
Los juegos narrativos me gustan mucho en VR. Mientras que en plano tienen que funcionar extremadamente bien para que me logre atrapar (muchos lo hacen, para qué engañarnos), en VR me es mucho más sencillo disfrutarlos. Al fin y al cabo, la inmersión que provoca la Realidad Virtual nos pone mejor en el papel del protagonista en cuestión, para que vivamos en primera persona el viaje que nos quieren contar.
Por eso, tenía muchas ganas a Vanishing Grace. El estudio español Monte Perdido se inicia en la industria con esta aventura narrativa, que nos sorprendió hace casi un año con una demo a través de Sidequest. El éxito de dicha demo, junto a su duro trabajo, ha hecho que por fin tengamos la versión final en la tienda oficial de Oculus Quest, lo cual no es nada fácil. Así que poneos vuestras gafas, que vamos a buscar a la buena de Grace.
Como todo buen juego narrativo que se precie, uno de los aspectos principales de Vanishing Grace es su historia. En el papel de Joel, nos adentraremos en el desierto para buscar a nuestra amiga Grace, que ha desaparecido. Esta premisa se da un un mundo de pseudo-ciencia ficción bastante peculiar, donde ciertos elementos muy modernos se juntan con elementos más propios de los 80 y 90, como las cámaras de polaroid o una Game Boy, junto al siempre atractivo mundillo de los «barcos» voladores.

El mundo tiene ese estilo tecnológico tan peculiar porque en el 1993 hubo una enorme llamarada solar, que dejó todo el mundo bastante tocado. Mientras que Joel y su mujer Elena viven tranquilamente en la Ciudadela, donde están a salvo, pero bajo un sistema de normas más o menos claro. La joven Grace busca más libertad, por lo que decidió salir en busca de un lugar que no esté controlado por el gobierno de la Ciudadela, y poder forjar así su futuro.
Obviamente, todo parece que no ha ido muy bien, ya que su nave se estrella cerca de la Ciudadela, con que Joel no duda ni un momento en seguir sus pasos para encontrar a su querida amiga de la infancia. La premisa de Vanishing Grace no es nada del otro mundo, está claro, pero está muy bien llevada a cabo.
Gracias a los diálogos entre Joel y su mujer, junto a las grabaciones (en casette, cómo no) que nos ha dejado Grace, veremos cómo van evolucionando los tres personajes. Lo que me encanta de la narrativa es cómo el barco/nave va reflejando muy bien el estado emocional de Joel, y nos lo transmite a nosotros por estar «encerrados» en este lugar mientras vamos de un sitio a otro.

A nivel de mecánicas, para ir avanzando en la historia, Vanishing Grace sería un juego de puzzles, pero muy ligerito. Básicamente, tendremos que llevar algún objeto al lugar adecuado, o activar un mecanismo, para así pasar al siguiente evento de la historia. Esto puede ser recoger objetos dejados aparentemente por Grace en varias localizaciones, o reparar algún mecanismo de la nave.
A nivel de puzzles, todo es muy sencillo, pero está bien planteado, para que sepamos claramente lo que hacer. Solo hay algo de confusión la primera vez que tenemos que guardar objetos en una caja, pero esto se arreglará en el futuro para que quede más claro. Por lo demás, con observación, será más que suficiente para saber cómo funciona el mecanismo de turno para poder completar el rompecabezas de turno.
En este sentido, me gusta cómo, si nos metemos en la piel de Joel, vamos a apreciar más cada puzzle y momento del viaje que supone Vanishing Grace. Además, hay un muy buen nivel de inmersión, con bastantes elementos interactivos en la nave. Por ejemplo, podemos activar los limpiaparabrisas, tirar de la bocina, activar una Game Boy o cosas similares, que no aportan nada a nivel mecánico o de puzzles, pero ayuda enormemente a la inmersión y a nuestro disfrute del juego.

Dicho todo esto, está claro que el juego, por cómo es, no es muy rejugable. Además, en unas 2 horas lo podremos completar sin demasiados problemas, por lo que no es muy largo. Aun así, el viaje emocional que nos propone es bastante bueno, enganchándonos para ver qué nueva revelación nos espera o cómo evolucionan los personajes a cada momento. Pero entiendo que la duración no gustará a todo el mundo.
Por comentar otros aspectos mejorables de Vanishing Grace, está el sistema de movimiento. Ahora contamos con teletransporte o movimiento libre, pero sólo con giro gradual. Se añadirá mediante un parche, pero para los que lo preferimos, nunca está de más. Lo que notaremos más es el sistema de colisiones, ya que si nos movemos físicamente, la lógica que pone barreras en los objetos no funcionará tan bien al movernos de manera libre, lo que nos permitirá atravesar algunas zonas del escenario. No es algo grave, pero sí lo notaremos.
La manera de agarrar algunos objetos tampoco es la mejor del mundo. Podremos agarrar objetos desde lejos cuando esté resaltado, pero si nos acercamos hasta cierta distancia, este «poder» lo perderemos, teniendo que agarrar «físicamente» el objeto, lo cual requiere poner el objeto en el centro de la mano, y es suficiente con ya estar tocando el objeto. Así que, a veces resulta más fácil agarrar los objetos desde lejos, que desde cerca. A esto hay que sumar que los objetos no siempre tienen las mejores colisiones con nuestras manos, lo que noté mucho al intentar cerrar la cinta del radiocasette con la mano, pero como atraviesas la tapa rápidamente, el juego interpreta que la estás abriendo, con que es infinitamente mejor pulsar el botón de abrir/cerrar, y ahorrarnos así cualquier problema. También me molesta un poco que no sepamos claramente qué objetos podemos agarrar y cuáles no, ya que no están del todo remarcados. Esto ocurre con algunos cajones de la nave, por citar un ejemplo más que claro.

