Wasteland 3

La saga Wasteland tiene un largo recorrido, especialmente en PC, pese a que no ha contado con muchas entregas. Esto no le ha impedido crecer en popularidad en los últimos años, y es que el precursor de la saga Fallout contó con una segunda entrega nacida a raíz de un exitoso crowdfounding. Yo, entre muchos jugadores, empecé a interesarme por la saga con dicha secuela, aunque por un motivo o por otro nunca me puse a jugarla. Tanto es así, que se anunció un remake de la primera entrega para Xbox One y… tampoco lo jugué. Pero ahora, con la tercera entrega (fun fact: el juego también tuvo una campaña de crowdfounding) ya en casa, le he dedicado unas buenas horas y voy a contaros mi experiencia en el páramo de Colorado (y sí, sigo sin haber jugado a los 2 primeros títulos, algo que solucionaré en un futuro). Pero vaya, centrémonos en éste Wasteland 3, título del que vamos a hablar hoy.

El juego empieza con una pantalla en la que debemos elegir nuestros Rangers protagonistas, pudiendo utilizar unos personajes arquetipos ya creados o dando rienda suelta a nuestra creatividad con el completo editor del que hace gala el título. Aunque el tema del editor es todo un punto a favor, debo decir que no quise complicarme demasiado la vida y tirar con personajes ya creados para así tener unas builds competentes, ya que hay bastantes estadísticas y atributos y no sabía exactamente lo que significaban todas las opciones (“reparación de tostadoras”, entre ellas).

Con los personajes elegidos, empieza la historia y vemos que formamos parte de los Rangers del Desierto y nos dirigimos a un Colorado postapocalíptico para ayudar a las gentes de allí. El problema viene cuando nuestro convoy es emboscado por unos enemigos con pocas ganas de tomar prisioneros. Y ahí es cuando empezaremos a ver la crudeza con la que se tratan algunos temas, y el nivel de violencia que podemos llegar a encontrar en el título.

Una vez sorteados estos peligros, llegaremos a Colorado y se nos presentarán algunos de los personajes principales del juego, siendo el más destacable El Patriarca, el líder de Colorado Springs que nos ha mandado llamar, y que nos entregará un edificio para que lo usemos de cuartel, no sin antes lidiar con algunos problemillas en dicha base.

A partir de aquí, el juego va ganando en opciones y nos va dando más libertad para afrontar las situaciones, aunque siempre con unos objetivos principales concretos (acabar con los hijos de El Patriarca) que, a decir verdad, dejaremos de lado para prepararnos. ¿Por qué digo esto? Pues porque suponen retos bastante importantes y algunos necesitarán de ciertos elementos concretos (de los que ya hablaré un poco más adelante) y las tareas que vayamos encontrando serán determinantes para nuestra evolución.

Obviamente no hace falta cumplir absolutamente todas las misiones secundarias, pero lo cierto es que veremos cómo vamos aceptando todas (o casi) las que podamos porque no sólo nos ayudarán a mejorar nuestros personajes y su equipo, sino que además servirán para conocer mejor el mundo en el que estamos y los personajes que nos rodean.

Y cuidado, porque muchas de estas misiones tendrán consecuencias, directa o indirectamente, en el desarrollo de la historia. Ya sea porque tenemos que tomar alguna decisión específica, como porque implica colaborar con X personaje. Todo esto puede modificar nuestra relación con un personaje o, directamente, con toda una facción.

Hablando de las facciones, comentar que las iremos descubriendo poco a poco y tendrán sus propios personajes y arcos argumentales. Desde una secta de payasos a una comuna de robots pacíficos, pasando por reductos de caníbales o un grupo de humanos con implantes cyborg que quieren hacerse con el control de la zona de Colorado, entre otras que no desvelaré para no arruinar todas las sorpresas.

Y ojo, porque no todas se mostrarán hostiles (al menos en un primer momento) y con determinados actos podremos ganarnos incluso su favor… aunque en muchos casos no será difícil ganarnos su enemistad. Como comentaba, los hechos pasados tendrán repercusión en un futuro, y ciertos actos pueden hacer que algún NPC futuro no quiera tratar con nosotros o, peor aún, se muestre hostil. Y claro, si atacamos (aunque sea en defensa propia) a un personaje, en la mayoría de casos acabaremos enemistándonos con todo su grupo.

Pero claro, igual que la cosa funciona en un sentido, funciona en el otro, y con determinados actos en algunas zonas podemos tener ventajas en otros lugares. E incluso nuestra reputación general y nuestra fama tienen impacto en determinados momentos, para bien o para mal.

