuentra tu invocación preferida y marca la diferencia contra ese jefe final que tanto por culo te está dando. Ten en cuenta que estas criaturas solo podrán ser invocadas si ejecutamos correctamente nuestros ataques y su uso no va relacionado en sí morimos o no; si caemos contra un jefe, el medidor de invocación deberá ser nuevamente rellenado.
Y algo de Sekiro por allá…
LLevo medio análisis hablando de resistencia y defensa espiritual y no veía el momento de profundizar en este concepto tan importante de Wo Long: Fallen Dynasty y es que el equipo de Team Ninja han querido reflejarse en Sekiro de forma inequívoca incorporando un sistema de combate basado en la rotura de la defensa enemiga. Como ocurre en el GOTY 2019 de FromSoftware, tanto el jugador como el rival dispondrá de una barra de espíritu que puede oscilar hacia dos extremos que poco o nada tienen que ver entre sí.

Si nuestro personaje encadena esquivas perfectas de los ataques enemigos, la barra de espíritu tenderá a ir hacia la derecha, siendo el punto medio totalmente neutro. Si conseguimos acumular espíritu, esta barra se pintará de color azul y significará que tenemos mayor probabilidad a resistir todo tipo de golpes sin que nos dejen aturdidos. En cambio, si recibimos golpes o nuestros golpes son bloqueados por el rival, nuestra barra de espíritu tenderá a ir hacia la izquierda, y si llega a llenarse por completo, acabaremos aturdidos sin poder hacer nada durante unos segundos, segundos que serán los que tarda nuestra barra de espíritu a volver al punto medio de nuestro medidor.
Por lo tanto, cuando subimos de nivel a nuestro personaje y asignamos puntos de virtud elemental, hay que leer bien qué virtud subir, porque eso determinará el comportamiento de nuestra barra de espíritu, ya sea a la hora de atacar o de defendernos. El equipo también será esencial para decantar el nivel de espíritu hacia un lado u otro, porque si equipamos demasiado equipo (mejorar la virtud de piedra para incrementar el % de peso de equipo) nuestro personaje se moverá más lento y el medidor de espíritu se rellenará negativamente de forma exageradamente rápida. En cambio, con un equipo ligero sufriremos más daño, pero nuestra barra de espíritu tendrá que tirar hacia el azul, tú decides qué estilo de juego quieres usar en Wo Long: Fallen Dynasty.

Otra forma de eliminar el porcentaje de espíritu negativo es usar el “parry” o bloqueo perfecto. Otro elemento extraído directamente de Sekiro (bueno, va, os compro que sea Metal Gear Rising, y seguro que hay más precedentes antes que este, quiero conocerlos). He leído mucho odio sobre esta mecánica y yo la veo perfecta, aunque algo confusa al principio, porque se ubica en el mismo botón que la esquiva, pero es que en Wo Long: Fallen Dynasty no vais a esquivar ataques, solo lo haréis en contadas ocasiones, el 99% de veces vais a intentar meter el “parry” porque es lo que rellenará al enemigo su barra de espíritu (para mal) y una vez rellenada, quedará aturdido y le podrás asestar un golpe poderoso, que no de gracia, como ocurría en el juego protagonizado por Lobo.
El momento perfecto para meter el “parry” es cuando el enemigo ejecuta un ataque envuelto en un aura roja. Estos ataques especiales (que ya hemos visto en Nioh) son reducibles, bueno, no es que se puedan reducir, es que se tienen que contraatacar por narices, porque serán los que más rellenará la barra de espíritu a nuestro rival. Si somos valientes y queremos reducir la barra espiritual enemiga y hacer más fácil que entre en un estado catatónico, tendremos que bloquear todos y cada uno de los ataques enemigos y entrar en la maravillosa dinámica musical que ofrece Wo Long: Fallen Dynasty cuando chocan los metales.

Como detalle, este título tiene un margen bastante generoso para que entre el “parry”, no como Sekiro que tenías que rozar la perfección, por lo que será más sencillo sentirte un puto dios repartiendo acero. Podría ser un punto negativo, pero, para mí, no lo es en absoluto, porque el grado de frustración es mucho mejor y de veras lo he agradecido un montón.
¡Tenemos un juego con identidad propia!
Después de analizar los distintos elementos de Wo Long: Fallen Dynasty y sus diversas inspiraciones, voy a hablar de algunos elementos propios del juego que no se ven en otros juegos de fantasía oscura que tan popularmente han proliferado desde que nuestro Dios Hidetaka Miyazaki sembró la semilla de Demon’s Souls (te amo) allá por el año 2009. Uno de los elementos que los desarrolladores de Team Ninja han querido plasmar en el juego son los estragos de la guerra en una especie de sistema de Rango de Moral. Este sistema está representado numéricamente de 0 a 20 y se va incrementando a medida que liquidamos enemigos y clavamos distintos estandartes a lo largo y ancho de las distintas localizaciones de las misiones. Es algo así como recuperar e infundir miedo respecto a nuestros enemigos.

