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Windfolk

Windfolk

Uno de los proyectos nacionales a los que más ganas he tenido desde que lo probé por primera vez es Windfolk. La obra de Fractal Fall me llamó mucho la atención por su propuesta, ya que querer ofrecer combates aéreos no es lo habitual en el campo de los shooters. En los AAA, Anthem es el principal exponente, y ahí al final no hay mucho combate en el aire. Lo que más se podría acercar quizá es Dark Void, un juego AA que sentaba unas buenas bases para ser explotadas en el futuro.

Por suerte, la fiebre del jetpack no ha acabado, lo que nos ha terminado por dar este Windfolk surgido de la plataforma PlayStation Talents. Con la idea de ofrecer tanto exploración como combates aéreos, nos adentramos en un mundo de ciencia ficción y magia para acabar con la corrupción que lo acecha. No miréis al suelo, que se avecina una aventura de vértigo.

Lo primero que nos llamará la atención, dado el presupuesto y los recursos limitados que suelen tener los juegos indies, es el énfasis en la historia, al contar con escenas en formato 2D y hasta doblaje en castellano. Windfolk nos traslada al mundo de Eurian, donde la malvada Coalición está extrayendo la energía del planeta (en forma de cristales) y realizando crueles experimentos. Nuestra heroína, Esen, escapó tras haber sufrido como conejillo de Indias. Así que ahora como parte de la Resistencia, intentaremos detener a la Coalición antes de que acaben con el planeta… Y nos vengaremos en el proceso, claro.

Windfolk

No es que sea la historia más profunda del mundo, pero sí nos muestra un buen contexto para las misiones de la campaña, además de crear un universo con sus creencias, cultura y demás. La narrativa avanzará principalmente gracias a los diálogos que tendremos durante la campaña, con una escena 2D bastante trabajada para iniciar la historia y otra para concluirla. Sin duda, habría sido interesante tener más de estas cinemáticas, o alguna que otra interacción humana fuera de diálogos con alguien a través de la radio, pero de nuevo, se entiende que ha sido por la falta de más recursos, y el resultado no está nada mal.

Sin embargo, donde Windfolk claramente brilla con luz propia es en sus mecánicas, y más concretamente en las centradas en el vuelo. El mundo de Eurian está dividido en varias islas flotantes, por lo que usaremos un jetpack en todo momento. Con él podremos tener dos métodos de control: uno más estándar de los shooters en tercera persona, y otro más propio de juegos de aviación cuando activamos el modo Turbo.

Pensad un poco en el modo normal de juego de Anthem, o cuando activamos el turbo para ir al objetivo de turno, y os haréis una idea de ambos métodos. La simple acción de volar por los escenarios a toda pastilla es una delicia, gracias a unos controles precisos y una lograda sensación de velocidad. Cada vez que visitaba por primera vez uno de los 3 nuevos escenarios que ofrece el juego, no podía evitar estar un tiempo volando a toda pastilla para conocerlo al dedillo, hacer alguna que otra pirueta al pasar por rincones estrechos por el simple hecho de molar, y cosas por el estilo. Que se pueda comparar el trabajo de un estudio indie como es Fractal Fall con el logrado por un equipo enorme en Anthem en la parte de vuelo dice mucho de Windfolk, ya que las sensaciones y la diversión que producen el simplemente ir volando de un punto a otro de los escenarios es similar.

Windfolk

Es por eso que las partes de la campaña que se centran en esta parte son mis favoritas, ya sea para perseguir a una nave mientras esquivamos sus minas y misiles, o para superar carreras. De hecho, disponemos de un modo Arcade con más carreras todavía, siendo un vicio el ir a por el oro para demostrar nuestro dominio con los cambios de velocidad o la gestión del turbo.

La otra parte de Windfolk está destinada a los tiroteos, y aunque son divertidos, hay ciertas cosas que se podrían haber pulido más. Primero, es genial el poder movernos en 360º grados mientras disparamos, lo que nos permite vivir tiroteos que pueden llegar a ser muy verticales. Además, las esquivas son muy satisfactorias, además de ser clave para evitar los ataques de ciertos enemigos o los misiles de las torretas.

Para acabar con los oponentes contaremos con 3 armas, cada una con su modo de fuego secundario. Además, podemos usar 3 habilidades con su tiempo de recarga, como un escudo, una especie de agujero negro para juntar enemigos en una misma zona, o un teletransporte para ponernos a la espalda de los rivales. La pega del combate es que, de las 3 armas, la que parece infinitamente más efectiva es la primera, que es un «simple» rifle de asalto. Tendremos munición infinita, pero la mecánica de sobrecarga me ha gustado, al permitirnos lanzar un disparo potente (pero que nos frena unos momentos) cuando esté a punto de sobrecargarse. Así podemos enfriar el arma al mismo tiempo que causamos mucho daño, lo cual es un 2×1 de manual.

