La saga Mana (o Seiken Densetsu en japonés) caló muy hondo entre los aficionados más mayorcitos al género del JRPG. Su estilo de acción ofrecía algo diferente a los demás ARPG, además de tener un as sobre la manga muy importante: el multijugador. Se acabó el salvar el mundo en solitario, ya que por fin unos amigos podían unirse a la aventura. ¿Os gusta este planteamiento? Pues es justo lo que nos ofrece Trinity Trigger, el juego que hoy nos ocupa.
Gracias a un equipo estelar de veteranos del género que también trabajaron en varios juegos de la serie Mana, como el artista Yuki Nobuteru (Secret of Mana) o el compositor Hiroki Kikuta (Secret of Mana), tenemos entre manos un sucesor espiritual en toda regla. Ya sabéis, una nueva saga, pero manteniendo la esencia de esos originales que tanto nos cautivaron en su momento. Preparad vuestras armas, que nos vamos a enfrentar a nuestro destino en Trinity Trigger.
A la porra el destino y los dioses
Bienvenidos al mundo de Trinitia. Los Dioses hace años se estuvieron pegando entre ellos, y ahora sus armas celestiales están por toda la tierra como grandes mazmorras donde hay toda clase de tesoros. ¿Problemas? Causan toda clase de problemas en los alrededores, al modificar el clima y la fauma/flora de manera muy drástica. Así, se puede pasar de una zona desértica a una nevada en un abrir y cerrar de ojos.
Como ya se cansaron de guerrear ellos mismos, decidieron que ahora tendrían guerreros humanos que lucharían en su nombre. Así nacen los Guerreros del Orden y del Caos. Si alguno de los dos mata al otro, se decidirá el conflicto entre los dioses de una vez por todas. Cyan, nuestro joven protagonista, es el Guerrero del Caos. Tras conocer a Elise se entera de todo este lío divino, y junto a Zantis, deciden acabar con este conflicto de una vez por todas. ¡A la porra el destino que han preparado los dioses!
El argumento de Trinity Trigger no es que sea el más original de los JRPGs, pero funciona y se cuenta a buen ritmo. Además, los diálogos entre los personajes son bastante divertidos. Se nota la camaradería entre el trío protagonista y sus Triggers, las «mascotas» que se convierten en armas para ayudar a sus compañeros. ¿El problema típico del género? Que está todo en perfecto inglés, lo que puede dificultar seguir la narrativa a poco que no dominéis la lengua de Shakespeare.
Mana-like al máximo
Antes hablaba de la saga Mana y su influencia en este juego, algo que notaremos rápidamente por el sistema de combate. Desde una perspectiva cenital, nos moveremos en tiempo real por las diversas mazmorras y escenarios del título para combatir contra toda clase de criaturas. Aunque podemos atacar cuando queramos, no siempre realizaremos el mismo daño. Como si nuestro héroe se cansase, hay un indicador que, mientras tenga algo de energía, nos permitirá hacer el 100% del daño a nuestro oponente. Si nos ponemos a soltar espadazos cuando esté bajo mínimos, no haremos ni cosquillas al oponente.
Vamos, justo como en los Mana, pero en Trinity Trigger hay varias mecánicas extra que le dan un toque más moderno al juego. Para empezar, no soltamos ataques sueltos, sino que realizamos combos. Éstos pueden personalizarse, al elegir entre dos opciones para cada uno de los 3 movimientos que se entrelazan. No son muchas opciones, pero así podemos ver si nos centramos en ataques de área o focalizamos la ofensiva en un único monstruo, por ejemplo.
El otro elemento común es, cómo no, el cooperativo. Es sólo local, pero ya que el trío protagonista va siempre junto, podemos jugar en compañía con otros dos amigos para que cada uno controle a un héroe. Esto es lo ideal, ya que la IA es, digamos, justita. Atacan cuando nosotros atacamos, esquivan más o menos los ataques de zona del enemigo… Y ya. Nunca van a cambiar de arma, se comerán las trampas (por suerte se reduce en estos casos su daño para que apenas afecte) y no usarán las habilidades especiales. Nos tocará ir cambiando de personaje usando los gatillos para estas tareas, pero bueno, se puede jugar sin problemas, que al final es lo que importa.
Forjado a magia
Al hablar de la historia mencionaba el buen ritmo de la misma, y esto se debe a que Trinity Trigger tiene una estructura muy sencilla y lineal pero que funciona. En nuestra aventura iremos explorando las diferentes regiones, visitando sus ciudades y adentrándonos en sus mazmorras. Allí conseguiremos nuevas armas en las que se podrán convertir nuestros Triggers, haciendo así a nuestros compañeros más fuertes. De paso, se nos dan más opciones en el combate, por lo que estamos ante uno de esos juegos que va ganando fuerza a medida que progresamos.
Todo empieza muy básico, con cada protagonista teniendo un arma muy definida. Cyan lleva la espada, con que es el DPS. Elise es la arquera, cubriendo desde la retaguardia y atacando sin parar gracias a su alta capacidad para recuperar energía. Luego llega Zantis, todo un tanque que aniquila con su hacha todo a su paso. Estos roles siempre se mantienen pese a usar nuevas armas, como guanteletes, lanzas o incluso pistolas, pero potenciando diferentes aspectos de cada héroe.
En vez de apostar por debilidades elementales como en muchos otros JRPGs, aquí los enemigos son débiles o fuertes a diferentes tipos de armas. Esto nos anima a ir cambiando entre ellas en mitad del combate, haciendo los encuentros muy dinámicos, sobre todo si las asignamos al acceso rápido con la cruceta. En nada estaremos cambiando de personajes para darles las armas idóneas para ese encuentro, a la vez que seguimos atacando para no dejar títere sin cabeza.