Hay dos tipos de bases para clavar estandartes, unas enormes que harán de “checkpoint” además de hacer las funciones de hogueras para poder descansar, reponer energías, subir de nivel o viajar a otros capítulos, y otras bases menores que sólo subirán el número de nuestra moral respecto a nuestros rivales. Estas bases pequeñas son más difíciles de encontrar (algunas están muy bien escondidas) y te obligan de algún modo a inspeccionar a fondo todas las fases.
Nuestros enemigos también tienen un número encima de su cabeza, y significa su nivel de moral. Nos costará mucho menos liquidar a un enemigo con un nivel de moral similar al nuestro, que a otro que nos saqué 10 o 15 niveles de moral. ¿Lo podemos conseguir? Sí, pero será mucho más difícil, y si nos engorilamos, nos venimos arriba y acabamos pereciendo, dicho enemigo se quedará con parte de nuestros puntos de moral. Tendremos que volver a enfrentarnos a ese enemigo y matarlo para recuperar nuestra moral.

No sufráis, los niveles son bastantes guiados y los enemigos que nos vayamos encontrando irán bastante a la par de nivel en ese sentido. Hay bases para clavar el estandarte bloqueados por un enemigo poderoso. Si lo derrotamos, podremos clavar la bandera, obtener más moral y canjear nuestro Qi auténtico, todo son ventajas.
Otra de las características de Wo Long: Fallen Dynasty que lo hacen único (y de paso, más accesible) es que podemos invocar aliados en nuestras misiones usando un objeto en concreto (sellos del tigre) y nos pueden acompañar en el campo de batalla para hacerlo mucho más llevadero todo. No tengas miedo y juega acompañado, disfruta del viaje y comparte experiencias. También puedes usar objetos para invocar a otros jugadores o en su defecto, para que invadan tu mundo y te rajan de arriba a abajo (o no).

Cada fase de Wo Long: Fallen Dynasty también tiene misiones secundarias que amplían el “lore” del juego y de sus protagonistas. Para mí, hacer dichas misiones son casi obligatorias para igualar el nivel de los capítulos y hacer de este juego un viaje inolvidable.
Conclusión
Tengo que reconocer que mi primer contacto con la demo de Wo Long: Fallen Dynasty no fue todo lo positivo que podría haber esperado. No sabría decir qué fue exactamente, si la ambientación (que es excelente, ojo, lo mejor del juego sin dudas), el sistema de combate o que la jugué con muchas prisas y poco interés. El caso es que la aventura completa ha sido verdaderamente épica, la he disfrutado un montón y me ha parecido desafiante hasta un punto asumible, nada desesperante ni descabellado como fue mi periplo con Sekiro. El combate se siente tremendo, bruto, hasta sucio por momentos; sentía que estaba jugando con Jack en Stranger of Paradise: Final Fantasy, matando demonios con una crueldad irreconocible para las artes marciales chinas, pero quizás ese contraste ha sido lo que me ha enamorado aún más de la aventura.
Wo Long: Fallen Dynasty, sin embargo, tiene algún que otro problema que hace que emborronar la acción. El primer punto crítico es el sigilo. No existe ningún botón para agazaparse y liquidar a los enemigos de una forma más natural (en términos de sigilo claro) sino que tenemos que caminar lentamente ajustando la velocidad con nuestro mando para asestar el golpe mortal; totalmente anticlimático. En segundo lugar, y visto lo visto en otros juegos del Team Ninja, el maldito inventario de las narices con montones de armas y piezas de equipo inútiles que, llegados a un punto de la aventura, tendremos que gestionar y vaciar las arcas para dar paso a equipo mejor. TEAM NINJA POR DIOS soluciona esto a futuros juegos vista, no podemos seguir con esta gestión de equipo y encima, no permitir seleccionar múltiples piezas y liquidarlas en bloque. Con dos demos a sus espaldas y un montón de feedback en el correo, no descarto que en un futuro se cambien alguna de estas dos cosas, o las dos, como ocurrió con Nioh 2.Sea como sea, Wo Long: Fallen Dynasty, es un juego recomendado si te gusta la acción, la fantasía oscura y los juegos rítmicos basados en el acero oriental.
Nos consolamos con:
- Un trabajo artístico y jugable impecable
- Es mucho más accesible que Sekiro, pero tampoco esperéis que sea un paseo
- Para desintoxicarnos de tanto mundo abierto, un juego por fases lineales entra de lujo
- Burtalidad en el combate y mucha personalización para poder afrontarlo
Nos desconsolamos con:
- Se han pasado con el primer boss, será un muro bastante grande para gente no acostumbrada a este tipo de juegos
- El sigilo de este juego es un meme, hay enemigos que no te ven ni a dos metros, aunque estés partiendote la cara con montones de enemigos delante de él
- Poca variedad de enemigos «de a pie»
- El inventario marca de la casa sigue siendo un dolor de culo para gestionarlo
Análisis realizado gracias a un código de PS5 proporcionado por PLAION España.
Ficha
- Desarrollo: Team Ninja
- Distribución: Koei Tecmo - PLAION
- Lanzamiento: 03/03/2023
- Idioma: Textos en Castellano y voces en Inglés, Japonés y Chino
- Precio: 79,99 €
Deja una respuesta