Windfolk

El resto de armas tienen usos puntuales, como un lanzamisiles que puede lanzar una especie de torreta fija, que será más potente cuanta menos munición en el cargador nos quede (se recarga sola), o una pistola especializada en grandes grupos. Sin embargo, no me parecía que hiciera mucho daño con estas armas, por lo que terminaba por ir al rifle de asalto por defecto una vez obtuve los trofeos de esas dos armas nuevas.

Lo que importa es que, si bien tenemos que ir apuntando manualmente, el juego decidirá automáticamente a qué blanco disparar que esté dentro de la generosa parte de la pantalla. Entiendo que se hace para que podamos movernos libremente sin tener que preocuparnos por la precisión, y cuando estamos contra unos pocos enemigos, Windfolk funciona bastante bien. Sin embargo, cuando hay muchos enemigos en pantalla, igual el juego no dispara al rival que nosotros queremos.

No es un problema grave, ya que los tiroteos son más bien sencillos. La otra pega sería que le falta cierta sensación de impacto en general a las peleas, tanto por nuestra parte como por la de los rivales. Luego, los dos jefes finales que hay no están mal, al potenciar mucho más la movilidad que los encuentros normales, y tener algún que otro patrón que casi podría parecer sacado de un bullet hell. Es ahí cuando disfruté más el sistema de combate, y aunque me hubiera gustado una forma sencilla de poder bajar en el plano vertical para evitar mejor algunos ataques, no funciona mal. Pero contra enemigos normales, termina por hacerse un poco repetitivo, aunque metan cierta variedad en los enemigos para que tengamos que ir priorizando a quién atacar primero.

Windfolk

En el modo Arcade también hay combates a modo de oleadas, para así alargar un poco más el título. Hablando de lo cual, en sacar el platino (completar tanto el modo Historia como Arcade, y conseguir varios de los coleccionables que amplian la historia) he necesitado unas 4-5 horas, cifra más que aceptable para un juego indie de este estilo.

Pasando a los aspectos técnicos, Windfolk nos ofrece un mundo bastante colorido, con unos escenarios bastante bien diseñados y que entran por los ojos. Todo tiene cierta estética cartoon, que ayuda a camuflar las limitaciones propias de un juego de esta clase, pero que no nos impiden disfrutar volando a toda pastilla. Lo bueno es que el rendimiento va genial (he jugado en PS5, con que eso igual influye) para que no tengamos ningún tirón mientras hacemos un buen barrel roll esquivando misiles. Los modelos de los enemigos quizá sí son simples, pero como no los vamos a ver muy de cerca, no es una pega muy grande.

A nivel sonoro, hay buenas y malas noticias. Para empezar, me sorprendió contar con un doblaje al castellano de todos los diálogos, y encima un doblaje bastante bueno por parte de los 3 actores principales. El resto de apartados cumplen, pero sin muchos alardes. Los efectos de sonido podrían tener más impacto (el rifle principal a veces parece un poco de juguete), mientras que la música hay un bug que la apaga por completo si tenemos que reiniciar desde un checkpoint (se arreglará en un parche en breve), lo cual hace raro pelear en un completo silencio, salvo esos pobres efectos sonoros.

Windfolk

Conclusión

Los chicos de Fractal Fall han creado un shooter aéreo muy divertido, que continua la esencia de Dark Void y hasta Anthem en la parte de jetpack mejor que ambas producciones. ¿El motivo? Ofrecer geniales partes puramente aéreas, además de tiroteos que aprovechan muy bien nuestra movilidad en 360º gracias al jetpack.

Es cierto que Windfolk tiene ciertos problemas, como que a varias armas no parecen ser muy útiles o se echa en falta más sensación de impacto durante los combates. Aun así, el juego se disfruta muchísimo desde el principio hasta el final, dejándonos con ganas de más para ver cómo el estudio, con más recursos y la base que ya tienen, pueden ofrecernos más misiones, mejorando todo lo presente en la obra. Teniendo en cuenta que estamos ante la primera obra de Fractal Fall, está claro que el cielo es sólo el principio para este joven estudio lleno de talento.

7

Nos consolamos con:

  • Las mecánicas de vuelo son una delicia
  • Un muy buen doblaje en castellano, que se agradece en un juego indie
  • Control de 360º muy acertado en los combates
  • Las carreras contrarreloj

Nos desconsolamos con:

  • Los combates se pueden volver algo repetitivos
  • A las armas les falta impacto, y dos de ella parecen mucho menos útiles que las demás
  • Algún pequeño bug
  • El apuntado automático no siempre hace lo que nosotros queremos

Análisis realizado gracias a una copia comprada a través de PS Store.

Ficha

  • Desarrollo: Fractal Fall
  • Distribución: Fractal Fall/Sony
  • Lanzamiento: 14/01/2021
  • Idioma: Voces y textos en español
  • Precio: 14,99€

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