Tu Trigger mata
A su vez, podemos equipar Manatite (una especie de perks) a cada una de las armas, por lo que es casi como cambiar de build. Igual hemos hecho una para tanquear daño, mientras que otra se especializa en absorber vida de los enemigos, etc. Es un sistema sencillo pero flexible, y sobre todo, muy divertido. Sobre todo cuando ya tenemos bastantes armas desbloqueadas y entonces Trinity Trigger nos lanza montones de enemigos con grandes ataques de zona que nos obligan a movernos sin parar.
Eso sin olvidarnos de la importancia de realizar esquivas en el último momento, rellenando así nuestra energía para poder seguir atacando. Casi como trasladar los turnos a la acción, alternando entre la ofensa y la defensa constantemente. Al combinarse con el juego cooperativo, se logran peleas que no dejan de ser entretenidas.
Lo único que no me termina de convencer es el tema de los jefes finales y su barra de defensa. En esencia, es un escudo que debemos destruir antes de hacer daño real… Sin que haya mecánicas especiales para ello. Es básicamente más vida, para hacer al jefe más esponja. Al menos, los jefes suelen tener dos fases, alternando su esquema de ataque para que la pelea vaya «in crescendo».
Un viaje al pasado
Mientras jugaba a Trinity Trigger no podía dejar de pensar en esos juegos de antaño. El diseño de las mazmorras también es muy clásico, con una dificultad creciente al ir añadiendo diferentes mecánicas exclusivas de cada mundo, pero sin volvernos locos. Todo en base a activar interruptores y evitar trampas, cómo no. Siempre pasando a un nuevo escenario, a una nueva región y enfrentándonos a más desafíos.
Al hacerlo a un ritmo tan bueno, el juego no se hace pesado en ningún momento. Esto incluye las misiones secundarias, que son abundantes, pero están relativamente bien. Algunas nos permiten entrar a nuevas mazmorras o enfrentarnos a jefes opcionales para obtener más armas. Otras profundizan en la narrativa o nos ofrecen más diálogos que potencian los lazos entre el trío protagonista.
¿Más beneficios de ir tan al grano? Que las carencias del juego no terminan de hacer mucha mella en él. Porque las tiene. El combate no es que tenga mucha pegada, por ejemplo, sobre todo al compararlo con ARPGs como Ys. Se repiten enemigos una barbaridad, incluyendo el clásico truco de poner versiones de colores diferentes para mostrar su fuerza. ¡Los clásicos no fallan! Al final, en unas 15-20 horas podremos llegar al final, siendo agradable tener un JRPG entre manos que no se nos haga eterno.
Las limitaciones de un presupuesto justito
Varios motivos de esas carencias vienen claramente de un presupuesto bastante justito. Esto es muy evidente en el apartado visual. El arte es sublime. Los retratos de los personajes, los fondos, los sprites durante las escenas más Visual Novel y demás son para enmarcar. Ojalá el juego entero se viera así. Pero luego el juego es con un estilo chibi que parece más apropiado de una Nintendo 3DS que de Switch/PS4. Los personajes tienen un delineado que los hace más vistosos, pero cuando hay algún primer plano de los entornos, Trinity Trigger llega a dar un poco de lástima.
Hablo de texturas paupérrimas y borrosas, e incluso problemas de animaciones con personajes que sufren varios bugs en las escenas. Que esto sea tan pobre hace que escenas que deberían ser dramáticas o épicas sean una de… pues vale.
Al menos, en el sonido han echado el resto. La banda sonora compuesta por Hiroki Kikuta, sin ser una locura, es muy buena. Cada región tiene su propia melodía, en los combates todo gana ritmillo, y las canciones ayudan a que se pase el tiempo volando. Las voces tanto en inglés como en japonés son geniales, aunque nos hartaremos de escuchar las mismas frases durante el combate.
Conclusión
Trinity Trigger no esconde que pretende ser un JRPG que bebe de la fórmula de la saga Mana. Y vaya si lo clava. Quizá no es tan memorable como dicha franquicia. Ni va a sorprender a los usuarios acostumbrados a JRPGs más modernos. Pero vaya si no tiene un encanto especial. Es refrescante un título tan directo, tan «simple» pero a la vez adictivo. Que no nos hace perder el tiempo ni un momento (salvo con los jefes-esponja), ofreciéndonos constantemente progresión en la narrativa, en los personajes y hasta en las mecánicas.
¿Va a ser el RPG que os cambie la vida? Ni mucho menos. Pero es de los pocos que podemos disfrutar en compañía. Esto, junto a su estilo tan clásico pero sin quedarse completamente arcaico, hace que Trinity Trigger sea un juego especial. De esos que se puede quedar en nuestro corazoncito porque, pese a sus limitaciones, el equipo de FuRyu ha logrado traer de vuelta este genial estilo de JRPG para vivir una gran aventura ligera, pero adictiva.
Nos consolamos con:
- Artísticamente es precioso
- Modo cooperativo local, algo nada habitual en los JRPGs
- Trío protagonista (junto a sus Triggers) muy carismático
- Combate sencillo pero efectivo y con multitud de opciones
- Saber ir al grano
Nos desconsolamos con:
- Completamente en inglés
- La IA de los aliados al jugar en solitario es muy justita
- Los jefes finales son demasiado esponja
- Se notan las limitaciones del presupuesto
Análisis realizado gracias a una clave para PS5 proporcionada por Marvelous Europe.
Ficha
- Desarrollo: FuRyu
- Distribución: Marvelous Europe - Meridiem Games
- Lanzamiento: Steam: 25/04/2023 - Consolas: 16/05/2023
- Idioma: Voces y Textos en Inglés
- Precio: 49'99 €
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