Y hablando de personajes, a lo largo de nuestras aventuras podremos reclutar ciertos personajes que nos acompañarán, con lo que tendremos acceso a nuevas habilidades (ya que es imposible tener todas las habilidades de un único personaje), ya sean en combate o en lo que podríamos llamar exploración, con lo que se nos irán abriendo nuevas posibilidades de juego y de resolución de situaciones.

Por ejemplo, habrá puertas que podemos romper a disparos, pero eso alertaría a los enemigos cercanos. Por tanto, con la habilidad adecuada, podemos forzar la cerradura o piratear el ordenador que la controla. O una torreta enemiga puede ser destruida en combate, pero también podemos piratearla para que durante unos turnos ataque a nuestros enemigos y nos ignore a nosotros.

Por cierto, que aún no habíamos hablado del combate: sí, he dicho que es por turnos, y es que estamos frente a un TRPG de corte occidental. Por tanto, los combates se desarrollarán en escenarios separados por cuadrículas en los que podremos desplazaros y atacar libremente, siempre que tengamos puntos de acción suficientes, mientras que la exploración se realizará libremente.

Estos puntos de acción nos permitirán movernos para ponernos a cubierto y/o para hacer que los enemigos estén a tiro (o para alejarnos si queremos proteger una unidad concreta), y una cosa que me ha gustado es que cuando estamos mirando para movernos, el juego nos marcará la zona por la que podemos movernos en un color (naranja), destacando en otro color (azul) la zona en la que además podremos realizar, al menos, un disparo con el arma actualmente equipada.

Y ojo, porque las armas gastan munición, por lo que además de saquear los cadáveres de nuestros enemigos y buscar en todas las cajas y contenedores que podamos, podremos pasar por caja en las tiendas para comprar balas de diferentes tipos. Porque claro, no es lo mismo disparar con una escopeta que con un lanzacohetes. Oh, y por cierto, tened en cuenta que habrá que recargar la munición cuando los cargadores se queden vacíos, lo cual también gastará puntos de acción.

También dispondremos de objetos consumibles y de habilidades concretas a utilizar, en función del equipo y de las habilidades del personaje, siendo algunos realmente útiles en combate (como las granadas, que afectan un área concreta, o los botiquines para curarnos, o la posibilidad de piratear robots que comentaba antes para que luchen junto a nosotros).

También comentar que todos los personajes tienen una barra de especial que se va rellenando cuando realizan acciones y que, una vez llena, nos permite usar un ataque especial que variará dependiendo del arma que lleve equipada en ése momento: por ejemplo, con una pistola podremos hacer un tiro preciso que dañará a un personaje en una zona concreta, pudiendo además contar con efectos concretos (sangrado, rotura del blindaje, daño extra…), mientras que con una escopeta haremos daño extra en un área más amplia que con los disparos normales, por citar un par de ejemplos.

Cuando acabamos todos los puntos de acción, o cuando decidimos terminar el turno de cada personaje de manera manual (podemos usar los puntos restantes, si los tenemos, para incrementar nuestra defensa o para prepararnos para realizar un contraataque a cualquier enemigo que entre en nuestro radio de acción, o podemos acumularlos para el turno siguiente), pasaremos al turno enemigo y, posteriormente, al de nuestros aliados. Por lo general, éste último estará compuesto por animales que nos sigan, aunque podemos reclutar algún personaje para que nos siga. Y tras los aliados, volveremos nosotros a la acción, claro está.

Y esto sería, en esencia, lo que tiene para ofrecernos éste Wasteland 3. Suena bien, ¿verdad? Pues, por desgracia, ahora toca hablar de todo aquello no tan positivo: los problemas que tiene el juego. Os advierto, eso sí, que no son pocos…

Empezando por uno sencillito: el juego no tiene una opción para acelerar el tiempo en turnos enemigos y aliados. No suele ser demasiado problema, pero en el tramo final del juego nos encontraremos con batallas bastante multitudinarias, y entre turno y turno puede pasar un buen rato.

Siguiendo en la misma línea de problemas menores, un par de fallos que he encontrado, especialmente en el tramo final de la aventura: personajes que caminan sin animación (es decir, flotan por el escenario) y enemigos que se vuelven invisibles (total o parcialmente) en combate. Por suerte, éste último fallo no es demasiado grave porque podemos encontrarlos gracias al HUD del título (cuando estamos en una posición que nos permite disparar a un enemigo aparece una línea que une a nuestro personaje con dicho enemigo) como por sus armas, que no las he visto desaparecer.

Oh, y me olvidaba: en los créditos finales, la canción del final… no avanzaba. Bueno, mejor dicho, lo que no avanzaba eran los subtítulos.