Son pequeños detalles que pueden restar algo de inmersión, lo cual es clave en un juego tan narrativo como este. Aun así, no terminan por tirar nada el gran trabajo realizado en los demás apartados de Vanishing Grace.
Uno de esos aspectos es el visual, donde Monte Perdido nos ofrece un título de lo más vistoso. Es cierto que la iluminación es plana, y no hay sombras como tal. Aun así, el estilo artístico destaca para bien, ofreciendo unos entornos muy detallados, con una resolución en la imagen bastante alta, para que en Oculus Quest 2 no tengamos que sufrir nada de foveated rendering ni nada por el estilo. Un momento que me maravilló fue la escena de introducción, que está hecha como si todo fuera de acuarela, resultando muy vistosa, además de mostrarnos muy bien cómo es de fuerte la relación entre Joel y Grace, por lo que ayuda mucho a la narrativa. Aunque el resto del juego no es tan artística, los fondos están muy bien hechos para que mantengan un poco ese toque de acuarela, por lo que el juego va a entrar por los ojos.
Eso sí, como nos pongamos a inspeccionarlo todo muy de cerca, se notarán las costuras en ciertos puntos, como algún objeto que está flotando en vez de estar pegado al suelo, u otros con alguna textura de más baja resolución que los demás.
En cuanto al sonido, destaca sobre todo el trabajo de los tres actores de doblaje en inglés (tranquilos, hay subtítulos en nuestro idioma): Cissy Jones (Firewatch) como Grace, Krizia Bajos (Batman: The Telltale Series) como Elena y Joe Hernandez-Kolski (Wolfenstein II) como Joel. Logran vender a las mil maravillas todos los matices de la historia, además de hacer que la vivamos mucho más. La música es minimalista, destacando algunos temas con la guitarra acústica que pegan muy bien para el tipo de juego que es Vanishing Grace, por lo que funciona muy bien. El problema está en los efectos de sonido, ya que todos los objetos al ser tirados hacen exactamente el mismo ruido, ya sea una fotografía, la propia cámara, una botella o una taza. En VR se suele hacer mucho esto, con que lo notaremos bastante durante el juego.

Conclusión
Los chicos de Monte Perdido han hecho un gran trabajo con su primer videojuego, ya que Vanishing Grace cuenta una historia muy emotiva que logra enganchar. La evolución de los personajes, y cómo se ve reflejada en la nave donde estamos viajando, es fantástica, logrando que nosotros también vivamos este viaje emocional junto a Joel.
Dicho esto, está claro que el juego tiene problemas, debido a ser un título con un presupuesto limitado. Aspectos como las interacciones con los objetos, los efectos de sonido o las colisiones con nuestro cuerpo virtual claramente se pueden mejorar, pero no van a rompernos la experiencia ni mucho menos.
Así que, a poco que os gusten los juegos de corte narrativo a lo Firewatch o similares, Vanishing Grace os encantará. Demuestra el talento que tiene el equipo de Monte Perdido, y viendo lo bien que les ha salido esta propuesta a nivel de diseño y narrativo, tengo muchas ganas de ver con qué nos sorprenderán en futuros proyectos.
Nos consolamos con:
- Genial historia, que nos logrará enganchar desde el principio
- Visualmente, el título entra por los ojos
- Las actuaciones de los actores, claves para vendernos la historia
- La forma de reflejar el estado de ánimo de Joel en la nave, y hacérnoslo sentir a nosotros también en el proceso
Nos desconsolamos con:
- Bastante corto y nada rejugable
- Algún que otro problema con las colisiones del escenario
- Las interacciones con los objetos podrían estar mejor
- Los efectos sonoros son todos iguales, lo que resta inmersión
Análisis realizado gracias a un código ofrecido por Monte Perdido.
Ficha
- Desarrollo: Monte Perdido
- Distribución: Monte Perdido
- Lanzamiento: 11/02/2021
- Idioma: Voces en inglés y textos en español
- Precio: 14,99€
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