Escalamos un poquito en cuanto a gravedad, y siguiendo con el tema de los subtítulos: cuando configuramos el tamaño del texto en pequeño, crashea el juego. Lo curioso es que después, al volver a él, se ha aplicado el cambio del tamaño de texto, pero es algo molesto. Más molesto aún de lo que cabría esperar porque el título tiene unos tiempos de carga abismales. Ya sea entre escenarios o al cargar partida, poneos cómodos porque la esperá será maja. Y ojo, porque he probado a ejecutar el título tanto desde el GamePass como con el disco del juego (que amablemente nos mandó Koch Media), teniendo resultados prácticamente idénticos, y siempre usando una Xbox One X.

Los problemas más grandes que he sufrido, eso sí, si son bastante molestos: desde un par de misiones que no pude completar (una de ellas principal, aunque por suerte cargando una partida anterior pude arreglarlo) porque desaparece algún personaje, no nos cuenta el objetivo o, mejor aún, no nos deja interactuar con el objeto que nos pide el objetivo. Como comento, uno pude arreglarlo “simplemente” cargando una partida y rejugando aproximadamente una hora, pero una misión secundaria me quedó pendiente hasta el final del título habiéndola hecho.

También he sufrido problemas con los controles (no respondían) en mitad de una batalla y hasta menús que no hacían nada (una vez, de hecho, se quedó la pantalla en negro y ya). Problemas que me obligaron a cerrar el juego y cargar partida, pero nada especialmente doloroso.

Como he comentado antes, realmente ninguno de estos problemas hacen de Wasteland 3 un título injugable o no disfrutable, pero empañan, y mucho, el resultado.

Porque, pese a la mala optimización y los problemas en Xbox One, debo decir que me lo he pasado muy bien con el título. Además, decir que gráficamene es una gozada: escenarios relativamente grandes, detallados y con bastantes elementos propios de cada entorno (interiores, ciudades, túneles… todos ellos están perfectamente ambientados), y personajes bastante detallados y bien animados.

A nivel sonoro desaca una banda sonora muy ambiental, aunque en momentos clave tendremos versiones propias de temas clásicos americanos, música bastante folk / folk rock pero con un toque propio que deja ver claramente el mundo hostil y desesperado en el que se ambienta el juego. El doblaje al inglés, por cierto, también está cuidado, y la traducción al español (en textos) es correcta y mantiene y adapta muchas bromas y chistes, y es que el juego hace gala de un sentido del humor bastante ácido y cuenta con varios guiños al cine y la televisión.

La dificultad, en normal, está bastante ajustada, con un reto moderado. Habrá secciones realmente complicadas, pero seguramente a causa de que no vamos bien equipado. Y eso cuando podamos llegar a ellos, porque como comentaba casi al inicio del texto, habrá elementos que nos impedirán el paso: ya sea porque necesitamos alguna habilidad avanzada para desbloquear el paso o por la radiación (con lo que deberemos mejorar nuestro vehículo para avanzar), el juego se va asegurando de que sigamos un orden lógico para avanzar.

Oh, y sí, se me había olvidado comentarlo, pero contaremos con un vehículo que podemos personalizar (tanto equipo “útil” como estético) y que en más de un combate será decisivo… pero que será crucial para explorar el mapa de las afueras de Colorado y descubrir así nuevos recursos y escenarios.

Conclusión

Siendo sinceros, Wasteland 3 es un juego que me ha gustado muchísimo, aunque la experiencia se ha visto lastrada por un montón de problemas de rendimiento y bugs a lo largo de toda la aventura. Como he dicho, ninguno de esos problemas ha sido suficientemente grave como para dejar de lado el juego, aunque sí que han sido molestos y, uno tras otro, iban pesando cada vez más. Si el juego funcionara como creo que debe funcionar no tendría reparos en proclamar que se trata de uno de los títulos del año, pero en su estado actual me cuesta ser tan optimista. Aún así, cualquiera que esté dispuesto a pasar por alto todos esos problemas (que no es poco) se encontrará con un título muy grande, completo y complejo, lleno de zonas grises que nos harán pensar y que disfrutaremos de principio a fin. 

Nos consolamos con:

• La banda sonora es magnífica
• Gráficamente cuidado
• La historia, completa, compleja y con matices. Y ojo, que podemos resolver las situaciones de muchas maneras
• El mundo que presenta y los personajes que lo habitan son muy interesantes

Nos desconsolamos con:

• La cantidad de problemas que tiene el juego
• Los largos tiempos de carga, a veces resultan desesperantes

Análisis realizado con una promo proporcionada por Koch Media.

Ficha

• Desarrollo: inXile Entertainment
• Distribución: Deep Silver
• Lanzamiento: 28/08/2020
• Idioma: Voces en inglés, textos en español
• Precio: 59,99€ (incluido en GamePass)